Hablemos de polÃtica
Los auténticos decadentes
Laura Barberis
En medio de la conmoción que hay en el paÃs desde hace más de tres meses, con el largo y público debate cotidiano que miramos por TV, se desnudaron tantas cosas que nunca o casi nunca habÃan emergido. Y quiero dejar de lado la principal o sea, cuán adolescentes somos los argentinos para vivir, qué inmaduros y coléricos, cómo manejamos todo en blanco y negro, cómo nos cuesta crecer y convivir en democracia, como nos gusta la calle y qué poco el debate. Quiero dejar de lado eso, que es lo más importante para el análisis, para decir que indudablemente, después de tan largo bolonqui, el paÃs se va a mirar a sà mismo con más información, con más conocimiento objetivo de lo que pasa en las provincias, con más datos. La conmoción produjo mucha, muchÃsima, información de la que los medios de Buenos Aires nunca manejan y, finalmente, nos guste o no, nos comunicamos y conocemos hoy en dÃa a través de ellos.
Lo anterior, y tantas otras cosas que podrÃa enumerar pero que no lo hago, porque Ud. las sabe, me llevó a pensar con menos pena pero con más bronca, con mucha bronca, sobre lo que nos pasa en Jujuy. La anomia desde la que apenas nos movemos; el ruinoso estado de los partidos polÃticos, donde los principios y los hechos se dan de palos con la realidad de su mediocridad; la falta de conducción de procesos que produzcan trabajo de verdad; la supina ausencia de conocimiento en el
ejercicio de funciones que hacen a roles básicos del estado; la consolidación de la pobreza en casi el cincuenta por ciento de la población; chicos de doce años, en escuelas céntricas, sin dientes por la falta de calcio; la indiferencia de los votados por la situación de sus votantes y no hay que olvidar que la gente que peor está es la que nunca vota en blanco, bolsa de mercaderÃa o no de por medio; la enormidad de cosas que se podrÃan hacer en Jujuy a partir de sus recursos naturales, su patrimonio cultural y turÃstico, sus posibilidades de producir alimentos y todo lo que sabemos. Pero claro, los procesos de cambio necesitan conducción y algo nos pasa que nuestra dirigencia no puede, no quiere o no sabe conducir.
¿Quién, quiénes, son responsables del futuro de Jujuy? Y lo que es mucho más importante ¿quiénes son responsables de su presente? ¿Es responsable el presidente del PJ local, Eduardo Fellner, sentado como está (y como lo vemos) a la diestra de la Presidenta de la República? ¿Es responsable el senador Gerardo Morales, presidente de la UCR nacional, que circula por los medios de Buenos Aires con discurso tan vivaz?
¿Es responsable Walter Barrionuevo, cuyo proyecto para la provincia, a ocho meses de haber asumido, no conocemos? por lo menos no ha sido puesto ante la opinión pública, aunque me podrán decir que lo hizo en su interesante exposición del inicio de las Sesiones Ordinarias, pero la sensación generalizada, hoy, es que la Casa de Gobierno tiene pocos y silenciosos habitantes que no producen hechos, a lo que no es ajena la improvisación y el desconocimiento de quiénes producen la información oficial en su anacrónico y exiguo boletÃn de prensa, sus notas especiales para los diarios o las publicidades para la TV, etc., que tampoco se sabe quiénes son, digo, los que comunican desde el Gobierno.
¿Son responsables la Justicia, los abogados, la Iglesia, los periodistas, la policÃa, los comerciantes, los médicos, los trabajadores del campo y la ciudad, los empleados de comercio y los de la administración pública en general?
¿Es responsable Julio FrÃas? ¿Son responsables los ministros Julio Costas, MarÃa Eugenia Bernal, Oscar Urbani, Hugo Tobchi, Fernando FrÃas, Liliana DomÃnguez y Miguel Lembo, algunos de los cuales tienen actitudes muy extrañas a la hora de empecinarse en no decir nada a los periodistas, como si sus hechos tuvieran que ocultarse en vez de ser mostrados a la población? ¡Y Alderete 1 y Alderete 2? ¿Y los secretarios de estado? ¿Y los directores? ¿Y los titulares de los organismos autárquicos, algunos de los cuales, como el IVUJ, manejan muy, pero muy cuantiosos recursos? ¿Son responsables?
¿Son responsables Alejandro Nieva, Carlos Daniel Snopek, Miguel Giubergia, Mario Martiarena, Carolina Moisés, Guillermo Jenefes y Liliana Fellner?
¿Son responsables los cuarenta y ocho diputados y el Presidente de la Legislatura?
¿Los intendentes, comisionados y concejales de toda la provincia?
¿Y las empresas? ¿Ledesma, Minetti, Minera El Aguilar, los de Pirquitas, los de Aceros Zapla, la Cámara del Tabaco, los cañeros y los demás? ¿Son responsables? Ahora está toda la vaina esa de la responsabilidad social empresarial. Habrá que ver.
¿Las instituciones intermedias: colegios, cámaras, algunas fundaciones y ongs (a la mayorÃa es mejor olvidarlas) son responsables? Justo es decir en este caso que buena parte de la dirigencia del sector, se renueve o no, mantiene desde hace años el único debate más o menos público, más o menos objetivo, más o menos emprendedor, que hay en Jujuy.
¿Son responsables los rectores/as de los colegios y los directores/as de las escuelas? ¿Los docentes de todos los niveles y las
autoridades de las universidades privadas y la pública?
Quienes integran las comisiones de los centros vecinales, de los clubes, de las bibliotecas ¿son responsables?
La dirigencia gremial de los sindicatos estatales y privados -en casi todos los casos, los mismos nombres desde hace muchÃsimos años- ¿son responsables?
La dirigencia de las agrupaciones que se formaron, en principio, a partir de la ausencia del Estado y, sobre todo de la defección de los partidos polÃticos ¿son responsables?
De una cosa estoy segura, de la verdad de Pero Grullo, todos somos responsables.
Y de otra también estoy segura, y puedo ampliar todo lo que haga falta, Eduardo Fellner y Gerardo Morales, son muy responsables. A los lugares en los que están no llegan los tontos ni de casualidad. Y la forma en que se mueven desde ellos lo demuestra. Entonces ¿por qué no pueden planificar otra provincia? ¿por qué no lo hacen? ¿Por qué no pueden poner el vigor, la creatividad y el impulso que les ha permitido desarrollar sus tan exitosas carreras polÃticas personales? ¿Por qué no ejercen la inteligencia para pensar la provincia en función de sus habitantes? En momentos gravÃsimos, no demasiado lejanos, de la vida institucional de Jujuy, pudieron acordar acciones que sirvieron para salir de la crisis. Entonces ¿por qué en la bonanza no pueden conducir un proceso de crecimiento que mitigue y cambie las circunstancias de tanta injusta pobreza? En ambos casos me parece que sus entornos, por lo menos los locales, les pintan un panorama en el que, con las diferencias del caso, todo está bien ây seguimos arribaâ o ânos vamos p'a aribaâ; el resto de los dirigentes, los que no están en el cÃrculo chico, son âtraidores, desleales, no saben, te mientenâ y supongo que es más cómodo, más fácil, manejarse asÃ. Las cosas están tan descarnadas que hay peronistas y radicales que temen, y lo dicen, que âlos amigosâ de Eduardo âle están pudriendoâ la gobernación a Walter y que âlos amigosâ de Gerardo âse le meten tanto al Chuli, que no va a poderâ, y esos dichos son los más suaves.
Pero Jujuy realmente no puede más. No hay ninguna cuestión ideológica, No hay ideas. No hay hechos. Hay pobres y una total inacción. También hay mucha bronca.
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