Laura Barberis
Comenzando el mes de la primavera, mes emblemático si los hay en Jujuy, madres, tÃas e hijas hacen flores , como desde hace más de medio siglo; chicos y chicas compran y âmangueanâ chatarra, papel crépe, cables, focos hasta chasis y cuanto material descartable pueda servir para las carrozas. Princesas y reinitas se erigen reales, regias, en los bailes de cada colegio, preparándose para las competencias mayores, los sacrificados carroceros van armando alegorÃas en los canchones y las hinchadas colegiales van afinando los cantitos. Toda la provincia pendiente de la estudiantina. ¿Toda? Nooo... Hay más de uno (y una) que preparan sus propias carrozas, elaborando prolijos, frenéticos, complicados y siempre mutantes diseños, donde las elecciones legislativas del 2005 condicionan sus vidas mucho más que la realidad del 2004. Y para que no queden dudas del nivel de cultura polÃtica en el que nos movemos, en estas carrozas (a veces son carretas a veces aviones supersónicos; pueden ser minicarrozas, carromatos de circo y hasta catapultas) nunca hay una reina, todas son princesas ...y eso. Las distinciones verdaderas y seguras son para ellos, reyes, en general de saco y corbata, ud. me entiende ¿no?.
Por casualidad, por entrecruzamiento de estrategias, porque hubo situaciones que aceleraron los tiempos de unos y otros, o porqué sà nomás, de puro ansiosos, setiembre encuentra a la dirigencia polÃtica jujeña con los afanes y preocupaciones de siempre: actividades de rutina, gestiones; administrar y reorganizar espacios oficiales, negociar leyes y ordenanzas; responsabilidad fiscal, fondo fiduciario, financiamiento ordenado, privatizadas, reforma, audiencias públicas, reuniones de comisión, sesiones, inauguraciones, fiestas patronales, visitas nacionales, pero también con la preocupación de las elecciones del año que viene, en las que la chatarra y todos los elementos descartables âpersonas u objetosâ pueden servir; todo sirve, todo vale, como bien enseña la tradición carrocera. Claro que en estos ámbitos no se preparan florcitas de papel porque la manualidad que se practica es la del tejido. Es una industria textil en la que entran todas las fibras: de llama, de lana de oveja, de nylon, de soga, de piola y algunos alambres como el de púa -que también es útil a dos agujas o en los tradicionales telares andinos-, claro que los mejores trabajos, los más productivos a la larga, son los que se hacen con hilo invisible, tenues rosas y flores de cardón y una variedad de la flora local a la que llaman flor de carancho, que van ornamentando las fantasmales carrozas que andan de aquà para allá y que recién se revelan, coloridas y siempre con sorpresas, justito, justito, cuando vence el plazo de entrega de listas a la justicia electoral. ¡Mire que falta para ese momento! Un año. Pero sin embargo, las fatigas son tantas para llegar a las bancas que es mejor empezar a diseñar la alegorÃa con tiempo. Por ahora muchos se sienten como melón suelto en el acoplado vacÃo de un camión. De ahà las urgencias en anticiparse.
LA CARROZA
DE LA UCR
Es grande, pero tambalea. Claramente dividida en dos partes en los últimos catorce o quince años, no deja de mostrar que los espacios más importantes tienen a su vez otras divisiones, bastante notables. Se está inaugurando un perÃodo en que no todo es un lecho de rosas en la carroza radical. Varios están sentados sobre camas de espinas; empezando por Gerardo Morales, que de tanto cuidar el trono, de tanto tratar de que ningún otro rojiblanco se trepe a un podio un poquito más alto, que tenga un centÃmetro más que años anteriores, se va quedando solo, solito y solo, aunque rodeado. Hasta ahora la CON, con los tiempos del carisma de Pajarito y sus doce años de aparato municipal, fue un importante aliado, un adversario interno muy útil, (siempre con las idas y venidas de la relación amor-odio) funcional para mantener a raya las aspiraciones de los seguidores de Gerardo. Pero este año, después de tanta derrota y frustración, con la CON muy disminuida en su poder y en su capacidad de negociación; dividida como está entre la convicción radical de Pizarro, Meyer y otros, de no tolerar más la pavada fracturista de Jiménez; ahora, por primera vez en años, Gerardo enfrenta su futuro polÃtico, y el de la UCR, con probable oposición interna de los propios, fuerte y peligrosa para la consecución de su reinado. Quiere la reelección como senador nacional y aunque la mayorÃa está de acuerdo en que él es el que más tracciona a la hora de la campaña electoral, se alzan voces, inclusive por TV, despotricando un poco âporque siempre se queda con todoâ. Mónica Arancio de Beller también quiere la reelección y la CON no sólo que no la discute sino que la propicia. Ambos entienden ser una buena dupla, un buen tándem. Pero qué quiere Alejandro Nieva, que con la regularidad de un reloj atómico hace veinte años que pecha en las legislativas intermedias ¿está Alejandro en primera o en segunda lÃnea? ¿cómo es? ¿cómo será? ¿Y los demás? ¿Hay acaso, hoy en dÃa, gente con espacio propio en la UCR jujeña, o todos y todas van apenas al borde de una carroza, cuyo espacio central delimita Gerardo con puño de hierro. Claro que unos cuantos, hablando de bancas provinciales y municipales, tienen asegurada la re o re-reelección. Otros creen que ya les toca ... pueden llevarse un chasco; no serÃa la primera vez. De todas formas, es coherente prever que las elecciones internas en la UCR, abiertas o cerradas, van a ser bastante calmas; es poco lo que hay para repartir y nada mejor que un futuro incierto para producir la tan mentada âcalmaâ. Por supuesto en el horizonte, también está la condicionante situación de si Fellner va a tener, e ir en tal caso, a la re-re.
LA CARROZA
PERONISTA
Partido que por su doctrina, nunca tendrÃa que haber hecho carrozas pero Carlos Ménem mediante, se acostumbró a los fatuos oropeles, a las frÃvolas guirnaldas, a las luces de colores y al respeto irrestricto, casi devocional, por todo aquello que Perón depreciaba, a tal punto que todavÃa hay dirigentes que, a pesar de la luz verde que les da el discurso del ministro Tomada y del propio intempestivo Presidente, no se animan a decir que los obreros de las empresas privadas deben ganar bien, por ejemplo; prefieren usar la palabra trabajador y creen que siempre hay que destacar que las empresas están jaqueadas por la situación y que los trabajadores deben ser comprensivos y estar contentos porque tienen trabajo. Pero, digresión aparte, y a pesar de lo anterior, el peronismo va recuperando lentamente su lenguaje y se plantea, entre pases y apurones, cómo va a ser la carroza que va a llevar a los candidatos a concejales, diputados provinciales y legisladores nacionales a los comicios de octubre del 2005. Hay quién se pregunta, si la carroza justicialista se va a armar de tal suerte que, de nuevo, teniendo todo para ganar, pierdan un senador y un diputado nacional, como pasó hace tres años. ¿Se acuerda? Metieron diputados provinciales a rolete, pero mientras el peronismo de todo el paÃs se instalaba en las bancas nacionales, para las cuales la campaña se las habÃa hecho De la Rúa presidente; en Jujuy, el PJ perdÃa espacios en el Congreso. Guillermo Jenefes quiere la reelección, lo dijo en la radio. ¿Qué querrá ser Carlos Daniel, al que no le va nada mal allà donde está? Porque por ahora, igual que los correligionarios, los compañeros van finteando con los cargos nacionales.
A diferencia de la UCR, se huele que las internas justicialistas, abiertas o cerradas, van a ser un buen fandango, de aquellos que con piruetas, teatralizaciones, peleas y danzas alocadas, desfilaban en el Vegigazo de leyenda que supo tener la Fiesta Nacional de los Estudiantes, cuando los jujeños éramos más libres de espÃritu. ¿Cuánto lo van a presionar a Fellner? ¿cuánto se dejará? ¿está dispuesto a que, con su conducción, el PJ reste legisladores. ¿Quiere Kirchner crecer en el Parlamento? SÃ, quiere. Es que se trata, de buscar de nuevo la libertad de la que hablaba antes y que la polÃtica tenga un poco más de apertura para aquellos a los que siempre les toca doblar votos, o hacer flores, poner focos, subsanar corto circuitos y que nunca pueden subirse a la carroza, metafóricamente hablando. Hay gente que se cansó de ser florista, muchos están hartos de cortar cables, de recolectar chatarra, de desvelarse en los canchones y se están decidiendo a mejores usos para el soplete. Se viene, le digo, se viene...
LOS CARRUAJES
Los partidos provinciales o los llamados âchicosâ de origen nacional, también se preparan para la competencia, armando más modestos transportes, como carruajes, confiando en que parte del electorado vuelva a apostar a ellos, sabedores de que reforma polÃtica y/o constitucional o no, igual les van a hacer un corte de manga con la tan charlada cuestión del âpisoâ. La verdad que es un misterio, faltando un año para las elecciones, saber qué va a pasar con los candidatos del ARI-Cambio Jujeño, MORECI, Movimiento Popular Jujeño, LÃDER. Por un Nuevo Jujuy y los demás, los otros, algunos de ellos fuera de juego, con las personerÃas jurÃdicas ya perdidas.
Las últimas encuestas no les da ningún crecimiento de imagen a sus dirigentes ni tampoco en la intención de voto. Pero para saber si esos carruajes van a estar en la cancha bien posicionados o no, falta; falta tiempo, falta que el electorado se interese y la verdad es que la gente, por ahora, al revés que los dirigentes tan ansiosos, quiere ver los desfiles de la Avenida Córdoba.
Igual hay que ponderar que de nuevo se piensa en frentes y alianzas, ya hubo reuniones comunicadas a los medios y todo. Se analiza, se tantea la posibilidad de reagruparse y juntar fuerzas para hacer una buena carroza ¿porqué no?.
Finalmente es razonable pensar que hay tela para cortar no sólo en la Primavera inminente, sino también en los meses venideros; en el verano, el otoño; en fÃn, las estaciones que pasan sin prisa, sin pausa, verdaderamente sin nombre, totalmente ajenas, ignorando por completo no sólo las ansias de las personas, sino su propia existencia. ¿O acaso al verano o al invierno, en su regular eternidad, les importa quiénes serán senadores o concejales? ... Pero nada de filosofÃa, querido lector. Eso sÃ, no baje la guardia a la hora de ver cómo se van armando las carrozas para el desfile y la competencia del próximo Vegigazo.
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