Goio Monterosso, astrólogo radicado desde hace tiempo en Jujuy, habla en esta entrevista de las formas de racionalidad, las creencias y ciencia, pero sobre todo de Jujuy desde una descripción astrológica.
-¿Qué es la astrologÃa?
-Lo primero que hay que decir, es que hay diferentes maneras de usar la astrologÃa, los antiguos, que son los maestros, empezaron a explorar para qué servÃa mirar el cielo, y lo usaban para mitigar el tremendo susto existencial que significaba ser un mono sofisticado en medio de un mundo inmanejable. Asà preveÃan qué iba a pasar con la cosecha, con la peste y con otras tribus. En esos tiempos los que tenÃan astrólogos eran solamente los reyes, eran los ministros de economÃa, de defensa, etcétera.
-Se sigue dando hoy.
-SÃ, algunos más que otros. Antes era un lujo que no se podÃa dar cualquiera. La astrologÃa evolucionó para diversos lados. Santo Tomás de Aquino, escribe en su libro contra la astrologÃa, pero no porque fuera falsa, sino porque la consideraba la voz del demonio. En el siglo XX, cuando surge la fÃsica cuántica, se abre un camino a la astrologÃa para que mirando el cielo podamos entender quiénes somos, cómo somos.
-¿Ahà se puede dar un cruce con la psicologÃa?
-Hay mucho intercambio e interacción con ésta. Hablando de lo racional, los geólogos no pueden predecir todavÃa cuándo sucederá un terremoto, pueden predecir que en tal zona habrá terremotos, pero las hormigas y algunas aves pueden predecirlo, y pueden irse antes de que sucedan este tipo de catástrofes. Ahora, ningún geólogo se ha animado a crear un observatorio de hormigas, es muy berreta para un cientÃfico hacer esto. Lo que ocurres es que hay muchos planos en la realidad, la racionalidad es uno de ellos, la ciencia es uno, y la astrologÃa -que nació antes que la ciencia- surgió en otro plano, con otra forma de conocimiento.
-¿Desde dónde llegás a la astrologÃa?
-Llego desde la hiper-racionalidad, fui muy racional siempre y bueno en matemática, lógico y razonable durante toda mi juventud. El otro hemisferio de mi cerebro también estaba vivo, el poético, de hecho escribÃa poesÃa, lo cual era incongruente con mis estudios de administración de empresas. Un dÃa a los veinticuatro años una pareja amiga me prestó un libro de astrologÃa, y ese libro tenÃa todos los signos, ascendentes y todo, y mi mente racional quedó muy sorprendida de la cantidad de coincidencias, leÃa cosas que acertaban en lo fÃsico y todo. Siendo más grande, un dÃa me dà cuenta de cómo disfrutaba yo las clases de matemática desde un lugar filosófico, cuando descubrà curvas y funciones, y que un número se correspondÃa con una forma. A los treinta y cinco años, comencé a hacer trabajos de auto asistencia psicológica, a partir de carta natal y trabajo corporal. Me fascinó la mirada de la astrologÃa. Cuando ya vivÃa aquÃ, me pasaba las siestas estudiando y estaba rodeado de psicólogos, y muchos de ellos veÃan la astrologÃa como algo supersticioso, pero otros, se interesaban y asà me convirtieron en astrólogo. En un lugar como es Jujuy, tan notable, que tiene un desarrollo de muchas cosas alternativas, a pesar de su lado ortodoxo, tradicionalista y conservador. Y todo esto pasa porque es una sociedad inmersa en la naturaleza por lo atávicos culturales.
-¿Astrológicamente cómo se define Jujuy?
-Predomina en Jujuy Aries, y es un signo de fuego, de guerrero, de lucha, impulso, avance, rechazo y la resistencia. Sin embargo, los jujeños no parecen arianos, son tranquilones, pero Jujuy siempre está en los diarios porque hay lÃos, y algo interesante, Jujuy parece haber crecido bajo la dinámica de invasión, está atravesado de invasiones de incas, de los españolas, siguiendo por el desarrollo, como las empresas mineras y de acero, Jujuy crece al compás de esa fricción. Es una de las provincias señeras de la historia por la lucha de la independencia, sin embargo no lo registraban asà los libros de historia hasta hace poco tiempo. Uno de los proyectos que más los unió a los jujeños fue el âPaso de Jamaâ, ése es el camino a la invasión nuevamente. Pero también tiene mucho de Piscis, tranquilo, mÃstico y sensible.
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