Escuché el concepto en un análisis de Norma Morandini -candidata a vice presidente de la Nación por el socialismo- sobre la campaña, las encuestas, los medios, los dirigentes -candidatos o no- y el público televidente que también es, a la hora de votar, el conjunto fusiforme de electores.
Como en el número anterior de La Revista escribà una nota sobre que Hacer caca por TV no es para cualquiera, el comentario de Morandini, periodista al fin, me estimuló a seguir con la cuestión.
Hasta hace pocos años, antes de la tinellización en los medios, cuando alguien no sabÃa de lo que hablaba, en el peor de los casos, trataba de disimularlo y en el mejor, se documentaba un poco. Ahora no, muestran su supina ignorancia al mejor estilo de la diva de televisión que creÃa que los dinosaurios eran sus contemporáneos. La TV que tanto los fascina, los expone sin piedad en su desmesura. Se escucha a gente que no sabe qué propuso y qué hizo Juan Perón cantar loas a su memoria y anunciar la Tierra Prometida Justicialista en cuánto asuman el cargo para el que se candidatean. O a personas que nunca supieron qué quiso hacer Hipólito Irigoyen y el porqué del golpe de estado que lo destituyó, convocar al voto para lograr el ParaÃso Radical.
Cómo y cuándo será que la sociedad argentina produzca cambios reales en los partidos polÃticos y me pregunto cómo serán esos cambios.
Por lo pronto aquà en Jujuy ya escuché a varios compañeros anunciar que, después de las generales de octubre, van a empezar a hacer presencia en la sede del PJ, como una forma de recuperar espacios que fueron cedidos totalmente âal poder económico y a los alcahuetesâ ¿será tanto? Y en la UCR hay quienes sostienen que la personalidad de Mario Fiad empieza a establecer el afloramiento de nuevas dinámicas que abren grietas en el rÃgido verticalismo de la estructura partidaria.
Más allá de los sólidos argumentos que se exponen, no creo que los partidos tradicionales se modifiquen de una tan fácilmente. Son elefantes blancos de varias toneladas y para que den unos pasitos van a tener que empujar mucho y muchos, pero, como me dijo un amigo o participás del banquete o te barren con las migas.
Pero se percibe un airecillo declinante a pesar del fragor de las internas y de los preparativos, ajustes y movilizaciones que hay en estos meses con todas sus elecciones. Un ligero vientito, una muy incipiente brisa que va anunciando el agotamiento de este ciclo, su declive, quizás antes de lo que le hubiera correspondido, pero es que tiraron demasiado de la cuerda. Las listas, y más las del PJ que las radicales, resultaron, resultan, muy decepcionantes para los propios y habrá que ver, más allá de la tracción que pueda hacer Fellner, hasta dónde funciona la disciplina partidaria, cuantitativamente hablando. O, por ejemplo, a la UCR ¿le lleva votos o se los quita haberlo puesto a Jorge Gronda en el onceavo lugar? Por tirar un datito, nada más.
Y tratando de conectar a la polÃtica local con la âestética del espectáculoâ o de la farándula, hasta cuándo, en plena modernidad, va a seguir sucediendo en Jujuy que los medios masivos, y muchos de los otros, dejen pasar sin una sola repregunta a gente que dice cualquier cosas sin ninguna vergüenza, con la impunidad que le da lo que decÃa al principio, las formas de la desmesura mediática, que admiten cualquier detritus y que promueven la estupidez y la banalidad como âla formaâ de hacer las cosas.
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