“Cada paciente tiene un sonido que lo identifica y lo personaliza; somos todos distintos ante los sonidos” dijo en una entrevista radial de El Ojo de la Tormenta (La U, Radio Universidad) la musicoterapeuta Analía Goldemberg, en la que se refirió a las características generales de  las acciones con niños y adultos, enfermos terminales y personas con distintas afecciones físicas o mentales.

Analía Goldemberg-

-¿Qué es  la musicoterapia?
-La musicoterapia es una terapia que utiliza el cuerpo, el sonido y el movimiento con el fin de abrir nuevos caminos de comunicación, de conectar al paciente con emociones muy primitivas y de expresar (siempre lo digo, significa sacar al exterior lo que está preso) lo que está reprimido. Lo que hace el musicoterapeuta es una decodificación del sonido, cada paciente tiene un sonido que lo identifica y lo personaliza; somos todos distintos ante los sonidos en sí. Los sonidos no tienen afectos, uno sintoniza con los sonidos. Y la decodificación en este tipo de música (por lo menos, con la que yo trabajo) tiene mucha repetición, lo que genera, a nivel neurofisiológico, contención y recuperación de la tranquilidad.                

-¿Cómo se aplica esta terapia en un jardín de infantes o en una escuela primaria?
-En un jardín todos los chicos tienen dificultades, algunos son hiperquinéticos, otros tímidos, violentos, sometidos, etc. Tanto la música como la secuencia de sonidos llevan a que, a través del movimiento, los chicos  reflexionen sobre si algo no está bien, para cambiar esas conductas. Es una buena oportunidad para jugar con estos sonidos, dado a que se trata de una situación no amenazadora, la música no juzga, sino que contiene acompaña, expresa.

-Con los pacientes incapacitados de comunicarse física o verbalmente, ¿la musicoterapia cómo funciona?
-Esta clase de pacientes, luego de que son desentubados y vuelven a expresarse verbalmente, nos cuentan que han vivido en un entorno sonoro donde, si bien no podían expresarse verbalmente, escuchaban a sus familiares, a los médicos y enfermeros.
Lo que se hace es reconstruir el entorno sonoro cotidiano del paciente, desde el sonido del teléfono, el maullido o ladrido de las mascotas, el timbre de voz de los familiares y de los seres queridos. De esa manera vamos reconstruyendo una memoria auditiva que va reestructurando nuevas conexiones sinápticas a través de un arduo trabajo con el paciente, que empieza a expresarse apretando una mano, un dedo, usando la lengua, etc.
Yo trabajo con una terapia, que no se basa solamente el discurso verbal, sino que utiliza el gesto, la mímica, lo emocional, la mirada, el silencio, todo tiene un sentido. También trabajo con psicodrama y sonodrama, que ayuda al paciente a salirse un poco de su rol.
La musicoterapia cuenta con distintas líneas, desde la educación, prevención, social, desde lo que es la psicopatología

 -¿Cómo son las respuestas en prevención social?
-Muy buenas. La musicoterapia en prevención social  es una de las corrientes más nuevas, funciona en situaciones marginales, con gente que no tiene para comer ni para vivir, donde la contención familiar no se ha dado. Allí la terapia se da con instrumentos no convencionales (cucharas, ollas, sillas) que lleva a estados comunicacionales de gran desenvoltura.