"Maradona fue el símbolo cultural más importante de la historia argentina del último medio siglo y lo que lo hizo más grande fue su condición de clase, no por su pertenencia en sí misma, sino porque nunca la clausuró.
Exhibió su plebeyismo, su subalternidad con orgullo. Una condición exasperadamente subalterna que se jacta de su subalternidad.
No la esconde, la muestra y en exceso. Me acuerdo en el 2005, en su programa La Noche del Diez, cuando sentó en primera fila a todo Fiorito. La pantalla de Canal 13 era una pantalla muy blanca, lavada y neoliberal.
Una de las cosas que distingue a Maradona de Messi es esa condición subalterna.
Messi no es un subalterno ni un plebeyo, no lo puede ser, es un chico blanco de las clases medias rosarinas. Entonces ahí se encuentra una diferencia importante en cuanto al significado de cada uno.
En mi opinión, creo que la condición de jugador más grande de todos los tiempos Messi la puede equiparar, pero no el hecho de ser plebeyo, subalterno, pícaro, orgulloso y que además se pasa de rosca y se pone a cuestionar todo lo que se le cruce por el camino.
Messi podrá ganar un Mundial, pero igual no cierra. No va a ser lo mismo por Malvinas, por la dictadura, por todo el contexto histórico y político. No va a ser un 'negrito respondón y deslenguado' como lo fue Diego.
El peronismo es un relato que te habla de igualdad, justicia y democracia. De que los plebeyos pueden ser reconocidos y respetados.
Esa es la ilusión del peronismo que, por otra parte, el peronismo histórico del '45 al '55 la pudo realizar. Después ya no, y por diferentes circunstancias, entre las que cabe señalar el golpe del 55.
Pero en el imaginario quedaron esos 10 años como memoria de los tiempos más felices para los trabajadores. Maradona cuenta la misma ilusión del peronismo.
Maradona vino a reemplazar al peronismo en el momento en que al peronismo lo repliegan en el '76, casualmente el año que debuta Maradona en primera.
Cuando el peronismo va al destierro, desde el '76 hasta el kirchnerismo, aparecen los años maradonianos.
Porque inclusive el menemismo aparece como repliegue del peronismo en tanto neoliberalismo.
Quiere decir que Maradona hablando de lo igualitario, lo democrático, lo plebeyo, lo subalterno desparramó felicidad, como lo hacía el peronismo.
Nos dio un inmenso goce como artista futbolístico y después nos dio esa felicidad descomunal de junio de 1986 (el Mundial de México).
La base del secreto es la memoria popular: se reproduce y se transmite. Muchos chicos se criaron en la convicción de que nunca habrá nada igual.
Y creo que seguirá siendo así, el plebeyismo de Diego influyó en su carácter de divinidad popular, yo no tengo dudas de eso.
Por otro lado, el presente de Diego soportaba un enorme pasado.
En realidad, lo que vimos de Maradona en los últimos 20 años de Maradona era qué decía eso en relación con el pasado.
El pasado era lo que permanecía muy fuerte.
Un ejemplo de esto fue su paso por Gimnasia, que no daba para hablar por lo que hacía su equipo, sino de los homenajes que recibía en cada estadio que visitaba.
Su gesto en presente consistía en recordar el pasado".

PABLO ALABARCES
Sociólogo argentino, especialista en "culturas populares".
Profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) 2020