Raquel Nadal, psicóloga, integrante del Programa de Violencia Familiar de la dirección de Salud Mental de la Municipalidad de San Salvador de Jujuy, habló en el programa Domingo Siete (La U-Radio Universidad) acerca de lo que implican las situaciones de violencia en una familia, las consecuencias psicológicas y cómo se trabaja desde el programa municipal, que además trata casos de otras localidades jujeñas como San Pedro, Perico, Palpalá, Tilcara.

-¿Qué es violencia familiar?
-Se denomina a todas las formas de abuso que ocurren en el seno de una familia. Aquellas conductas que por acción u omisión ocasionan un daño psicológico, físico o sexual a los miembros de la familia, que generalmente son mujeres, niños o ancianos.

-¿Cuál es el marco legal en Jujuy?
-Hay una ley provincial, la Nº5.107 de Atención Integral a la Violencia Familiar, y otra nacional que es contra la violencia de mujeres en todas sus formas, que amparan a las víctimas de violencia familiar. Son importantes ambas, ya que tienen en sus artículos medidas de protección para las víctimas de violencia. Entendemos que la justicia está dando celeridad a estos problemas y hay muchas mujeres que requieren que esto se ponga en marcha de forma inmediata, porque de permanecer pueden hasta perder la vida.

-Las estadísticas son impresionantes con respecto a “perder la vida”.
-Sí, nosotros justamente hemos conversado al respecto, creo que las estadísticas las maneja la policía, hemos visto en diarios y notas sobre el tema en Jujuy, en lo que hace nuestro programa no hemos tenido que lamentar  este tipo de desenlaces, sólo hubo un caso en que la mujer mató a su pareja cansada por las situaciones de violencia que sufría.

-¿Cómo se trabaja desde la dirección de Salud Mental de la Municipalidad?
-El equipo está conformado por profesionales de psicología, trabajo social y abogacía, trabajan en forma interdisciplinaria porque es una problemática compleja, que toca todas estas aristas, entonces requiere del trabajo interdisciplinario. Generalmente las personas llegan a una entrevista de recepción, y a partir de ahí se hace una evaluación de la situación y se determinan los pasos a seguir.

-¿Son procesos largos?
-Estamos hablando de revertir modos de vida, y sí, son largos, muchas veces son problemas crónicos, en muchos casos se vienen sosteniendo por generaciones. Generalmente desaprender estas historias de vida demora un tiempo.

-¿Quiénes ejercen violencia sobre los más vulnerables son únicamente hombres?
-En su mayoría sí, es el varón adulto el que suele ejercerla sobre aquellos más vulnerables, y esto tiene que ver con cuestiones sociales y culturales. Es cierto que hoy por hoy se promocionan los derechos de la mujer, pero es real que estas formas no se cambian tajantemente a partir de la promulgación de leyes. Esto requiere de un cambio de mentalidad, que son mucho más lentos que las mismas legislaciones. Evidentemente demora y no es fácil de modificar.

-¿En el caso de ancianos y discapacitados, también son hombres los que ejercen la violencia para con ellos?
-Son hijos o hijas, no hay tanta diferencia. Es generacional, hemos observado que hay hijos adolescentes que abusan de sus madres. En los tratos abusivos, todo tiene que ver con historias anteriores, algunos de ellos han visto situaciones de violencia cuando eran chicos.

-¿A la contención que dan ustedes asisten los hombres violentos?
-La primera que llega es la mujer, no suele ser el varón el que consulta, después puede llegar el varón por medio de una invitación nuestra. Tenemos la entrevista con el varón y escuchamos su versión, siempre son dos versiones totalmente diferentes, aquí solemos recomendar los procesos terapéuticos individuales, para poder revisar algunos modelos de aprendizaje internalizados.
Algunos varones permanecen en nuestro centro y otros prefieren ir a otro centro de atención y después vienen los procesos familiares, donde se juntan todos a hablar, una vez que pueden ser objetivos sobre ellos mismos.

-¿También se da algún tipo de grupo de ayuda?
-En principio sí, tenemos un grupo de ayuda mutua para mujeres, que está coordinado por una psicóloga y una trabajadora social.

-¿Hay hombres que son víctimas de violencia familiar?
-Sí, hay hombres que son víctimas, aunque es mínimo el porcentaje. Llegan a la consulta y  las características son similares en cuanto al sometimiento y al miedo. Creemos que al varón le resulta más difícil llegar a esta instancia de consulta por el estereotipo masculino que pesa sobre él, en cuanto a ser el fuerte, la potencia y la decisión.

-¿Habrá menos denuncias en esos caso?
-En realidad hay vergüenza, con todo esto de romper el estereotipo masculino, se lo llega a ver contradictorio.

-¿Madres ejerciendo violencia sobre hijos?
-Sí, también existen, esto suele ocurrir que son madres víctimas también de violencia o que han sido testigos de violencia en su infancia y hoy, ya madres, suelen repetir estos modelos de interacción con sus hijos y resulta difícil de modificar, porque lo toman como un modo de corrección y lo ven como lo que corresponde hacer.

-¿Se recupera alguien de una situación así?
-Sí, es difícil, porque el tema deja profundos daños, estas situaciones no se olvidan, sí uno puede recordarlas con menos dolor, pero marcan para toda la vida. Lo que hemos visto generalmente es que no hay muchos cambios en el varón que es violento. A veces llegan las mujeres y relatan que el hombre ya tuvo otras parejas y también las sometía.

-Los modelos sociales parecerían estar cambiando, ¿a qué ritmo?
-Sí, lo que no se modifica es el uso abusivo del poder, se ve en manifestaciones para que se entiendan las cosas, es un modo de relación para resolver conflictos, esto del diálogo y la negociación se usa poco.

-¿Cómo te sentís trabajando en este ámbito?
-Como profesional es una tarea ardua, es verdad que de alguna manera estamos en situaciones de riesgo. No es fácil, estoy permanentemente escuchando historias de vida con mucho dolor y tragedias. Pero entiendo que para nosotros es un aprendizaje, en cada consulta nos interpela como mujeres en cuanto a nuestro lugar dentro de la sociedad y la familia; nos lleva a mirar nuestros propios modelos familiares incorporados, nadie está exento de estos modos de relación, entonces como prevenir estas situaciones llega a nosotros mediante lo que escuchamos. Nosotros profesionalmente nos reunimos para comentarnos los casos, las dificultades que tenemos y esto suele ser una manera de ayudarnos a mirar en la problemática.

-¿Dónde funciona Salud Mental?
-Estamos en la calle Bustamante 84, planta alta, el teléfono  es 4020265. Estamos de lunes a viernes de 8 a 13, y a la tarde lunes y miércoles de 14.30 a 20hs.