“Tenemos un gobierno concentrado con fuertes dosis de autoritarismo, una gran corrupción y una notable irregularidad del Estado a la hora de llevar a cabo las políticas públicas que anuncia” dijo Ricardo Gil Lavedra en una entrevista con el programa El Ojo de la Tormenta (La U, Radio Universidad), cuando su reciente visita a Jujuy para el acto de lanzamiento de la candidatura a la reeleción del senador Gerardo Morales.

Gil Lavedra.

-¿Cómo está viendo la campaña de Alfonsín en el marco de las confusiones que existen por el nuevo sistema?
-Veo que la gente no tiene mucho conocimiento de la importancia que tienen las elecciones primarias del próximo 14 de agosto, que van a funcionar como una especie de encuesta obligatoria. Desde el radicalismo pretendemos romper con este mito de que Cristina ya ganó, nosotros creemos que no es así y que las elecciones van a terminar en segunda vuelta.

-Es notable la ignorancia con respecto a las elecciones primarias ¿No cree que los partidos políticos deberían informar más?
-Estamos pensando en una campaña institucional, pero creemos que la principal responsabilidad la tienen las autoridades nacionales, sobre todo por una ley que ha impulsado el propio kirchnerismo. Es muy importante que haya una campaña de informativa al respecto, porque estas elecciones van a predeterminar cuál va a ser el escenario electoral del mes de octubre.

-De no darse una profunda reforma del Estado ¿Qué va a pasar con nuestra democracia a mediano plazo? 
-Creo que podemos hablar de una democracia pobre, de una democracia trunca. En este aspecto, creo que la Argentina tiene mucho por hacer, porque hasta el presente todo lo que tiene que ver con el ejercicio del poder, es decir, sujetar el acto del gobernante a la ley, dar la transparencia necesaria a la gestión de gobierno y hacer rendición de cuentas, ha quedado bastante relegado. Tenemos un gobierno concentrado, con fuertes dosis de autoritarismo, una gran corrupción y una notable irregularidad del Estado a la hora de llevar a cabo las políticas públicas que anuncia.Y esto tiene que ver con problemas de capacitación y de gestión. No se ha formado una burocracia profesional, estable, que asegure cierta continuidad en las políticas estatales. Tener servidores públicos eficientes es también una de las tareas pendientes.

-Si Alfonsín llegara a la presidencia ¿Cómo considera usted que encararía una reforma del Estado?
-En la Argentina el problema no es la ausencia de normas, sino la falta de voluntad política para ejecutarlas. Esa reforma del Estado se llevó a cabo a finales de los ochenta y luego cayó en el olvido precisamente porque los gobiernos no quisieron llevarla adelante. Una conducción política ajustada a las normas existentes (quizás haga falta algún aggiornamiento en cuestiones vinculadas sobre todo a los avances tecnológicos), constante, sin concesiones, modificaría concretamente las innúmeras deficiencias del estado, a la vez que, al modificar las estructuras actuales, achicaría significativamente las posibilidades de funcionamiento de los mecanismos corruptos tan instalados en todos los estamentos oficiales y sociales.