Volviendo al tema de lo que contienen las palabras, la curiosidad actual es hoy en Jujuy que Eduardo Fellner, que seguramente tiene previsto ser gobernador en el 2011, dice que ya lo fue y ahora no es el caso; y Gerardo Morales que no quiere saber nada de presentarse por tercera o cuarta vez, afirma que va a ser candidato.
      Mientras tanto la interna del PJ local preanuncia una salvaje escalada para los próximos meses. La Mesa Chica (integrada por Fellner, Barrionuevo, Segura, Rivarola y Jenefes) trastabilló hasta quedar por el suelo. Claro, nunca fue una mesa de banquetes, fue creada, con aprobación del Congreso partidario, para armar las listas para las anticipadas elecciones generales de junio de 2009; entre pitos y flautas, lo hizo a pura matraca, porque la verdad, de representatividad como a una le gustaría, hubo poco y nada.
      Para estos avatares se esgrime la cantidad de votos con que dice contar cada uno, los medios de comunicación que tienen y su influencia sobre la opinión pública y algunos otros elementos tales como la cercanía con uno u otro sindicato u organización social, la plata que van a poner (¿después la sacarán?) y los derechos (derechos que debe haberles otorgado alguna exótica divinidad, ya que nadie se explica de dónde los sacaron) que todos tienen a ser candidatos a todo.
      Â¿Cómo se desarrollarán las cosas? Se habla de que la fórmula sería Fellner-Rivarola; Jenefes y Fellner (Liliana) a la reelección en el Senado; Segura a la intendencia de Capital; Snopek, que ya estaría adentro de nuevo, querría volver a ser diputado nacional, cargo al que también aspiraría Alberto Ortiz, quien quiere dejar en la intendencia de Palpalá a su hija Mariela, porque parece que en la ciudad siderúrgica, como en tantos lugares de Jujuy y Argentina toda, los cargos son para algunas familias porque se trata de pequeñas monarquías, constitucionales, sí, pero hereditarias y absolutistas. Marcelo Llanos anunció que se va por afuera si no le dan, por lo menos, tres lugares en la lista de diputados provinciales.
      Claro que estas son las primeras jugadas, a partir de las cuales también se anuncia que Gerardo Morales va a ir a la reelección en el Senado y Mario Fiad sería el candidato a gobernador, siempre y cuando le aseguren a la UCR que va a mantener la intendencia de Capital. Así de fácil. Así de vacío de contenido todo.
      La verdad es que en el PJ, el único, y hasta ahora, que puede consensuar con todos y aparte tener la aprobación de un importante sector de votantes, sigue siendo Fellner, que manifiesta que no tiene ganas de ser candidato sino se arma un esquema coherente de provincia, con menos paros y más proyectos; con más participación y compromiso del sector privado, con menos bolonqui en las calles y más trabajo en oficinas, escuelas, hospitales, etc.
      La propiedad de los dichos de Fellner es indiscutible pero me pregunto si cuenta con gente, con dirigentes, que primero trabajen para el proyecto, operen y sumen y, después, sirvan para integrar el gobierno en cuestión porque el canibalismo de los últimos largos años mandó a la casa a casi todos los que saben y se quedaron los que son jefes. Se advierte en el Partido, en el Gobierno y en todas partes.
      Quizás el presidente de la Cámara de Diputados, al calor de las cosas vividas en ese complicado -complicadísimo- cargo haya decidido volver a Jujuy y resolver el viejo dilema que siempre le apuntamos desde esta publicación. Quizás haya decidido volver y convocar a los peronistas a una patriada en serio, por ejemplo hacer una construcción política entre muchos, que permita el crecimiento y despegue de la provincia, y cuando digo despegue, me refiero exclusivamente a que se hagan las cosas para que la gente viva mejor, no por un plan o porque se integre a una organización social, sino que viva mejor en serio, en su casa; para eso vuelvo a ser temática y pesada e insisto en que un cambio estructural pequeño, vale más que diez mil bolsones.
      Creo que Fellner no se da cuenta hasta dónde podría llegar si se animara a una convocatoria abierta -inclusive con la participación activa de algunos opositores, en Jujuy nos conocemos todos y sabemos cuánto calza cada cual- porque al final, la provincia, con toda la dependencia económica y financiera de la Nación, igual es independiente a la hora de conducir un planificado proceso de crecimiento. Ya se ha hecho, duró muchísimos años, por eso el peronismo sigue ganando elecciones. ¿Se animará Fellner a hacer algo distinto? ¿Tendrá empuje y fervor, ganas de sacarse de encima a las aves de rapiña, de distinta catadura, que lo rodean y que son sólo codicia, sólo ambición y, encima, tan básicos, tan elementales?
      A todo esto, y volviendo a especulaciones menos ideales y más concretas, hay que empezar a ver cómo se va a aplicar el código electoral en función de las necesidades de los unos y los otros. Creo que allí va a saltar el gato, ya que, como en el truco, las cartas escondidas son las que van a poner los triunfos sobre la mesa. Para mí, que ya está todo cocinado, le falta el aderezo, pero para el condimento tienen tiempo de sobra.