Entrevista a Fernando Alemán
Fernando Alemán es jujeño, guitarrista âclásicoâ. Un talento joven, que, como muchos no encuentra su lugar en Jujuy. En esta entrevista habla de sus inicios, de las dificultades del medio, de la âsordera selectivaâ. También de su estética.
âEmpecé con la música de muy chico, en casa, pero nunca supe que iba a ser el camino que iba a elegir luego, como modo de vida. Era el más chico de la familia y se necesitaba que alguien anime las fiestas, las reuniones familiares. Vengo de una familia que no es muy artÃstica pero hay algunos que sà lo son: tengo primos modelos, una prima bailarina de flamenco, mi abuela también lo fue. Pero músicos no hay. Cuando entré al secundario me olvidé por completo de la guitarra, no me interesó. Y a mediados de 3º año se me despertó de nuevo el interés. Cuando yo era pequeño era muy tÃmido, pero también un poco hiperquinético, y de alguna forma la guitarra me permitÃa esconderme detrás de ella y canalizar la energÃa por ahÃ. A los 15, me acordé de eso parece, y aunque no era tan tÃmido, empecé a estudiar de nuevo y a coleccionar trabajos sobre la materia guitarrÃstica. Y en ese momento me salió una propuesta de Buenos Aires, a través de unos profesores, para hacer un test vocacional para artistas, para ver si tenÃa las aptitudes para seguir con la carrera. Y cuando terminé el secundario lo hice en Buenos Aires, a fines de 2003. Estaba en el Fondo Nacional de las Artes, allà durante los fines de semana trabajaba como guitarrista y durante la semana hacÃa tareas administrativas. Tuve el apadrinamiento de Mónica Cosachov, de la Camerata Bariloche, que se encargaba más de las actuaciones, y de Jorge Barry. Quien sabe algo de música sabe que Editoriales Barry es la más importante en Argentina, de hecho la única que distribuye material de Ricordi en el paÃs. Con él trabajaba en la Casa de la Cultura, que depende del Fondo, y constantemente tenÃamos muchas actuaciones en las provincias, en otros paÃses. Fui guitarrista estable del Fondo durante 2004. Por razones personales decidà volver y dejar ese trabajoâ.
-Esa decisión te devolvió a un mundo sin el apoyo de una institución, ¿cómo te resulta esa âsoledadâ?
-Es muy difÃcil, porque se vive entre lo apolÃneo y lo dionisÃaco. Es una realidad muy dura y tenés que aprender a vivir con esa realidad y dentro de ella, y, por otro lado, está tu mundo, donde ves las cosas como solamente vos podés ver. Suena muy volado, pero a veces el artista ve cosas que los demás no ven y escucha cosas que los demás no. Y ahà está tu laburo de decodificar toda esa información y difundirla. Con esto quiero decir que es muy difÃcil unir esos dos mundos, y peor bancártelo solo. Siempre uno trata de recurrir a todas las posibilidades que tiene para vivir de esto. Me parece que se mal interpreta la idea del éxito del artista, porque se piensa que tiene que ser famoso para que le vaya bien, y no es asÃ, el éxito verdadero es vivir de lo que te gusta, crear una voz personal y propia y en base a eso hacer de eso tu vida alrededor. La música es un lenguaje muy vivo, muy instantáneo, por ahà es muy difÃcil agarrarla al vuelo. A lo largo de la historia fue cambiando mucho la realidad musical. Hoy se fusiona todo eso, de repente estás en la calle y te das cuenta de que necesitás que te den una mano con cosas diferentes, hay residuos de un mecenazgo antiguo. Antes, estaban los conciertos y la edición de las obras; hoy pasa lo mismo, con la diferencia de que el disco se devaluó tanto que es simplemente una carta de presentación. Ya no ganás dinero con eso, es probable que no te puedas desenvolver bien con eso. Es un laburo de todos los dÃas y tenés que estar ahÃ. Es hermoso pero sólo si sabés aguantarte todas las cosas que vienen de afuera, ese rechazo de tu entorno incluso, que pasa a todos los que hacen arte. Está considerado como un último escalón en esta sociedad y sin embargo es un mundo fantástico, donde entran muchas cosas en juego, lo sociocultural, el tema económico, o, si tocás en un grupo quiénes son esas personas, porque todas esas realidades se suman. Me parece también que hay mucho rechazo a la novedad y a lo que surge hoy, a quienes están haciendo cosas. Me parece que la tradición y lo novedoso pueden convivir, y cada vez creo más fervientemente que hay lugar para ambos en este mundo.
-¿Se nota más en una sociedad apegada a las tradiciones como la jujeña?
-SÃ, es difÃcil creer que quien está sentado al lado tuyo en el colectivo tenga algo nuevo que ofrecer a la música, por ejemplo. Entre los artistas pasa lo mismo. Es complicado ese tema en una sociedad chica, con muchas falencias, que hace más difÃcil que el proceso que debe hacer el artista se complete.
-¿Cómo describirÃas tu estilo?
-No pertenezco a ningún lugar.
-¿Cuándo empezaste a componer?
-Escucho mucha música y tengo mucha música en mi cabeza, tanta que a veces no sé qué escuchar, asà fue cómo comencé a componer para escuchar algo que no estaba en los discos pero que yo tenÃa en mi cabeza. Asà empecé a componer cuando aparecÃa algo, y fue saliendo un lenguaje propio, mixturando todas las influencias que tenÃa, usándolas en un contexto distinto.
-¿Cuáles son tus fuentes musicales, tus influencias?
-La principal dirÃa que es el flamenco, del que admito la innovación y la técnica propia. A lo mejor armónicamente son siempre iguales, salvando excepciones, el flamenco siempre termina en las mismas cadencias, como la bossa, el folclore argentino, los géneros folclóricos tiene un rasgo distintivo y por más que lo fusiones con otras cosas eso no cambia. La otra base es lo minimalista, con Philip Glass y en base a esas dos cosas se basan mis composiciones, con unas cuantas secuencias de acordes y un par de ideas melódicas para desarrollar un tema. Me gusta mucho trabajar con climas, con rubatos. Cuando empecé a componer para el grupo empecé a buscar una mÃmesis entre una orquesta y un trÃo, para poder llevar esa mini orquestación. En algunas obras hay partes solistas y otras de grupo, como en una orquesta. Tenés una agógica con la guitarra y luego algo más versátil y explosivo con el grupo, porque la guitarra sola es redundante y me llegó a cansar, por eso empecé a buscar otros colores que tienen otros instrumentos. Fue un impulso para seguir buscando y probando cosas con esta formación, no ya como solista.
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Ãltima formación de Cacho de TrÃo. |
-¿Proyectos para este año?
-Tengo dos en el tintero, de uno soy el autor y estoy tratando de llevarlo a cabo. Con unos amigos creamos hace dos años un grupo cultural, tal vez medio masónico porque siempre estamos nosotros, pero tratando de poner en valor el hecho de estar vivos y tener ganas de hacer cosas, se llama âEn conciertoâ, que es la fusión de dos palabras encuentro y concierto. Nos gusta encontrarnos en un escenario, no necesariamente gente con el mismo estilo o que piensa igual, y lo que tenemos en común es ser vÃctimas de la sordera selectiva que hay acá, que porque no sos conocido, o no sos chupamedias de alguien, no te dan bola. Empezó siendo un proyecto propio, 99% transpiración y 1% talento. Hicimos el primer En concierto en La Vuelta del Siglo en diciembre de 2008. Eramos tres grupos: unos hacÃan bossa, otros rock y Cacho de TrÃo. Nada que ver en los estilos, pero La Vuelta explotaba, fue lleno total. Nunca me habÃa pasado en Jujuy que en el colectivo me dijeran âme encantó lo que hicieronâ, â¿cuándo vuelven a hacer algo?â. Y eso me dio la pauta de que hacÃa falta, de que no habÃa que esperar que alguien de afuera hiciera un evento de este tipo. Por otro lado, pienso que hay tantos jujeños talentosos fuera de Jujuy, viviendo de lo que les gusta. Hay por lo menos 10, a los que conozco que trabajan en Buenos Aires Live Show, una empresa que trae los eventos más masivos, a Iron Maiden, la Filarmónica de BerlÃn. Hay músicos que la descosen en otros lados, que no tienen la prensa que deberÃan acá y no quieren volver porque no se los reconoce. Pero volviendo al proyecto, este año la idea es similar, pero hemos invitado a un sitarista, Sergio Bulgakov, que tocó con Pedro Aznar, con Botafogo, con el Mono Fontana. En la movida de música clásica India es el más capacitado y el más reconocido. Estamos planeando para fines de diciembre hacer un concierto, buscamos un espacio abierto. Además se ofreció a dar una clÃnica sobre el instrumento. El otro proyecto es participar en la inauguración de la Casa de Macedonio Gras, un centro cultural, que serÃa a mediados de noviembre, esto no depende de mà pero es probable que toquemos ahÃ.
-Tenés dos discos.
-En el 2006 hice un disco solista, âDesde mi guitarraâ, en el cual empecé a hacer más público el tema de mis composiciones, también hay obras de otros autores porque intenté hacer un recorrido por la historia de la música. Está Bach, del barroco, Tárrega del romanticismo, que son perÃodos que me gustan mucho; música más moderna, del siglo XX y contemporánea, de algunos compositores vivos, Roland Dyens y Carlo Domenicone; el resto son mÃas. Hay temas de guitarra sola y otros en grupo, con las dos formaciones que tuvo el grupo Cacho de TrÃo, guitarra, bajo y violÃn y guitarra, bajo y baterÃa. En el 2008 grabé en Córdoba un disco más grupal, con algunos temas como solista, también con composiciones mÃas. Se llama âColoresâ, y está todavÃa en proceso de finalización, de edición. De todas maneras, a ambos discos los tengo como un demo.
-¿Cacho de TrÃo como grupo, es una estructura que se completa con distintos músicos o siempre tocan los mismos?
-Es muy complejo porque con esto de buscar vivir de lo que uno quiere en ciudades más grandes, hace que la gente se separa y es más difÃcil llevar a cabo los proyectos. La idea primaria fue siempre guitarra, bajo y baterÃa, también he buscado otras cosas con otros instrumentos con gente invitada que no formaba parte del grupo. Es más la verdad es que ya no sé si yo formo parte del grupo porque es siempre buscar gente nueva y es muy difÃcil. He trabajado con violinistas, con voces, con pianistas, DJs. Me gusta todo lo que está vivo, respeto lo que fue pero me parece que hay tener más respeto a los que están ahora, trato de abrir esto para que podamos aprender todos, y que sea un lenguaje nuevo lo que se pueda llegar a hacer o una sintaxis distinta de un lenguaje conocido.
-¿Cómo describirÃas a Cacho de TrÃo?
-Es un momento de compartir y una unión de estilos y lenguajes, distintas formas de decir las cosas, porque cada instrumento âdiceâ de diferentes maneras, me gusta que esos âlenguajesâ se vayan entrelazando entre sÃ. Es un pensamiento de música serialista, me gusta que cada elemento se signifique a sà mismo. Un acorde dice mucho por sà solo, como un repique de redoblante o un slap de bajo, y en ese sentido Cacho de TrÃo está muy pensado, porque cada recurso utilizado tiene una significación. Formalmente, con el grupo trato de rescatar formas que están olvidadas, porque parece que si algo no está de moda no existe, por eso rescato algunas formas como el rondó, ritmos latinoamericano como la danza, la contra danza, la maxixa, que son ritmos increÃbles; algunos son tÃpicamente clasicistas. Obviamente, trato de hacer esa forma con lo que hoy vivo. Me gusta que escuches y que te suene a algo más, que sea una alegorÃa. La última vez que toqué en Culturarte, me escribieron en la página de Cacho de TrÃo que la música les sonaba como netamente jujeña, pero que no los situaba en el norte sino en San Salvador, una música de Jujuy ciudad. Y es una perspectiva que siempre quise darle a la música, tratar de traducir y que signifique algo para cada uno. El músico transforma algo que tiene en música para tratar de tenerlo más tiempo, o lo que no tiene para hacerse a la idea de que lo tiene. http://www.myspace.com/cachodetrio
-No debe ser fácil tratar de no repetirse y a la vez tener una impronta propia, un sello.
-No me doy cuenta de la impronta, hago. Te miento si te digo que voy a componer pensando en que no me tengo que copiar. Para cualquiera que hace música la primera meta musical no es leer una partitura o tener talento, sino tocar el instrumento, conocerlo, y darle el sonido que tiene que tener, claro y conciso. El sonido propio es lo más importante, en el caso de la guitarra, la unión de la mano con el instrumento, es ese aspecto fÃsico. En mi caso es el sonido caracterÃstico de la guitarra, con incidencias de carácter. Y va más allá de la técnica porque el sentido musical está intrÃnseco, viene con uno.
Su obra comentada
âLo valioso de Fernando Alemán, es que no le teme a la mixtura justa, con los componentes necesarios de cualquier estilo, crea su música y suena a el simplemente, lo que toca lo hace nuevo. Su forma de tocar es inquietante y atrapa a cualquiera: músico, melómano, artista. De técnica completa, fluida, natural y virtuosa ilumina los oÃdos de quién se sienta a escucharlo, sin rebusques ni exageraciones: simplemente es el y ella, su guitarraâ. Mónica Cosachov (Compositora) www.monica-cosachov.com.ar
âFernando es un músico excepcional con el cual he tenido la oportunidad de trabajar, aunque yo no lo llamarÃa trabajar, sino, disfrutar. Su música combina una técnica guitarrÃstica clásica de altÃsimo nivel con una sensibilidad única para transmitir sensaciones incorporando elementos de la música popular. A pesar de su corta edad, Fernando es un artista de gran madurez y su guitarra nos invita a unirnos en la búsqueda de una identidad musical propia con giros melódicos de alto vuelo y armonÃas cautivantesâ. Mariano Dinella âTécnico de grabación, Estudio 440, Córdoba.
âEn las composiciones de Fernando Alemán el sonido se extiende, se desliza por los dedos como la lengua del escritor se despliega a través de su pluma. La evocación y el silencio funcionan como surgentes de distintas sensaciones que discurren a veces ordenadamente, otras impulsivamente. Alemán da a los momentos musicales, colores, su tiempo para que se expresen y también deja espacio para que el silencio diga. PodrÃamos decir que se toma su tiempo para interpretar lo que su pulsión le indica, y aquà está, quizás la clave de sus creaciones. Los dictados de lo que siente, a veces en su oÃdo, a veces en su cuerpo, a veces en su mente.
âColoresâ se abre libremente como un ramillete de colores sin ajustarse a un corset ni a la etiqueta de una forma musical estereotipada, sino que se deja llevar por las sensaciones a veces conocidas otras inclasificables. Para tal fin, Fernando Alemán utiliza recursos técnicos como los arpegios, las escalas, y el trémolo a través de los cuales muestra su maestrÃa como intérprete. Alberto DâAlessandro (Guitarrista)
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