Puesto en docente, el influyente secretario general de la Gobernación, Julio Frías, se explayó en la radio sobre la necesidad de cambiar la Carta Magna de la Provincia y cuestionó a la dirigencia radical por ejercer una oposición que no tiene "ni siquiera argumentos políticos". Un rico diálogo para imaginar la gran pelea política que se viene en Jujuy.

      Decidido a hacer un poco de docencia, el escribano Julio Frías, estuvo en El Ojo de la Tormenta invitado a analizar la reforma constitucional que impulsa el Gobierno. El hombre fuerte del Gabinete de Fellner dejó en el aire varias definiciones tales como que la modificación de la Carta Magna es el "tema más grande que tenemos los jujeños entre manos", que el Radicalismo "no tiene ni siquiera argumentos políticos para decir por qué no reformar" y que "nunca se pensó en poner la re-reelección del gobernador por encima de cualquier otra cuestión".
      Convenciendo en algunas cosas y en otras no tanto, Frías aseguró que el cambio de la norma fundamental tendrá un efecto positivo sobre el desarrollo de la provincia al afirmar que se logrará seguridad jurídica para atraer inversiones y por otro lado, fue bastante duro con la movida legislativa para transparentar la designación de jueces. La posibilidad de que el electorado, a través de elecciones, opine sobre la necesidad o no de cambiar algunas cosas, tales como la cantidad de diputados y concejales, y la ilimitada renovación de mandatos en los cuerpos legislativos, completaron un diálogo muy amplio que permite saber dónde está parado el Gobierno ante un tema que promete quitar un poco de aburrimiento a la siesta jujeña.

-De una, hablemos de la reforma de la Constitución.
-Es uno de los temas más importantes, no sólo de este Gobierno; sino que es uno de los temas más importantes que tenemos los jujeños entre manos. Lo que falta es docencia. Se habla de la reforma de la Constitución y de la reforma política y se confunden a veces las cosas. Se puede hacer una reforma política sin una constitucional; pero esta última es la importante para el presente y el futuro de la provincia y, además, implica la reforma política. Ahora ¿docencia en qué sentido? A veces mucha gente no sabe ni para qué se escribe la Constitución o por qué se debe reformar. El Radicalismo en su momento, en el discurso pre-electoral del 2003, planteó la reforma constitucional como una cuestión insoslayable. Uno de sus actuales diputados -en ese momento ex juez- publicó, una vez por semana en el diario Pregón, más de cincuenta artículos puntuales sobre la reforma de la Constitución; me refiero a Benjamín Burgos, una persona que aprecio mucho, un hombre inteligente, capaz y bueno. Ahora ni siquiera tiene argumentos políticos para decir por qué no hacer la reforma, tal como ha decidido la UCR. También se tergiversan mucho las cosas. Cuando en el 2002 el gobierno de Fellner mandó a la Legislatura el proyecto de reforma constitucional, nunca se pensó en que se iba a poner por encima de cualquier otra cuestión el tema de la re-reelección. Eso no existe. ¿Cómo podemos hablar de re-reelección cuando el gobernador recién ha llegado a ocho meses del período de gobierno para el que fue electo?.

-Habiéndole planteado eso a Gerardo Morales, en este mismo programa, dijo “pero después aparece un convencional tirando el tema y no se acordó nada”.
-Pero eso no es verdad. Si el proyecto fue a la Legislatura, más vale que en él están los temas que se quieren debatir y modificar. Por eso, cuando hablo de docencia, no hablo de la maestra que le tiene que enseñar a los alumnos numerosos y diversos temas, sino que me refiero a cosas concretas. Hay cuestiones de suma importancia que luego van a trasuntar en un desarrollo que la Provincia necesita imperiosamente, por lo que urge adecuar la Constitución y sus leyes para ese fin. Dejemos de ser la provincia chata en que nos hemos convertido, para ser una provincia realmente pujante.

-¿Por qué crees que una reforma de la Constitución puede incidir en forma directa en el desarrollo de la provincia, en un futuro mediato, supongo?
-Obviamente que hay que hacer una reforma constitucional para ver de qué forma debe ser manejada la Justicia; de qué forma deben ser elegidos los jueces, cuáles son los requisitos que los candidatos deben cumplir para acceder a los cargos. Si me decís qué tiene que ver la Justicia con el desarrollo de la provincia, ¿cómo no va a tener que ver? Hasta las mismas inversiones requieren ese tipo de cuestiones que, en principio pero no solamente, tienen que ver con la seguridad jurídica. En los últimos días escuché muchas cosas respecto a cómo debía manejarse la selección de jueces pero hay algo de lo que se olvidaron todos, nadie lo dijo; la Constitución determina con precisión las pautas para designar a los jueces del Superior Tribunal: el Poder Ejecutivo envía los pliegos a la Legislatura y ésta sólo puede decir sí o no. Nada más. Y los jueces inferiores vienen propuestos, en una terna, por el Superior Tribunal, el gobernador elige uno de cada terna, lo deriva a la Legislatura y ésta sólo puede decir sí o no. Los diputados tienen un término de treinta días que les da la Constitución, la que determina que en el caso de que la Cámara no diga ni sí ni no, aparece esa figura del acuerdo tácito, en la cual la no respuesta legislativa es el sí al pliego que mandó el gobernador. De manera que eso no se puede modificar. Lo que han propuesto últimamente es sólo una especie de maquillaje que, en definitiva, podría transformarse en un circo peligroso e injusto para los candidatos. Que me disculpen quienes han estado en el tema, creo que no han pensado en los riesgos que se corren cuando se pone el nombre y el honor de las personas sin la protección constitucional en juego, sobre todo en una comunidad chica como la nuestra. Si nos vamos al caso nacional, Kirchner, con sus facultades, hizo un decreto en el cual se autolimita él mismo en cómo iba a mandar las personas candidateadas, pero no se quitó las facultades para elegirlas él en su momento y el Senado lo único que podía hacer era decir sí o no, como pasó con los miembros de la Corte Suprema recientemente nominados. Acá es lo mismo. No nos tenemos que engañar con eso, cuando no es la realidad; ya que la realidad es que si decimos que queremos otro tipo de Justicia, que los jueces tengan tal o cual condición, que sean idóneos, que existan concursos, que se haga un Consejo de la Magistratura o como se lo quiera llamar, no hay más remedio que reformar la Constitución. ¿Por qué doy este ejemplo precisamente?, porque se está trabajando en estos momentos en una cuestión que no es nada más ni nada menos que maquillaje, que en definitiva no sirve para nada.

-Aquí te pregunta un oyente “¿si el peronismo no llega a un acuerdo con la UCR, no aceptará cambios parciales como los que se han propuesto para la designación de los jueces o el voto sábana?”
-Sobre el primer tema ya dí mi opinión. En cuanto a lo otro, en este momento la UCR habla de la reforma de la Ley Electoral. Obviamente que necesita ser modificada. Es cierto que se puede cambiar sin tocar la Constitución, pero para qué, si modificamos la ley solamente, no cambiamos nada de fondo. Es decir, modificamos la manera de elegir porque puede ser con período de tacha, con lista sábana o sin lista sábana, pero ¿estamos realmente haciendo una reforma política? ¿Estamos diciendo cuántos diputados va a haber? ¿La gente quiere más diputados, los mismos o menos? No nos olvidemos que la Constitución determina que los legisladores provinciales pueden llegar a ser hasta 60, de acuerdo a la cantidad de habitantes que arrojen los censos. ¿Queremos 60 diputados? ¿hacen falta 60? Esta es la discusión que nosotros queremos dar y a la que la oposición se niega terminantemente. Lo mismo hablando de la cantidad de concejales que tienen las ciudades y pueblos. ¿Qué es lo que quiere la gente? ¿Realmente quiere que las cosas sigan como están?

-Creo que no tiene que haber re-reelecciones. Todos se tienen que ir después del segunda mandato; gobernador y legisladores nacionales y provinciales. Por lo menos dejar un período. Pero por ejemplo, pregunta otro oyente,” ¿por qué el gobernador no renuncia a la re-reelección y ya está?”.
-Porque no se puede renunciar a algo que no existe. Es un absurdo; no está en nuestro proyecto de reforma y Fellner ha reiterado que no es su objetivo. Vamos a dar dos ejemplos ¿qué es lo que se quiere?, ¿cómo nosotros estamos planteando limpiamente las cosas o como se hizo en Salta el año pasado, o en Formosa, en donde se modificó la Constitución exclusivamente para posibilitar la re-reelección de los actuales gobernadores? No es eso lo que estamos haciendo nosotros, porque si fuera así, esperamos hasta el 2005, y con los 32 diputados que vamos a tener y si la gente realmente quiere, reformamos la Constitución como se nos dé la gana. También hay que pensar en otra cosa, puede haber re-reelección y al propuesto no interesarle porque puede haber llegado -en este caso- después de nueve años de gobierno, agotado totalmente, cansado. O como he leído últimamente, por ejemplo, dos o tres ideas que andan dando vueltas por ahí, de que la mitad de los dirigentes tienen que ser menores de 40 años, o que la reforma política nacional está por ir al freezzer. Está bien, este tipo de cosas yo las puedo entender, pero en el caso que nos interesa di esos ejemplos porque son claros. ¿Queremos más una reforma de la Ley Electoral para decir si se votará por lista sábana o por personas, o nos interesa más a los jujeños saber qué cantidad o cómo serán distribuidos los cargos en los poderes, el número de diputados, concejales y vocales? Cuando hablo de distribución es porque en el proyecto que hemos mandado, nos interesan los diputados por Departamento y diputados en general; legisladores que conozcan su zona y no que digan representarla. Hoy en día, las cosas se dan de otra forma. Hoy en día tal vez sea más importante un diputado por La Quiaca que un diputado por Perico, porque si se va adelante con todo lo que significa la integración con el sur de Bolivia, con el norte de Chile, con Paraguay, Brasil y el NEA, Jujuy necesitará fortalecer acciones claves en la región. Y para hacer este tipo de cosas, con tantas posibilidades que confluyen en este momento, es una gran mezquindad querer suplantar la reforma constitucional por modificaciones en la Ley Electoral.

-Sé que no se pueden dictar leyes para la coyuntura, pero hay circunstancias largas, en el tiempo largo, que demuestran que en Jujuy hay que hacer algo estructural respecto a las comisiones municipales e inclusive los concejos deliberantes de intendencias grandes, en los que todos sabemos las cosas que vienen pasando desde hace años. ¿Qué implicaría al respecto la reforma, al menos en el proyecto del Gobierno?
-Implicaría solucionar esos problemas. Es muy simple, no podemos estar nosotros dependiendo de que en una comisión municipal o inclusive en una intendencia, se esté discutiendo y duren tres meses los presidentes porque se pelean los primos entre ellos, los amigos entre ellos, para ver quien es el presidente. Todo eso que nos hace nada más que daño porque al final de cuenta por esas peleas las cosas no se hacen, queremos evitarlo y ¿cómo se puede evitar eso? haciendo este tipo de reforma de la que estamos hablando porque ya sabemos que eso existe, hemos tenido la experiencia suficiente. Esto no se arregla modificando leyes sino modificando la Constitución. Y hay otro tema importante, entre varios, tenemos el régimen económico-financiero de Jujuy, en base a la estructuración que tenía el Banco de la Provincia que ya no existe y siguen las cosas así porque la Constitución no se ha modificado. Es decir, hay temas grandes. La idea es mejorar lo que hay que mejorar y sustituir lo que ya no existe. También está el tema de mayorías o minorías para determinado tipo de cosas en las sanciones legislativas. Hay que estudiarlo a fondo, hay que saber si realmente para determinadas cosas hacen falta 32 votos o hace falta la mayoría y nada más.

-Una oyente dice que “está de acuerdo en que no debe haber re-reelecciones porque hay numerosos diputados y funcionarios que ocupan los cargos desde hace mucho tiempo”... -Muy interesante. Se habla o se condena, -y yo no estoy defendiendo la posibilidad, legitimidad o derecho del gobernador, de cualquier gobernador, a ser re-reelecto- y resulta que hay re-reelección de diputados y concejales. Los legisladores pueden ser elegidos una y otra vez. ¡Cuantas veces quieran! Indefinidamente. Este tipo de cuestiones no está dentro de la Constitución. Entonces, si vamos a discutir la re-reelección del gobernador, discutamos también nuevas pautas para todos los cargos electivos, que es lo que la gente quiere. Es por eso que no quieren ni debatir ni acordar.