A principios del mes de febrero pasado irritó a las autoridades del gobierno de Suiza la decisión de la canciller alemana Ãngela Merkel que anunció la adquisición de una polémica lista con datos de unos 1500 evasores fiscales, que habÃan depositado fondos en bancos suizos. La lista fue ofrecida a su gobierno por un informante anónimo a cambio de 2,5 millones de euros.
Dicho listado fue comprado por el gobierno de BerlÃn y habÃa sido robado de una entidad bancaria suiza no identificada.
Se estima que tal información le aportará al Fisco Alemán aproximadamente 100 millones de euros, que habÃan sido evadidos.
La compra de información fue cuestionada por algunos miembros de la Unión Cristiano Demócrata (CDU), que recriminaron la posibilidad de que el estado negocie con âladronesâ. Expresaron: âUn robo es un robo. El Estado no debe tratar con ladronesâ.
Tales reparos fueron firmemente rebatidos por la Canciller, la oposición socialdemócrata, la PolicÃa y expertos financieros. El presidente del partido Socialdemócrata (SPD), Signar Gabriel, declaró en un diario local âNo podemos dejar escapar delincuentes sólo porque han sido desenmascarados por otros delincuentesâ.
A los pocos dÃas, Austria, Holanda y Bélgica se alinearon con la canciller, lo que supone un severo golpe a las normativas suizas sobre el secreto bancario.
El ministro de Finanzas suizo Hans-Rudolf Merz expresó que su gobierno no ayudará a ningún paÃs cazador de evasores sobre datos robados. Dijo: âes obvio que este robo es un acto criminalâ, pero concluyó en que Berna no tomará represalias.
Suiza integra una lista de 25 paÃses que aún no implementaron medidas exigidas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), esos paÃses figuran en la âlista grisâ. Debemos destacar que allà está también nuestro vecino paÃs, Uruguay.
El año pasado, producto de la amenaza de sanciones y las presiones del G-20, se suscribieron más de 300 acuerdos de intercambio de información fiscal entre paÃses. Gracias a ello, 19 estados salieron de la lista gris, pero hay mucho por hacer en el futuro.
El jefe de la división Impuestos de la OCDE, Jeffrey Owens, dijo que esa institución no objetará que los gobiernos usen datos bancarios robados para perseguir evasores de impuestos en paraÃsos fiscales.
Aproximadamente cerca de la misma fecha, en la Argentina, la Cámara en lo Criminal y Correccional Federal hizo lugar a un pedido de la AFIP, el cual habÃa sido denegado en primera instancia, para que el organismo fiscal investigue maniobras sospechosas de más de 200 contribuyentes del más alto poder adquisitivo. En un listado se encuentran importantes empresarios y compañÃas locales: Grupo ClarÃn y Ernestina Herrera de Noble, Pluspetrol, Pampa Holding, Consultatio, Jorge Priu, Miguel Melhen y MarÃa Rosa Cartellone, entre otros.
Se trata de que el organismo tome vista del expediente de la causa contra Hernán Arbizu, el ex vicepresidente del JP Morgan, detenido el año pasado por una estafa millonaria, donde el ex banquero presentó una lista de clientes que habÃan realizado transacciones irregulares en el exterior.
Esto motivó que la UIF (oficina local antilavado -dinero de origen espurio- que depende ministerio de Justicia) proceda al seguimiento de dichos contribuyentes.
El malestar de los empresarios argentinos con operaciones en el exterior comenzó cuando el JP Morgan presentó una demanda civil en Manhatan, acusando a un cliente de malversación de fondos por U$S 2,8 millones y 10 transferencias ilegales entre 2006 y 2008. Luego se sumaron otras denuncias de estafas anteriores cuando trabajaba en el banco suizo UBS, que en total llegarÃa a U$S 5,4 millones.
Por último, cabe destacar el perjuicio que significa para nuestra economÃa la actitud del paÃs vecino Uruguay que todavÃa mantiene el secreto bancario. El dÃa que modifique este criterio, más de un empresario argentino se encontrará en problemas y quizás nos quedemos sin algún candidato. Â
narso@arnet.com.ar
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