"No hay que tenerle miedo a los problemas; que los vamos a tener
siempre; como las crisis pero siempre son una oportunidad y en la medida que las veamos como caos esperanzador, en que estemos dispuestos a entregarnos, a pelear, a jugar y a ganar, las cosas irán saliendo". Esa idea del académico chileno Bernardo Donoso dejó en Jujuy el experto en Gestión Empresarial Orlando de la Vega Luna, quien estuvo
aquà dictando una maestrÃa sobre Orientación de Empresas y jornadas de
capacitación destinadas a empresarios locales, por iniciativa de la
Fundación del Tucumán. Ingeniero industrial, empresario, consultor y docente de la Pontificia Universidad Católica de ValparaÃso, Chile, de la Vega habló extensamente en
Radio Nacional Jujuy acerca de los aspectos innovadores de la reforma del Estado encarada en su paÃs, del control social sobre la corrupción y de los problemas -que a su juicio no son nada fáciles de resolver- de la integración Latinoamericana.
El Estado -dijo hablando del modelo chileno- incursiona fuertemente en
conjunto con los privados y en términos de desarrollar nuevas oportunidades
comerciales, integrando el paÃs en el mundo e internamente haciendo también actividades en conjunto para estar cada vez más y mejor preparados para enfrentar estos desafÃos que no son menores, con los. Nuestro paÃs ha firmado tratados que son
bastantes grandes e importantes y tremendamente exigentes que plantean
desafÃos muy crecientes.
-La Argentina es un paÃs desparramado y grande, con grandes concentraciones
de gente en determinados lugares, con una historia donde casi todo se
"cocina" en Buenos Aires ¡cómo es en Chile?
-La realidad chilena en cierta medida no es tan distante de la de Argentina en
términos de la centralización de la toma de decisiones más relevantes...
-¿O sea que Dios atiende en Santiago?
-Claro. En el caso nuestro, Dios atiende en Santiago. Sin embargo, a eso lo
damos como un dato y no nos quedamos en el lamento de que sea asÃ. Ha habido todo un reposicionamiento, aunque la polÃtica y las cabeceras de muchas empresas se manejen en Santiago, las regiones no se han quedado en el conformismo pasivo
sino que por el contrario, sino que tratan de revertir el tema. ¿Cómo veo yo a la Argentina en relación a eso? La verdad de las cosas es por ejemplo que esta iniciativa de la que nosotros estamos participando en Jujuy y que ya tiene 11 años en
Tucumán, con nuestra universidad, es un signo de que en la medida que las
personas quieren, se unen o existan redes como la asociación de provincias acá en el norte, se produce un dinamismo que contagia.
-Chile encaró una gran reforma de su Estado. ¿Cómo es?
-DirÃa que uno de los pilares en relación con la reforma del Estado es
que la sociedad chilena internalizó que los tres pilares que para el
desarrollo del paÃs son tres. uno es el mercado como un buen
asignador de recursos pero no por eso menos injusto porque la mano invisible
de la que hablaba Adam Smith presenta también muchas crueldades. Pero esto
hace a la necesidad de que surja otro pilar que es tener un Estado muy fuerte
y cuando hablamos de un Estado más fuerte no necesariamente estamos hablando
de un Estado más grande, más pesado, sino más eficiente y eficaz. Y el tercer pilar fundamental -y que es el que abastece a estos dos pilares- es tener una comunidad lo suficientemente preparada, que tenga internalizado absolutamente el vivir en la
sociedad del conocimiento. Conociendo la realidad de Argentina, lo
comentábamos, este paÃs tiene un activo muy grande que es el elevado nivel
educacional. Me lo ha mostrado la experiencia que he vivido no sólo en
Jujuy sino en Tucumán, San Juan, Mendoza y Buenos Aires. un reflejo de la alianza pública-privada, todos los acuerdos y tratados internacionales que el paÃs ha firmado han sido un viaje, un esfuerzo común de los dos sectores. Nosotros decimos que
cuando los aviones van cruzando la Cordillera de los Andes se produce un
especie de microclima muy particular y nos sacamos todas las diferencias
porque van los polÃticos de un sector, los de otro, los empresarios grandes
y los pequeños y ahà todos son iguales y pensamos lo mismo. Lamentablemente, cuando el avión va de vuelta, de nuevo empezamos con las cosas menores y con las
pelas que muchas veces tienen segundas lecturas y no aportan para nada.
-¿En Chile sucede, como aquÃ, que hay consultoras, que nunca se sabe a quien responden, que intermedian, y se quedan innecesariamente con fondos de distintas acciones estatales?
 -La figura del Estado en Chile tiene dos caminos. Uno, los servicios
del Estado y otro, las empresas del Estado. Las primeras se rigen por los parámetros de cualquier empresa privada y son medidas con los mismos estándares y por las mismas entidades que controlan a las privadas. Y por otro lado están los
ministerios, las intendencias regionales, las mismas fuerzas armadas que se
rigen por sus propios códigos, a través del Estatuto Administrativo. La
realidad ha hecho que estas empresas, dados los parámetros con que son
medidas, tengan que ser necesariamente muy eficientes porque son controladas
con parámetros del sector privads y en lo que son las instituciones y los
servicios públicos esta gente ha recibido la incorporación de la Ley de Alta Dirección Pública cuya base está en incorporar los conceptos de la gerencia privada y llevarlos al sector público y eso es lo que se denomina Gerencia Pública. Es decir, trasladar todas las buenas cosas que existen en el sector privado al sector público, de tal manera que la
gente pueda ir ascendiendo y ocupando posiciones en función de sus méritos. Una de las cosas relevantes que esto consigna es que en algún momento los cargos de confianza absolutamente del presidente de la República eran del orden de los 3000 y fracción. Esos cargos tienen que llegar a ser 500 porque todo ese diferencial tiene que empezar a ser llenado a través de concursos públicos y gente que irá ascendiendo por la vÃa del mérito.
-No por la designación polÃtica...
-Exactamente. Ahora usted sabe que en la Viña del Señor hay de todo e
indudablemente que nosotros hemos tenido eventos en que algunos
dineros han quedado entrampados. Lo importante es que si hay una cosa que
nosotros hemos ido aprendiendo es que las cosas cuando están mal, es mejor
decirlas y no taparlas ni ocultarlas y en eso la prensa ha jugado un rol
sumamente importante.
-Usted hablaba de los controles. ¿Cómo son?
-En todo lo que tiene que ver con los servicios públicos opera la ContadurÃa
General de la República, que tiene sus equivalentes regionales. Si de esas investigaciones administrativas resultan algunos eventos que delictivos, eso es traspasado a los tribunales de justicia y ahà siguen los caminos que corresponden. Y las empresas del Estado en particular se rigen por los controles que hay establecidos. Tienen ellos sus auditorias
externas porque asà está dispuesto por ley, están fiscalizadas por la Superintendencia de Valores y Seguros, son muchos los entes, pero hoy en dÃa el concepto que se ha impuesto es el del control social y que de alguna manera está vinculado con parte de lo que yo señalaba antes.
-En casi toda América Latina, los procesos de retorno a la Democracia han
venido acompañados de fuertes fenómenos de corrupción. ¿Cómo fue esto en
Chile y cuánta conciencia hay respecto de que la gente tiene el derecho y e deber de exigir rendición de cuentas?
-La vuelta al sistema democrático en Chile es del año ´90. Nosotros no
estamos exentos de esa realidad. Ha habido casos en estos últimos tiempos
que han provocado bastante conmoción pública, porque entidades oficiales, se han visto involucradas en cierta corrupción con entes privados. Pero también han
salido a la luz pública hechos como el de las cuentas que se encontraron
Pinochet y que están en proceso de investigación.
-¿Cuál es el tema de la maestrÃa que está realizando en Jujuy?
-El plan se llama "Análisis de Empresa" y la temática es algo más amplio que analizar solamente la empresa. Siempre lo he planteado asà porque creo que el nombre está mal puesto y debiera ser análisis de los organismos porque los mismos conceptos que son aplicables a las empresas, lo son a otro tipo de organizaciones. Dar una miradita hacia adentro y ver hacia dónde queremos ir y cómo podemos hacer para llegar a lo que
pretendemos. Tratamos de transmitir a la gente que participa de la maestrÃa una sumatoria de herramientas teóricas pero con la particularidad de que sea muy aterrizado a experiencias prácticas y pretendemos que ellos tengan una participación lo más activa posible.
-¿En Chile, a nivel popular, cómo se vive la idea de integración latinoamericana?
-Sin duda que la sociedad chilena la ve muy bien. El tema es que de repente
empiezan a aparecer algunas nimiedades que tienen que ver con intereses
polÃticos o históricos que reivindican viejas historias, que lamentablemente lo hacen
bastante difÃcil.A los chilenos, que nos hemos incorporado a una fuerte suerte de acuerdos y
tratados comerciales con algunos bloques más allá de la región, en algún
momento se nos dijo que nosotros habÃamos abandonado Latinoamérica. La
verdad es que no es asÃ, por el contrario, nos gustarÃa poder tener muchÃsima más integración de la que tenemos. Se hacen esfuerzos porque asà sea. Lo que no puedo no decir es que lo veo bastante complicado, muy difÃcil, no solamente por el tema de Bolivia, no por el pueblo boliviano ni tampoco del pueblo chileno, sino que hay razones históricas, culturales, polÃticas que a veces son utilizadas con algún afán y no en el bien superior de nuestras naciones.Tengo la impresión de que las cosas tienden a sustentarse en el tiempo
cuando existe la fe, cuando tenemos afecto, cuando queremos hacer las cosas. Creo que este es un sentimiento compartido por la sociedad, que estemos integrados en la medida de lo prudente, en la medida de lo razonable, Sin embargo, me cuesta mucho pensar que efectivamente se vaya a producir una integración importante a corto plazo, porque hay otros intereses y egoÃsmos propios de la naturaleza humana que afloran demasiado. Y ahà usted puede ver lo que ha pasado con el caso del MERCOSUR, por ejemplo, que a medio andar,anda. Ahà se ven dificultades. Lo que ha pasado alguna vez con el Pacto Andino y tantas otras cosas. Probablemente debiéramos tomar la lección del ejemplo europeo: se estaban destruyendo, pero en pocos años lograron una unidad que conviene a los paÃses y sus pueblos.
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