âLas revoluciones se producen en los callejones sinsalida.â
Bertold Brech
¿Hemos ganado?
¿Podrá alguien atribuirse un triunfo?, recordemos que en los últimos dÃas se repitieron una serie de hechos referidos a la megaminerÃa en La Rioja y en particular a âEl Famatinaâ, los que repercutieron a nivel nacional y se pueden trasladar otras provincias como Jujuy.
Desde hace algunos años, en las vacaciones se reiteran este tipo de situaciones y vuelven las marchas y acciones de protesta por parte de organizaciones sociales y sectores ambientalistas (que por lo reiteradas), ya deberÃa formar parte de la agenda de los funcionarios de esta provincia, los que nuevamente estaban de licencia en⦠ó de luna de miel en Brasil.
Este año a esta causa, se sumó además; una campaña de prensa nacional que ante un verano ârelativamente tranquiloâ, encontró en este tema una âvetaâ para pegarle al gobierno provincial y de rebote al nacional.
Esta situación (bien aprovechada), profundizo la diferencia entre los que entendemos: âque la minerÃa bien gestionada y controlada puede ser una herramienta de desarrollo sustentable hacia el futuroâ y los que plantean âun rotundo noâ desde su visión fundada en el âdesarrollismo depredadorâ, que nos toco vivir en las últimas décadas.
Sin el ánimo de dar la razón a unos y descalificar a los otros me pregunto ¿acaso no hay parte de razón en los dos sectores? Si esto es asÃ, nadie ganó la batalla mediática que nos plantearon y si a pesar de âno ser esto lo que buscaban los medios de difusiónâ dejaron abiertas una serie de posibilidades para destrabar el problema; las que deberÃan permitirnos a partir de lo que hoy tenemos, debatir con más fundamento, si lo que nos interesa es el bien común.
Algo de memoria
1         El manejo de los recursos mineros de los que dispone nuestro paÃs se viene ºplanteando desde el mismo 25 de mayo de 1810, sin éxito. A la burguesÃa nacional la minerÃa, no le interesa y el riesgo empresarial que acarrea menos. Como dice Galeano: nuestras burguesÃas no fueron capaces e un desarrollo económico independiente y sus tentativas de creación de una industria nacional tuvieron un vuelo de gallina, corto y bajitoâ¦â¦
Por otro lado América es mineral. Dilma Roussef prometió triplicar la minerÃa brasileña. Chile y Perú pujan por liderazgos en cobre, plata y otros productos, Colombia está en fuerte despegue. Ecuador y Bolivia quieren más minerÃa con más renta social. La Argentina minera, pese a las voces crÃticas, creció un 300% en la década y podrÃa captar más de US$ 10.000 millones en nuevas inversiones en la década. Los empleos, directos e indirectos, suman 140.000.
Pero que pasa hoy 200 años después?
A nivel internacional y aún que algunos no lo quieran ver también a nivel de Nación, desde hace algunas décadas se viene dando un importante debate entre los especialistas, el que dÃa a dÃa suman más adeptos y al que nuevamente algunos sectores están llegando tarde o del no quieren participar y planea que: âno deberÃan darse contradicciones entre el ambiente y el desarrollo el que se vincula Ãntimamente a las comunidades y a las industriasâ.
Se Plantea asà como desarrollo viable: a aquel que abre nuevas vÃas de progreso económico y social que âsatisfaga las necesidades presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futurasâ.
Esa doctrina de viabilidad, establece que âel crecimiento y el desarrollo deben tener lugar y mantenerse a lo largo del tiempo dentro de los márgenes impuestos por la ecologÃaâ.
Eso supone âno solo cambios a nivel mineroâ, sino nada menos que tratar de conseguir que una importante proporción de la población mundial cambie su conducta, para poder alejar amenazas que de lo contrario podrÃan afectar a un mundo, el que; la mayorÃa de esa población no llegará a ver, pero que tal vez âestamos empezando a generarâ, es
decir: en el que quizás ya nos encontramos viviendo y que propone cambios históricos.
Reforma o revolución
Es fácil responder cuando nos preguntan por los momentos fundamentales del desarrollo humano, ya que nosotros plantéanos como respuesta en forma intuitiva lo que nos dicen los libros: la revolución agrÃcola de finales del neolÃtico, la revolución industrial de los últimos dos siglos; pero no nos damos cuenta que hoy vivimos en un mundo donde es urgente e imprescindible: un proceso de transformaciones económicas y culturales, en virtud de la actual crisis del capitalismo a nivel mundial y de contaminación desarrollista.
Quizás el estar viviendo en medio de esa batalla no nos permita entender lo importante del momento y la responsabilidad del compromiso. Quizás el dÃa de mañana no alcance con decirles a nuestros hijos o nietos yo hice lo que pude: âme opuseâ, quizás la pregunta de ellos sea ¿y que propusiste?
No me interesa lo que hay
Es la frase con la que se defienden algunas personas tratando de fijar una posición respecto al tema minero y suelen agregar âporque aquà no van ha hacer nadaâ.
Lo mismo ocurre cuando algunos tratamos de explicar algo referido a la minerÃa; por ejemplo cuando se habla de âexploraciónâ, lo confunden con âexplotaciónâ, pero no les interesa; total con un en corte de ruta o una manifestación o una pintada piensan que alcanzan. Deben tener claro que esta falta de interés o el desconocimiento: no los libra de la responsabilidad de la hora.
Leyendo o escuchando las declaraciones de algunos funcionarios ocurre otro tanto. Sus justificaciones no siempre generan confianza y menos tranquilidad, no tienen las respuestas que fundamenten su accionar o demuestren un compromiso a favor de todos, solo parecen hacerlo para defender sus âpropios intereses personalesâ.
Tarea para todos
Para plantear una oposición constructiva âhay que saber de que se trataâ. Saber que debemos defender y exigir; no solo negar. Debemos entrar en la mente de las autoridades públicas, dirigentes empresariales, medios de comunicación y población en general, abriendo paso a la conciencia social.
Los grupos ecologistas âno deben renunciar a la luchaâ pero si deben compatibilizar con sus pensamientos antagónicos, con la real necesidad del momento y deben  âtrabajar junto a los que no piensan igual para resolver o aclarar estos problemasâ.
Para los que sabemos de que se trata y estamos comprometidos en buscar una sociedad mejor para todos nuestra tarea será: âbuscar profundizar un debate serio y responsable con un horizonte hacia el futuroâ, en el que el compromiso de participación y los mecanismos de control se pongan a disposición de la ciudadanÃa que âaún negandoâ, cree en la necesidad de transformarnos en una Nación libre y soberana con base en un desarrollo propio y sustentableâ.
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