Sergio Adamek

               “Hay muchas cosas por hacer, mucho por mejorar, proyectos que hay que financiar ya sea con dinero, con creatividad, como se pueda, pero en definitiva lo estamos haciendo y eso es lo importante. "Situaciones de pobreza, injusticia y abandono ha habido siempre, lo que ha cambiado es la forma de encararlo. Cada año cumplido es bueno para hacer un balance de las cosas realizadas, y yo creo que en nuestro caso el balance es bueno en general, con todas las dificultades que existen" dijo en esta entrevista, Sergio Adamek, director del Hogar Escuela Nª 1 Monseñor José de la Iglesia, que el pasado 5 de junio cumplió 60 años. El establecimiento de la Avenida España 1660 tiene hoy alrededor de casi doscientos alumnos pupilos y semi pupilos que cumplen actividades y reciben enseñanza en el antiguo establecimiento, por turnos, y la asistencia escolar necesaria. Dirigida por Sergio Adamek desde hace 22 años, un ex lasallano que encontró su “lugar en el mundo” en el Hogar Escuela; la institución fue una de las 20 creadas por Eva Perón en el país. Cabe señalar que a principios de la década del ’90 fue cerrada “por falta de mantenimiento” y reabierta dos años después por la ministra de Educación de la época, Diana Mohorade.

-¿Cómo definís el presente de la institución?
-Sostengo que hubo niñez abandonada hace sesenta años, hay ahora y, lamentablemente, va a seguir habiendo. Lo que va a cambiar es la forma de atender a la niñez, por ejemplo hace sesenta años cuando se crean estos hogares era otra Argentina económica, política y socialmente hablando. La respuesta que se dio al problema fue muy fuerte y continente, con un estilo funcional algo militarizado y, de alguna manera, muy católico. Nosotros decimos ahora que atendemos a esta niñez abandonada de otra manera, como dice el evangelio: “a los pobres los tendrán siempre con ustedes”, esto es lo mismo. Niñez abandonada va a seguir habiendo porque las personas somos muy complicadas, traemos hijos al mundo y cuando no sabemos qué hacer con ellos los dejamos por ahí. Estas instituciones como el Hogar u Hogares de Tránsito y demás, son una respuesta organizada. Lo ideal es que cada uno esté con su familia, pero hay que decir que hay criaturas que viven y crecen no gracias a su familia, sino a pesar de ella. Es decir es mucho más dificultoso para ellos vivir porque tienen a lo mejor una madre o un padre que no los cuidan y los mandan a mendigar para su beneficio. Hay padres, tíos y abuelos que abusan de niños y niñas, abusos deshonestos, violaciones y demás. Entonces nosotros tenemos criaturas a las cuales les damos una mano porque tienen un poco el alma y el corazón enfermo.

Frente del Hogar Escuela.

-¿Cómo se trabaja?
-Por un lado damos a los niños contención afectiva, social, alimentaria, escolar. Por otro, acompañamos a los tutores diciéndoles de alguna manera ‘ahora usted está pasando una situación difícil’, ponele que se separa una pareja, eso es todo un cambio para el niño. Los que más sufren ante eso son los más débiles del grupo que suelen ser los hijos, a ellos les gritamos, les pegamos, se producen infinidad de situaciones de conflicto y agresión. Muchas veces lo que hay que hacer es esperar a que pase ese cimbronazo, la separación en este caso, y a veces no es poco tiempo. Ayudamos a esa familia, a esa mamá sola, a ese papá solo durante un tiempo y luego la idea es que los niños regresen a sus hogares, es lo ideal. Pero a veces lo ideal no es lo real ni lo posible. Resumiendo, en la década del ‘50, cuando se crea este Hogar, la Escuela Nº 15 en el país, se les atendía de una manera, un estilo más uniformado, más militarizado, acá se les daba todo, es lo que yo digo una modalidad medieval. La fortaleza de la institución era que el niño no tenía que salir fuera, todo lo tenían acá, médico, enfermera, zapatero, peluquero, escuela, todo. Y la institución era más fuerte cuando el niño no tenía necesidad de salir. Era la idea de la muralla que protegía a la sociedad medieval. Ahora nosotros decimos que tenemos que interactuar con las otras instituciones de la comunidad, si estás enfermo vas al hospital, necesitas educación vas a la escuela, hay que cortarse el pelo y nos visitan estudiantes de peluquería o nosotros los visitamos. Antes había catequesis acá y tomaban la primera comunión, ahora van a la parroquia de su barrio. Damos espiritualidad pero no somos sectarios, ser católicos, ser evangélicos y demás. Damos espiritualidad a través del arte porque así nos emparentamos con Dios, nos hace ser parte de la obra creadora de él. Y por otro lado damos religiosidad y espiritualidad a través de bendición de los alimentos, de personas como el Obispo que vinieron a dar catequesis, charlas del Movimiento Familiar Cristiano. Sin sectarimos. Vienen, también, evangelistas a difundir la palabra de Dios. Nosotros hacemos mucho hincapié en ‘no le puedo cambiar la vida a estos chicos’. Si hay un hijo de una señora que es mamá de seis o siete, lava ropa y demás para subsistir, yo no le puedo cambiar la vida, no le puedo conseguir un trabajo a la madre ni decir al niño que le voy a conseguir una casa. Nuestra función va a ser darle a ese chico la mejor cantidad de armas intelectuales, afectivas y personales para que él se enfrente a una vida dura que le toca vivir de la mejor manera posible. Es decir los chicos asisten a escuelas de los alrededores del Hogar, acá un profesor de educación especial o un maestro le ayudan a hacer las tareas, pero a su vez tenemos talleres de computación, teatro, música, formación integral, reciclado, ajedrez, instrumentos musicales, danzas folklóricas y otros. La idea es que el niño se enfrente ante la vida con todas estas armas y que sea conciente que le va a costar más que a un chico de clase media que tiene otras oportunidades, la idea es decirle ‘tienes estas fortalezas que te dan los estudios, alguien que te quiere, alguien que no te va a hacer daño’. Por ejemplo, una niña que es abusada, tiene un estigma para toda la vida, va a vivir con eso, no es que no pueda vivir al contrario, pero acá les mostramos que no todos los varones van a aprovecharse de ella, que va a encontrar un varón, maestro, director, personal de acá, compañeros y demás que la van a proteger, que la van a ayudar. Y lo mismo con los tutores, hay un tutor que debes decirle ‘¿conseguiste nueva pareja? bárbaro, ahora, no te quiero dar una luna de miel para que tus chicos estén acá y vos la pases bomba porque estás afuera y no tienes responsabilidad’, no es así. ‘Si vos extrañas a tu hijo qué vas a hacer mientras esa criatura está acá, comprá bloques y hacete una piecita más, un baño, los papeles para regularizar tu casa si vives en un terreno fiscal y que no te saquen. Nuestra misión es que el niño regrese con su familia donde se acomodaron mejor los padres.

Dormitorios.

-¿Cuándo se inauguró el Hogar Escuela?
-El 5 de junio de 1950, como dice la placa que está en el hall, a la entrada. Pude hablar con gente que estuvo en el Hogar cuando niños y me dijeron que fue un acontecimiento muy fundamental. Eva Perón llegó en tren y desde allí por la calle Alvear que tenía sentido contrario al actual, subió acompañada por mucha gente hasta aquí para hacer la inauguración.

-En lo edilicio y en cuanto al mobiliario ¿qué se conserva de lo original?
-Cambiamos los soportes de los techos, pusimos madera de quina porque la original con el tiempo, con la humedad, empezó a deteriorarse; también las cañerías de vapor y de electricidad porque hasta hace unos diez o doce años atrás todavía estaban los famosos cables de tela de la época de la fundación. Sin embargo, nos queda hasta la cámara frigorífica que había en su momento, que tenía una báscula donde se pesaban las medias reses. Ahora, a la cámara, la usamos para guardar verduras, lácteos y otras cosas. Los revestimientos de mármol de Carrara y travertino siguen como cuando se los colocó.
Sí, y es gracias al personal que fue muy cuidadoso. Tenemos las ollas marmitas donde se cocina, tengo un plano del año 50’ donde ya están proyectadas a través de un sistema holandés para cocinar al vapor. Hoy sigue funcionando y cocinamos con ese sistema. En la ropería tenemos lavarropas y centrifugador y secarropa que están funcionando, no funcionan los planchadores pero lo hacemos de otra manera. Hay camas que son de la época de la fundación. El material con el que están hechos son muy buenos, madera o hierro. En aquella época Eva decía ‘a los pobres no les tenemos que dar lo que nos sobra, a los pobres de este país les tenemos que dar lo mejor para que aprendan, para que vean que se puede vivir mejor’. Entonces, una cama que dura 60 años es porque era de buena calidad y así con el resto del mobiliario, maquinarias y la construcción en general. 

Niños trabajando en la huerta.

-¿Cuándo se hizo la escuela?
-Por lo que sé los chicos, alrededor de 400, iban a las escuela cercanas y eso produjo problemas con la matrícula en las mismas; así que, después que lo solicitaron se construyó el edificio y en 1952 ya estaba funcionando y lo hizo ininterrumpidamente hasta 1991, cuando el Hogar se cerró durante dos años, porque se decía que había problemas en los techos y que la caldera estaba a punto de explotar por falta de mantenimiento, muchas situaciones que llevaron a ese momento. En el año 1994, durante la gestión del gobernador Perassi, la ministra Diana Mohorade lo reabre y me convoca para llevar adelante un proyecto distinto al que venía funcionando, con la interrelación con la comunidad de la que te hablaba antes. También funciona el Colegio Secundario Nª 2 desde hace unos años en un edificio que la provincia construyó.

-¿Qué sabés del funcionamiento del Hogar Escuela durante las dictaduras?
-Conozco que cuando fue la revolución del ’55, lo que cambiaron fueron todos los símbolos del peronismo; raspando platos, por ejemplo, rompiendo otros objetos o eliminando libros de texto. Se que se arrastró por las calles céntricas de Jujuy, con una cadena, un busto de Eva Perón que, después fue repuesto y es el que está en la entrada. Sí se mantuvo el funcionamiento del Hogar. Desconozco que pasó en los otros períodos de facto.

-¿Cuánta gente trabaja hoy?
-16 docentes que cubren horarios desde las 7 a las 22 hs., también tenemos 6 maestros de talleres para computación, huerta, música, teatro y demás; 4 personas de gabinete, necesitamos mucho un gabinete de orientación para la familia, los niños y también para los otros docentes. En lo que respecta al personal que tiene que cocinar, dar de comer, limpiar los dormitorios, lavar la ropa y demás, entre los tres turnos porque hay personal que está encargado del albergue y cuida a los chicos de 22 a 6 hs. es de 26 personas titulares y unas 12 de los planes sociales y de capacitación para poder atender esto que funciona todos los días las 24 hs.

Alegría ante la cámara.

-¿Cambiaron con el correr del tiempo los requisitos para el ingreso?
-Sí, siempre fueron cambiando con las épocas; ahora hay requisitos básicos: DNI, certificado de nacimiento, de vacunas. Pedimos, también, un informe del agente sanitario que trabaja en el centro de salud del barrio que corrobore la situación que se plantea como adversa y que motiva la solicitud de que el niño asista al Hogar. Más del 50% proviene de Alto Comedero; del interior de la provincia no hay, pero muchos pertenecen a familias que, desde distintos puntos de la provincia, se radicaron en la ciudad. A veces nos piden desde una escuela que tal alumno asista a este Hogar porque su madre es analfabeta y ese chico necesita apoyo escolar, es decir que hay varias formas por las cuales un niño puede ingresar a la institución. También nos solicitan desde la dirección de Niñez y Adolescencia o a través de un oficio del Tribunal de Familia.

-¿Los tutores hacen alguna contraprestación?
-No económica, obviamente, pero cuando hay medidas de fuerza del personal, hay madres que vienen a preparar la comida, por ejemplo. No hay días ni horarios para que vengan a ayudar al Hogar pero en algún momento de su visita o para traer y retirar al hijo es cuando se quedan para colaborar. Ahora, no le pedimos sólo que venga a lavar la ropa, limpiar y demás, sino fundamentalmente que vea a su hijo para que el niño no sienta que lo abandonaron, que sienta que su papá o mamá lo quiere, lo extraña y por eso lo viene a ver. También les pedimos a los tutores que hablen con las maestras que brindan apoyo escolar, con los docentes de los talleres, con la asistente social para orientarlo al chico desde la casa.

-¿Momentos difíciles?
-Reitero que acá no le podemos cambiar la vida a nadie; tratamos de ayudarlos a que tengan armas afectivas, intelectuales y espirituales para que puedan superar sus circunstancias. Entre otros, hubo dos casos, que siempre tengo muy presentes. Uno en los primeros años de mi gestión, me entero que la mamá de uno de los chicos era prostituta y quería dejarlo a toda costa al hijo aquí porque trabajaba en su casa y el chico no se acostumbraba y lloraba todos los días y hubo que hablar con ella que entendió y solucionó sus cosas de otra forma; siempre digo que uno puede trabajar con chicos indisciplinados, o “mala vuelta”, medio atorrantes, para que vayan cambiando de actitud, pero no con la tristeza del alma y del corazón. El otro caso, fue el de una niña, hace unos cinco años atrás, a la que encontré en uno de los pasillos llorando desconsoladamente, la maestra me dijo que no quería regresar a su casa porque allí dormía con sus hermanos, todos en una sola cama y aquí tenía una para ella sola, además de merienda y cena. Así como hay niños que lloran porque extrañan su casa, hay chicos que lloran por no regresar a ella.

Los más chicos también trabajan en la huerta.

-¿Momentos felices?
-Son muchas las caricias del alma. Por ejemplo vienen mujeres que tienen más de veinticinco años con su criatura, mujeres que de niñas estuvieron aquí y hoy están estudiando en la universidad y tienen su familia. O muchachos que tienen sus hijos y tienen una salida laboral por lo que aprendieron aquí, son esas alegrías que te ponen contento porque les dimos una mano pero son ellos los que siguieron su camino. La institución los ayudó y ellos pusieron de su parte, a veces, otra institución también los ayudó y continuaron el camino para progresar.

-¿Cómo se solventa económicamente el Hogar Escuela?
-Depende del estado provincial, que cubre sus necesidades básicas. Lo que sucede es que a veces llega tarde, a veces se demora la partida de comedores por un montón de situaciones. Aquí no hay una cuota de cooperadora pero los fines de semana recibimos delegaciones a un costo social, pagan el alojamiento y con lo que recaudamos tenemos para muchos gastos. También hay personas o instituciones que donan ropa y otras cosas de primera necesidad; el ministerio de Infraestructura aporta obras y mantenimiento eléctrico. También tenemos proyectos solidarios que nos brinda una entidad crediticia para la compra de computadoras y útiles escolares. Una asociación francesa nos financia el proyecto de la huerta. Tengo que agradecer a la Organización Barrial Tupac Amaru porque hicieron mucho por la institución, sin pedirnos nada a cambio, donaron el piso de nuestro polideportivo y las tribunas. La pileta de natación también fue una donación de la Tupac; el año pasado fuimos a un certamen nacional de folklore y ellos nos pagaron todo y constantemente nos ayudan para cualquier festejo, es por eso que nombramos a Milagro Sala, madrina de la institución.

-¿Qué necesidades tienen hoy?
-Lo básico ya está cubierto, si esto sirve para alguien que quiera ser solidario con nosotros, el proyecto para este año es poder viajar al certamen Infantil de Folklore que se realizará en la localidad de La Cumbre, Córdoba, del 11 al 15 de noviembre. Estamos buscando personas que quieran apadrinar la estadía de los chicos, que cuesta $200 por niño, incluida la comida y el alojamiento. Son algo más de treinta los que viajarán. El otro tema donde necesitamos colaboración es con la huerta del Hogar, ya sea con dinero o cemento para seguir construyendo lo que llaman las ‘caminerías’ que son las escaleras para poder ascender, hay que sacar todo el escombro que no sirve, si alguien quiere donar el viaje de un contenedor bienvenido sea (la huerta está ubicada en el fondo del predio y aprovechan un terreno que está en altura a través de un sistema de plantación en terrazas como lo hacen productores de la Quebrada). Siempre vienen bien las donaciones de ropa y elementos de higiene personal.

-¿Cuánto significa para vos el Hogar Escuela?
-Realmente me encariñé con la institución, creo que encontré mi lugar en el mundo del trabajo, donde me siento útil y aunque tuve dificultades como en cualquier lugar estoy convencido que encontré ese lugar donde puedo poner lo que aprendí al servicio de la comunidad.

-¿A tu criterio, cuál es futuro del Hogar?
-Veo que es difícil que no haya pobres, lo que va a cambiar siempre es la modalidad de atención. Algunas corrientes de pensamiento reniegan de estas instituciones grandes porque creen que les hacen más daño a los chicos. Te dicen que ‘vienen tantos chicos y uno no los puede controlar, un chico viene bueno y otro lo hace malo’. No digo que no pueda suceder, y se genera o se pretende que haya hogares pequeños, familiares, tipo de tránsito. No digo que esté mal, está muy bien, pero a veces instituciones como estas a muchos chicos los contiene bien porque comparten con otros chicos, se socializan de otra manera, aprenden de otra manera, se sienten seguros.

El próximo mes continuaremos con más información sobre la historia del Hogar Escuela.