Municipalidad de Jujuy Jujuy en L�nea Diario Jujuy
San Salvador de Jujuy - ARGENTINA /

Hotel Gregorio
Finca La Colorada

Hotel Gregorio

 

 

Ariadna Tabera

UNA BIBLIOTRCA DE TRES SIGLOS

Ariadna Tabera
La Biblioteca Mariano Moreno fue tutelada por la Sociedad Obrera desde su inicio en 1894. Se trata de una institución con una trayectoria de tres siglos en Jujuy, por la que pasaron personajes de la historia de la provincia y que se inició en los ideales de la generación del ‘80. En ella, el maestro Vicente Fabián Zerpa, con sus 79 años, continúa promoviendo el amor por los libros y la lectura.

-¿Cómo comenzó la biblioteca?
-Empezó con ideas, pensando desde la Sociedad Obrera siempre en el bien del prójimo, que era una forma de cuidar no sólo su salud física sino también espiritual, brindándoles otro tipo de servicio. Otras instituciones sociales, de extranjeros principalmente españoles e italianos, se reunían, pero nadie se había dedicado al aspecto cultural, puntualmente no tenían bibliotecas. Estos ideales comenzaron a plasmarse con la biblioteca, que fue idea de un gobernador de Jujuy amigo de la Sociedad Obrera, el Dr. Julián Aguirre, en junio de 1984, cuando hizo la primera donación con la intención de que la biblioteca tenía que ser popular, porque el primer libro que obsequió se refería a la ley de Sarmiento sobre la creación de las bibliotecas populares. Los cuatro libros donados por Aguirre fueron el comienzo. Luego, estuvieron diez años sin funcionar ni la biblioteca ni la Sociedad porque no había quién siguiera con los ideales planteados en los inicios.
-¿En qué condiciones se reabrió?
-En 1907 volvió a abrirse, a partir de la bendición de una bandera, donada a la Sociedad Obrera, y ahí aparece Monseñor José de la Iglesia. El fue el mejor socio que obtuvo la entidad. Puso sus ideas cristianas y de trabajo, tanto es así que en el escudo de la Biblioteca dice “Ciencia, Trabajo y Orden”. Con su llegada a la presidencia, en 1912, se iniciaron las obras del edificio de la Sociedad Obrera, pero sobre todo de la Biblioteca. Me lo imagino arremangándose la sotana y recorriendo barrio por barrio buscando libros, y en especial los dedicados a los oficios. Se aprendían temas como construcción, costura, bordado. Ese mismo año se hizo un mueble especial y empezó a trabajarse en forma ordenada. La biblioteca tenía socios, a través de la Obrera, todo estaba dentro de esa institución. En el mismo estatuto se establece que se deja en comodato la parte que ocupa la biblioteca. Después vino otro presidente, José Roberto Bidondo, y complementó la obra de José de la Iglesia. Primero fue secretario y cuando el sacerdote no quiso ser reelecto como presidente, porque decía que la continuidad de las autoridades era perjudicial para la institución, propuso que fuera Bidondo y él fue secretario. Lo esencial es que lograron que la Comisión de Protección de Bibliotecas Populares la reconociera como tal. Pero la Sociedad Obrera no quería independizarla totalmente, la querían mantener en su seno; en ese momento tenía casi dos mil socios y se justificaba; era una cuota mínima, de centavos, para mantenerla, aunque ya recibía esporádicamente ayuda de la Sociedad Protectora de Bibliotecas Populares, porque el objetivo de la comisión era la educación del pueblo, el ideal sarmientino.

-¿Actualmente la biblioteca depende de la Sociedad Obrera?
-Cuando era presidente de la Obrera Carmel Giubergia, logramos que nos autorizaran a formar la Comisión de Biblioteca, ya en 1997 se realizó un acta que organizaba la Comisión de Amigos de la Biblioteca Popular Mariano Moreno, con autoridades propias. Se hicieron las gestiones necesarias y se obtuvo la personería jurídica. Es por eso que hoy están separadas jurídicamente, pero la Sociedad Obrera no deja de tener tutela sobre la Biblioteca, como está registrado en el estatuto. La biblioteca siempre fue el afán de la Obrera y más cuando llegamos nosotros porque en ese año los socios habían prácticamente desaparecido: no teníamos servicios sociales, salvo los del cementerio. Estaban desperdigados los esfuerzos por la cultura y la educación. Teníamos salones que se utilizaban para bailes, nada más. Empezábamos a pensar que el espacio debía aprovecharse para hechos culturales, y esos objetivos ya estaban plasmados en los ideales fundadores.

-¿Cómo concibe usted la función de la biblioteca?
-Las bibliotecas sirven como auxiliares de la educación, son orientadoras en la búsqueda, en la investigación, en la cultura. A través de la lectura se pueden conocer lugares inaccesibles, remotos. Los libros están un poco olvidados con el uso de Internet, incluso en las escuelas. Y son muy importantes porque ayudan a la formación moral y siempre lo destacamos, porque puede haber sabios, pero si son sabios inmorales son un peligro para la sociedad. Por otra parte, es muy importante la atención al lector, por eso aquí hay bibliotecarios que son maestros, que saben orientarlos, que dedican toda su atención a los lectores en sus consultas. Por eso mismo la gente se vuelva a acercar a la biblioteca, si bien tenemos sólo 35 socios, tenemos muchos lectores. Además, tratamos de mantener aquellos fundamentos de creación de la Biblioteca, en el marco de la Sociedad Obrera y por eso, a pesar de que el material es general, apuntamos sobre todo a trabajos técnicos, sobre la construcción, mecánica, etc.

-Usted comentaba que es difícil encontrar bibliotecarios, ¿cómo es el trabajo de ellos, cuáles son esas dificultades?
-Cuando se expandieron las escuelas nacionales por el país, la Biblioteca tuvo un socio, Rubén Alberto Cabana, inspector de escuelas y amigo del inspector seccional Rivas de esa época. Ellos consiguieron que viniera una maestra a trabajar como bibliotecaria. Antes casi todos trabajaban ad honorem, el sueldo más alto era de $30. Tenían que atender todo el día y no cualquiera quería trabajar por esa cantidad. La biblioteca estaba un poco descuidada. Incluso llegaron a desempeñarse como bibliotecarios personas como problemas mentales, lo cual era muy peligroso. .Aquella maestra estaba en funciones pasivas, es decir, que no estaba frente a un aula, en tareas educativas sino auxiliares. Ella estuvo permanentemente como bibliotecaria desde el año ’40 al ’56. Siempre tratamos de trabajar con docentes, porque estas funciones están en el Estatuto del Docente, a través del cambio a las funciones pasivas. En 1992, con la presidencia de Etelvina Calsina, conseguimos que viniera a trabajar Natividad Vivancos, de la Escuela Alberdi, y desde ese año ella está con nosotros. Pero, claro, todos los años había que luchar para que la volvieran a asignar aquí. Tratamos de que nuestro personal se perfeccione, para que mejore el servicio, porque propendemos a la cultura. Tenemos 11 bibliotecarios. El problema es que se perfeccionan pero no hay cargos creados y por eso es difícil la continuidad. De allí la importancia de la Ley de Bibliotecas Populares.

-¿Cómo se sostiene la Biblioteca, cómo es la propuesta que tienen para una Ley de Bibliotecas Populares?
-Los recursos siempre son necesarios, y, a pesar de que la Sociedad Obrera siempre nos ayudó, estamos impulsando la Ley de Bibliotecas Populares, que ya se presentó a la Comisión de Educación de la Legislatura. Yo considero que es fundamental, sólo hay cuatro o cinco provincias que todavía no tienen una ley de este tipo, y Jujuy es una de ellas. Nos va permitir, por ejemplo, contar con personal, porque todos los años luchamos con este tema. Es importante porque en toda la provincia hay 33 bibliotecas populares reconocidas. Otro punto fundamental de la ley es que los recursos sean administrados por cada biblioteca, que el subsidio lo maneje la institución.

-¿Hay antecedentes?
-Sí, en una norma propuesta por el diputado Juan José Castro, en 1946, que sólo benefició a la Biblioteca Popular de Jujuy. Ellos tienen personal en desmedro de todas las otras bibliotecas. Por eso queremos una ley unificadora, que el Estado destine recursos a la educación, porque lo que queremos demostrar es que la biblioteca cumple una labor educativa, a pesar de las circunstancias. Porque nos da lástima que los chicos se desperfeccionen y no se perfeccionen. Tengan o no razón los docentes de hacer paro, porque los niños van a lugares que no corresponden a su niñez cuando hay paro. Una cosa que hemos visto es que cuando no hay clases, nos invaden los chicos, los acogemos a todos y tratamos de atenderlos lo mejor posible.

-¿Los chicos saben consultar?
-En la actualidad –y todos tenemos un poco de culpa- ya no nos preocupa la lectura. Es más cómodo ver TV y usar internet. Aquí los bibliotecarios tienen que hacer las veces de docentes porque muchas veces mandan a los chicos a investigar y sólo les dan un título, sin una orientación para el trabajo, de dónde y cómo buscar. Entonces, los bibliotecarios hacen el papel de educadores y es mi propósito que esto quede plasmado, es el objetivo cultural y educativo de la biblioteca. Queremos que sea un valioso auxiliar de la educación. Por esto mismo es que quisimos que se le hiciera un homenaje con honor a Jorge Calvetti cuando falleció. Lo propusimos desde la biblioteca y el diputado Miguel Angel Giubergia, asesor nuestro, es el que a su vez propuso ese reconocimiento a nivel nacional. Calvetti era el nieto de uno de nuestros hombres, Federico Calvetti, que fue presidente en 1895.

-¿Cómo es la relación con la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP)?
-Nosotros estamos afiliados a la CONABIP desde 1913. Cuando hay subsidios, mandan dinero. También nos ayudan con el perfeccionamiento de los bibliotecarios.

-¿Qué otros aspectos de la cultura se trabajan desde aquí?
-Funciona una sala teatral, la Domingo Zerpa, que fue equipada totalmente por el Instituto Nacional de Teatro. Y nosotros queremos darle prioridad educativa desde esa sala a la Quebrada y la Puna, pero necesitamos más recursos. Además, en este mismo edificio funciona otra biblioteca, que fue fundada por Vicente Chicarelli en 1958, con la especialidad en Formación Docente, que en este momento es muy necesaria. Pero falta personal técnico para organizar todo, porque está equipada pero no se utiliza. Ambas bibliotecas se podrían unificar pero el problema es que la nuestra no es estatal y la otra sí. Antes de que la trasladaran aquí estaba en la escuela de los Baños Públicos y estaba muy descuidada. Por eso pensamos en que cuando se amplíe el comodato y el espacio para la Biblioteca sea mayor, darle más lugar a esta otra.


POR AMOR

Vicente Zerpa, sobrino de Domingo, es el secretario de la Biblioteca Mariano Moreno, que tiene su sede en la Sociedad Obrera. En esta nota hecha en la radio brilla el amor de toda una vida por los libros.
La Biblioteca Mariano Moreno inauguró a fines de junio, una Feria del Libro, que convocó a lectores y escritores durante tres jornadas, a intercambiar libros, experiencias e incondicionalidades.
“Yo me he criado y me he educado –dijo Vicente Zerpa- gracias a los libros. Mi tío, Domingo Zerpa, me compraba un solo texto por año, de cualquier materia, ‘y lo demás –me decía- lo tenés que aprender en la biblioteca’. Por eso, cuando vivía en la ciudad de Buenos Aires, iba a la Biblioteca Mariano Moreno y cuando estaba en Chivilcoy, a la León Juárez. Siempre me la pasé rondando las bibliotecas”.
En cuanto al valor de la lectura, explicó “ahora estamos más perdidos que antes, todavía. Falta el amor por la lectura. Siento que a la juventud no le interesa. Y desde la Biblioteca queremos recuperar ese amor. He amado los paisajes, la naturaleza, de Valle Grande, de Susques, de tantos lugares; muchas veces sin haberlos visto, a través de los libros. Queremos que la biblioteca sea un camino para enriquecer a los ciudadanos, por eso convocamos a todos los escritores y los invitamos a que participen, que sigan produciendo y publicando”.






espacio del lector
Nombre/seudónimo*
Edad * años
E-mail *
Comentario *
 
IMPORTANTE: Está terminantemente prohibido incluir agravios, calumnias, insultos, ataques a terceros, lenguaje inapropiado o cualquier comentario discriminatorio. Recordamos que no se publicarán comentarios que no respeten las reglas.


·
·
·

Copyright © 2008 El Ojo de la Tormenta - Reservados todos los derechos.

Lavalle 261, Oficina 5—Bº Centro - San Salvador de Jujuy (4600) - Jujuy - Argentina.
Teléfono: 0388-4235343 / Fax: 0388-4235343 - Correo: info@elojojujuy.com.ar

.   .