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Estuve en un poema de Prévert
No dijo adiós, al irse.
Se puso la palabra adiós
como un guante
(un dedo en cada letra)
y desde la puerta
me acarició, sin tocarme.
Y lloré, Jacques.
(Me cubrÃ
la cara con las manos
y lloré).
Ernesto Aguirre, El concierto de Abrán Juez.
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