Para la flamante vocal del Superior Tribunal, MarÃa Silvia Bernal, el fenómeno del descreimiento de la ciudadanÃa en la Justicia es parte de un proceso mundial y en el orden local aseguró no creer en un desprestigio ârelacionado exclusivamenteâ con la Corte, aunque admitió que âla Justicia en general ha sufrido una golpiza fuerteâ con la desaparición del juez Raúl Octavio Noceti y el caso Valdecantos. Invitada a la radio para hablar de la gestión que concluyó en la FiscalÃa de Estado, Bernal dejó algunas opiniones sobre qué aspectos deberÃa contemplar una reforma en este no siempre bien ponderado organismo, pero como era inevitable, también algo dijo (muchas preguntas de la audiencia al respecto) acerca de la labor que le espera en la Corte de Justicia, una cosa -hasta ahora- sólo para hombres
-Hay muchos trabajos en relación a la necesidad de modificar los mecanismos de control del Estado. En el tema de FiscalÃa, ¿qué piensa?
-Creo que todo depende de cuál es la voluntad polÃtica en ese sentido. FiscalÃa de Estado funciona bien tal como está prevista hoy en la Constitución; es el organismo de asesoramiento legal del Poder Ejecutivo. Es decir: no es la DefensorÃa del Pueblo, no es la DefensorÃa de Pobres y Ausentes; no es una fiscalÃa penal. Muchas veces la gente se confunde y va a pedir asesoramiento legal como si FiscalÃa de Estado pudiera otorgarlo a cualquier particular. No. Es el órgano que tiene la obligación de decirle al Poder Ejecutivo qué puede hacer y qué no puede hacer y cuando quiere hacer algo, cómo se hace. Y tiene que observar las actuaciones si el Poder Ejecutivo no le hace caso. Ahora bien, si se pretende cambiar, creo que hay que hacer varias otras cosas: hay que hacer una AuditorÃa General o una Procuración General. Habrá que dividir la FiscalÃa de Estado para generar otra forma de control. Si se requiere otra forma, tendrÃa que desaparecer la FiscalÃa de Estado y convertirse en una asesorÃa legal y técnica con una especie de Sindicatura Externa.
-¿Cree que hay que ajustar mejor los mecanismos de control del Estado?
-La FiscalÃa le viene diciendo permanentemente al Poder Ejecutivo lo que tiene que hacer. En realidad, es un organismo de control interno. No es un organismo que ponga trabas o que analice cuál es la decisión del ministro en comprar algo; no forma parte de la decisión de la polÃtica del ministerio. FiscalÃa no analiza, ni debe hacerlo, por qué el ministro de Bienestar Social tiene que comprar cierta cantidad de medicamentos sino que le indica cómo lo tiene que hacer. Si necesita una forma de control diferente, imagÃnese que tendrÃa que someterse a un ministro a una suerte de capacitación académica para saber si su polÃtica institucional es la correcta o no.
-En la Justicia está buena parte de âla cosaâ. Usted ¿con qué expectativas se va al Superior Tribunal?
-Yo creo que es un desafÃo tremendo. Yo voy con mucho entusiasmo como en todas las cosas. Miro la vida con entusiasmo porque me parece que todo se puede mejorar. Voy a estar con gente que me enseñó a trabajar y con gente a la que quiero profundamente a nivel personal, gente en la que confÃo, asà que creo que se pueden hacer muchas cosas. Voy con entusiasmo que es lo más importante. Y creo que la justicia es como el último lugar en que la gente se asienta. Pero creo que todo se puede mejorar. Siempre habrá criticas y bueno, habrá que ir resolviendo los problemas que se presenten en la medida en que se pueda.
-Un oyente de la radio le dice que la función que empieza es como âremontar un barrilete de hierroâ. Dice que âa propósito del no poco desprestigio que sufre el Poder Judicial en Jujuy y especialmente el Superior Tribunalâ.
-Sin duda alguna creo que hay un gran desafÃo por delante. El tema del desprestigio relacionado exclusivamente con el Superior Tribunal de Justicia no lo creo. Las instituciones en general, la justicia en general, han sufrido una golpiza fuerte. El Poder Judicial ha sufrido un sacudón con la desaparición del Dr. Noceti y por el juicio polÃtico al Dr. Valdecantos, que culminó con su renuncia. Creo que fue un golpe fuerte a la institución, que empleados, funcionarios y magistrados -me consta- se vieron seriamente afectados. Personalmente tengo una opinión elevada de nuestro Poder Judicial, lo he dicho en numerosas oportunidades, respecto de sus empleados, funcionarios y magistrados. Creo que lo que hay que hacer es acercarse y conversar. Nadie mejor que ellos conocen la problemática interna en cuanto a recursos humanos, capacitación, preparación académica y demás. Es decir, lo que creo es que hay que trabajar en conjunto.
|