A mi querido hermano,
Habitante de este sueñoâ¦
Recuerdos
¿Me preguntas por mi casa?
La encontrarás en mis sueños
si caminas a mi lado
por los senderos del tiempo.
Un ángel cuida la puerta
esperando mi regreso
y me custodia hasta el patio
donde reviven los juegos.
Las paredes, encaladas;
clivias, en los maceteros
y una rayuela pintada
invitándonos al cielo.
Yo era una niña muy blanca,
brillo de oro en los cabellos
y en los ojos el asombro
descubriendo un mundo nuevo.
¡Qué largas eran las tardes
y qué cortos los senderos
que llevaban a la dicha
de vivir como en un cuento!
Si era invierno, en la sala,
latÃa blanco el silencio,
sólo se oÃan las chispas
que saltaban de los leños.
AparecÃan los duendes
que poblaban los espejos.
Por detrás de las cortinas
se agigantaban los miedos
y las sombras extendÃan
tentáculos en el techo.
Era entonces la ternura
de mi madre con sus besos,
eran sus ojos la luz
que iluminaba mi cielo,
claras manos del amor
disipando mis desvelos.
En el fondo habÃa un árbol,
verdes trinos y aleteos,
y sus ramas cobijaron
las primicias de mis sueños.
Era entonces la poesÃa
enredándose en mi pecho,
era mi padre el artÃfice
del milagro de los versos,
esas cálidas simientes
germinando en mi silencio.
¿Comprendes, mi buen amigo,
por qué esta tristeza tengo?
No pidas que regrese.
¡Duelen tanto los recuerdos!
Beatriz Busignani
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