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Llamas, pastores y arrieros jujeños. |
Como se venÃa repitiendo el 25 de Mayo de 2010, se producirÃa la conmemoración y el festejo en homenaje al primer grito de libertad acaecido dos siglos atrás. La cuestión disparó muchÃsimas inquietudes, suspicacias, crÃticas y ponderaciones. Desde el Gobierno Nacional, se trabajó con el criterio de no crear expectativas más allá del mandato de la actual gestión, procurando involucrar la mayor cantidad de paisanos en el evento. A tal fin se utilizó la tecnologÃa disponible para optimizar las comunicaciones y sintetizar los mensajes directos y subliminales.
Tratándose de un año previo a las elecciones generales de 2011, se especuló con la utilización polÃtica del aniversario por parte del Gobierno, como asà también de la oposición. Todos desplegaron estrategias tendientes a capitalizar el éxito o enrostrar el fracaso. La dirigencia polÃtica se mostró activa y sensibilizada frente a un acontecimiento de enorme trascendencia social y polÃtica.
El Ejecutivo Nacional se puso en la tarea de organizar un mega-evento que procurara mostrar al paÃs y el mundo, una nación en la conmemoración de sus 200 años. Buscando destacar todo aquello que nos une y minimizando las diferencias y parcialidades. Frente a un paÃs que está inserto en un mundo en crisis y del cual forma parte, sin poder obviar los cimbrazos que estos cataclismos económicos generan en todo los rincones del orbe.
La febril actividad del armado de la infraestructura, con la consabida obstrucción del tránsito en lugares tan sensibles como la Avenida 9 de Julio (fecha que nos remite al otro acontecimiento la Independencia de 1816), Plaza de Mayo y calles adyacentes, fue estoicamente soportado por los habitantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El comercio en general tuvo mucho movimiento por la gran cantidad de visitantes registrada. Y como señala el dicho popular âno hay plazo que no se vengaâ, llegó el dÃa señalado.
Todo comenzó con una marcha encabezada por las organizaciones de los pueblos originarios que viajaron desde diversos lugares y marcharon por la Av. 9 de Julio y la Av. de Mayo hasta Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, donde solicitaron tierras en propiedad. Esto fue el dÃa 21 de mayo por la tarde. A la noche se inauguraron los stand provinciales y los patios de comida
El dÃa 22 de mayo estaba programado el Desfile Federal del Bicentenario. Lo encabezaron las fuerzas armadas con uniformes de época, aproximadamente cinco mil hombres. El pasaje se inició a las 10AM para finalizar a las 15PM Fue un despliegue enorme de uniformes y armas históricas, que el público aplaudió con entusiasmo y dando vivas a la Patria.
A continuación se formaron las representaciones provinciales por orden alfabético y comenzó el pasaje desde Av. Independencia hasta el Obelisco en la calle Corrientes. Enmarcado por una enorme cantidad de público, que no dejó de aplaudir y vivar a las delegaciones provinciales. Estas mostraron toda la diversidad, el colorido, la danza, la música y las costumbres que existen en nuestro paÃs, sin llegar a agotar nada y tan solo a titulo de referencia. De pronto apareció una argentina, mestiza y diversa, alegre y sufrida, conocida e ignorada que dijo presente, la marcha continúa doscientos años en la vida de una nación es mucho y es nada.
El pueblo aplaudió a rabiar, escuchándose los âvivaâ al paso de las delegaciones provinciales. En nuestro caso en particular, Jujuy se presentó con algo único, una tropa de llamas (camélido americano) cargueras, animales domesticados por los naturales que existÃan a la llegada de los españoles. Conducidas por arrieros autóctonos, enfloradas y con sus cargas sobre el lomo y ese andar delicado y cansino que acompaña con una mirada lánguida y displicente, hicieron las delicias del público, que se conmovió al observarlas tan cerca. Una de aquellas llamas, iba conducida por una gendarme del Escuadrón 21 La Quiaca y portaba un mandil con la identificación de GendarmerÃa Nacional Jujuy. Por delante, con el estandarte institucional, una niña de GendarmerÃa Infantil La Quiaca. Asà se expresaba el sitio más al norte de nuestro inmenso paÃs. Por detrás, y en formación de quince de frente, aquellos trabajadores tan poco visibles, como son los sacrificados mineros, en este caso de la CompañÃa Minera Aguilar SA, trasladó a su cargo al grupo de trabajadores mineros con sus equipos de trabajo. Quizás por primera vez el público en Buenos Aires observaba un minero en forma directa, provenientes de las soledades de nuestra Puna. Renglón seguido el ballet âJujeñito, Soyâ de adolescentes, con trajes tÃpicos de coya, iniciaba las danzas que nos caracterizan: el carnavalito y al bailecito. La música estaba a cargo de Kayakama, un conjunto de jóvenes. Inmediatamente, con gran despliegue de color y enorme entusiasmo, el Ballet âJuventud Prolongadaâ, una formación de adultos con presentaciones en escenarios de todo el paÃs, hizo las delicias del público ofreciendo una especie de Desentierro del Carnaval quebradero, con figuras gigantescas de diablos, articuladas.
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Otros participantes de la delegación provincial. |
Cerraba el desfile un gran camión semirremolque enviado por la Cooperativa de Productores Tabacaleros, con los fardos de tabaco, estufado, gavillas y cigarrillos en paquetes, y por último un colectivo de la empresa Balut, auténticamente jujeña. Todo fue muy celebrado y aplaudido por el público.
Para el dÃa siguiente, 23 de mayo, estaban programadas las actuaciones de artistas juñeños, como Tomás Lipan, Fortunato Ramos , La Hermanas Cari, Los Tekis y otros. Las condiciones climáticas impidieron la finalización de las actuaciones, reprogramándose para el dÃa siguiente, con enorme éxito. Las presentaciones musicales abarcaron desde la música folclórica, el tango, el rock y otros géneros populares. El dÃa cerró con una función especial del Teatro Colón, con gran asistencia de público y una brillante función. El 25 de Mayo de 2010, liuego de los actos de rigor y el Tedeum en la BasÃlica de Luján, se inauguró la GalerÃa de los Patriotas Latinoamericanos del Bicentenario en Casa de Gobierno y después la caminata hacia el Cabildo de la Ciudad de Buenos Aires con un maravilloso espectáculo de imágenes y sonido. Luego, y entre otras actividades tuvo lugar el Desfile de los 200 años.
Fue una puesta en escena de gran factura técnica y temática. Como hechos de relevancia se tomó el Ãxodo Jujeño y el Cruce de Los Andes, que tuvieron un desarrollo impecable con cuadros muy bien logrados y ajustados al devenir histórico. Algo que el publico presente disfruto y aplaudió enormemente.
Con la cena ofrecida por la presidenta Fernández de Kirchner en la Casa de Gobierno, concluyeron los actos en homenaje al Bicentenario de la Revolución e Mayo 1810-2010.
Puedo decir sin temor a equivocarme que el programa en general fue acertado, tuvo aceptación y muy buena acogida en el paÃs, pues llego a toda la Republica Argentina, a través de la TV pública y de los canales privados con sus repetidoras. La concurrencia en vivo superó ampliamente las previsiones mas optimista, llegando según cálculos oficiales a los dos millones por dÃa; lo más llamativo fue que no se suscitaron problema de ninguna naturaleza, mas allá de que pueda haber habido uno que otro hecho desagradable. Fue significativo como el público acataba las disposiciones. Buenos Aires fue una fiesta y una vez mas el pueblo argentino dijo presente sin hesitar desarticulando estrategias, pronósticos, comentarios agoreros de opinólogos y cálculos a favor o en contra.
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