Jorge Gronda

      â€œCreo que la explicación de que ningún sistema funcione en beneficio de la humanidad, masivamente, que saque a la gente de la pobreza, es la codicia, quiero decir que tanto la izquierda, como la derecha, con criterios tan distintos, terminan haciendo esquemas perversos por la codicia de los tipos que manejan las cosas, sea codicia por dinero y poder o exclusivamente por poder” dijo Jorge Gronda en el programa El Ojo de la Tormenta (La U, Radio Universidad), en una entrevista en la que se refirió a la convocatoria que recibió por parte del gobernador de Caldas, Colombia, para implementar un servicio de salud estatal como el que el médico jujeño instaló privadamente en Jujuy; la invitación en sí habla de la calidad de la obra de Gronda, pero lo que la hace muy notable es que fue recomendado por el propio Muammad Junus.

      Fue el gobernador Mario Aristizábal Muñoz solicitó al economista y banquero bengalí Muammad Yunus (Premio Nobel de la Paz 2006 y desarrollador del concepto de microcrédito como instrumento para mejorar la condición de vida de los sectores más marginales de la sociedad) que lo ayudara a planificar un sistema que permitiera mejorar las condiciones de vida de la población más pobre de su estado, alrededor de un millón de personas. Junus accedió y comenzó a investigar sobre esquemas innovadores puestos en práctica en Latinoamérica en viviendas, educación, hábitat, salud, etc., detectando así el servicio de salud que Gronda, junto a otros sesenta médicos, tiene en Jujuy, servicio que atiende hoy a más de 50 mil personas, mayormente mujeres.
      Gronda destaca el concepto de Junus sobre la realidad de la pobreza actual, “Si seguimos haciendo lo mismo los resultados serán los mismos, el estado por sí solo no va a poder sacar a las personas de la pobreza, ni por la corrupción ni por los vaivenes políticos, sino porque ha demostrado que no puede. Hay que encarar otro tipo de acciones”.
En 2008, Sistema Ser fue una de las diez compañías elegidas en todo el mundo por participar con sus acciones en los Objetivos de Desarrollo del Milenio y Jorge Gronda recibió el Premio Mundial Empresarial y de Desarrollo que impulsan la Cámara de Comercio Internacional (CCI), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Foro Internacional de Líderes Empresariales (FILE).

-¿Qué es la empresa “Sistema Ser”, cómo la definís?
-Los que estamos en ella la consideramos y definimos como una institución no estatal que da un servicio público. Es así que por $13 por año, los asociados tienen derecho a todas las prestaciones que podamos brindar, pagando por las mismas mucho menos que lo que se cobra en el sector privado y brindando una atención ágil, correcta y que respeta al paciente, como el hospital público no hace y, creo, no puede hacer. Mi lógica es la de una empresa social, en la que usamos lo mejor del capitalismo pero sin la codicia. Me di cuenta de que teníamos que generar recursos, porque si no tenés presupuesto no existís, o le tenés que pedir recursos al estado, y me dije: ¿Cómo hacemos para hacer algo? Y bueno, empezó el concepto de empresa social, una mezcla de todo, que hoy es innovador a nivel mundial y que, en definitiva, es la corriente que lidera Junus. La verdad es que creo que mis socios y yo no somos codiciosos, por eso podemos hacer todo esto, con lo que la vida nos dio. Ya está, no necesitamos más.

-Concretamente ¿qué servicios dan, cómo funciona?
-Paga $13 por año, es el sistema más barato para atención primaria de la salud, ya lo han estudiado economistas de nivel internacional, sociólogos, etc. Para hacerla corta te doy un ejemplo: hoy alguien que necesita una ecografía tiene dos opciones: el hospital público, en que le dan turno dentro de tres o cuatro meses o la parte privada que le cobra $150; lo que hacemos nosotros es darle un precio justo y le cobramos $30, eso es todo. Por ejemplo, una consulta particular está a $100, nosotros cobramos $25. Con el aporte anual de los $13 alcanza perfectamente. Tenemos casi el total de las especialidades actuales y si una prestación por lo que fuere es más cara, la financiamos de la forma más lógica y rápida que haya. Es el concepto de considerar la dignidad del otro. Y hasta el más humilde, si paga, siente que tiene derecho a ser atendido correctamente, en lugares limpios y con un concepto estético en consonancia; todo hace, la forma y el fondo.

-¿Qué van a hacer en Colombia?
-Lo mismo que aquí, pero con los requerimientos de ellos. Es decir, que desarrollemos prácticas de atención primaria y en vez de preparar los médicos para que operen un tumor en el cerebro, los preparamos para que estén seis horas en su consultorio atendiendo a la gente y diciéndole: te tomo la presión, hacete el análisis de glucemia, un papanicolau y los problemas de salud bajan de una forma brutal. Es prevención, simplemente. A los médicos los forman para que su negocio sea la enfermedad, entonces el médico dice: “mientras más progresa el cáncer, mejor, a mí me van a pagar más y voy a hacer una operación de catorce horas y voy a estar cerca de Dios”, es una exageración, pero es un lamentable concepto cultural. Vamos detrás de un cambio de paradigma, son 25 años de lucha. Nosotros también nos equivocamos mucho, éramos jóvenes, pero hoy estamos dispuestos, por ejemplo, a hacer en la Facultad de Medicina de Tucumán un instituto, si se puede, para decirle a los jóvenes que se reciben, que hay otro camino en la salud, donde van a ganar buen dinero pero haciendo prevención primero que nada y, después, una medicina que respeta al otro, que lo respeta de verdad. Pero volviendo al tema de Caldas, el sistema se va a generar desde el estado, buscando la inclusión social. La gente pagará lo mínimo, los servicios se irán implementado y mejorando tanto en prevención cómo en la terapéutica que sea precisa, los médicos ganarán bien porque nadie intermedia y la gente tendrá servicios de salud óptimos, por muy pocos pesos. Igual que acá.

-¿En qué crees vos?
-En la no codicia, en la transparencia y en que el otro reciba aquello a lo que tiene derecho y, a esta altura, me doy cuenta de que si la gente paga, aunque sea poquito, se siente con derecho a defender sus derechos. Ojo, no es ningún invento, son planteos que vienen a nivel global y no sé que van a hacer los políticos para frenarlos. Es un sistema de inclusión social, nosotros atendemos a la “señora del servicio doméstico”, a la señora que vive en la Puna igual que a la señora que tiene la prepaga más cara de Jujuy y las dos van al consultorio, porque el servicio es de excelencia.