Gran parte de los paÃses desarrollados del mundo se encuentran sumidos en una crisis financiera de gran envergadura, que, según quién la caracterice, la denominan la segunda parte de una recesión que comenzó en el 2008 o gran recesión, otra escuela de pensamiento la define como gran contracción.
Para describirla en orden cronológico comenzamos por Japón con dos décadas sin crecimiento y con una abultada deuda, que significa aproximadamente el 200% de su PBI, sumado al azote de los acontecimientos del 11 de mayo de este año, con la triple tragedia terremoto, tsunami y desastre nuclear.
En otro continente, la mayor potencia del mundo, Estados Unidos, a partir del 15 de septiembre de 2008 con la quiebra de Banco Lehman Brothers inicia la crisis de las hipotecas, la que continuó con el agravamiento de la situación financiera y polÃtica actual por su deuda medida en billones de dólares, su persistente déficit fiscal, desempleo en crecimiento y un débil -casi nulo- crecimiento de su economÃa.
Por último, la Zona Euro, con 17 integrantes de los cuales por lo menos 6 atraviesan una situación delicada. Hoy Grecia, Irlanda y Portugal se encuentran fuera de los mercados de capitales con la única opción de que la Comunidad Europea acuda a su salvataje. Le siguen España e Italia que sufren el acoso de los especuladores que por la cuantÃa de sus obligaciones no pueden esperar respaldo general y tienen como único camino refinanciar sus deudas a tasas de riesgo. Hoy los rumores del mercado hablan de que Francia está al borde de una situación similar.Â
Nouriel Roubini, uno de los cinco economistas más famosos de la actualidad, cuya fama se inició con la predicción de la crisis de las hipotecas, apodado âDr. Muerteâ, dice que el mundo se encamina a una segunda parte de una recesión. Afirma que las probabilidades de una recesión global en el 2012 superan el 50%.Â
Otro de los economistas más destacados del panorama internacional -pero menos mediático- Kennet Rogff, quien fue economista Jefe del FMI en el 2006, opina que la crisis que tuvo su inicio en el 2008 no es una âGran Recesiónâ sino una âGran Contracciónâ, explica que âla contracción no sólo afecta a la producción y el empleo sino que también afecta a la deuda y el créditoâ. Entiende que el problema número uno es el elevado endeudamiento de los paÃses desarrollados. Propone dos caminos: mayores niveles de inflación en las economÃas desarrolladas o recortes de deuda en las obligaciones.
Hoy se debate en el mundo respecto a los culpables de esta situación. Según la ministra de Hacienda de España, Elena Salgado, la primera razón de las tensiones en los mercados fue la falta de acuerdo polÃtico de Estados Unidos, que desperdició el tiempo hasta el 2 de agosto para acordar el tope de la deuda de la primera economÃa del mundo. Alan Greenspan, ex presidente de la FED, aseveró que una nueva recesión depende de Europa no de EE UU, que fue Italia quien mostró señales significativas de debilidad en sus bonos y creó un problema masivo en Europa. Â
Lo cierto es que por la irresponsabilidad de algunas potencias, por sus excesivas deudas soberanas y déficit fiscales se puso en vilo el futuro económico inmediato del mundo. En resumen: El mundo vive más de los créditos que de sus impuestos.
Fiel reflejo de esta situación es lo que expresan las pancartas de los jóvenes indignados de Madrid. âEste es el resultado de los polÃticos corruptos y de las generaciones anteriores insaciablesâ. âNo hemos participado de la fiesta y lo peor es que nosotros tenemos que pagarlaâ.
En tanto otra parte importante del mundo capitalista que aún continúa creciendo, el llamado BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) se preocupa por el deterioro del escenario económico y polÃtico internacional, que puede terminar afectando su propio desenvolvimiento.
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