No es que haya perdido la capacidad de asombro. Son los hechos. Los delirantes pero contundentes hechos. Cómo en el número anterior, me pregunto cómo es que se escribe la historia. El discurrir de la actualidad va poniendo en duda todo lo que aprendÃ, todos los relatos que siempre me gustó tanto leer: por qué los etruscos dejaron tal cantidad de vestigios en Italia; si el Medioevo metió a la vida en las criptas y si el Renacimiento la rescató con esplendor; si Napoleón murió solitario y enfermo en la Isla de Elba o cómo convenció San MartÃn a tantos paisanos para cruzar los Andes.
Es que las cosas se tejen en Jujuy en un presente tan desquiciado que creo que alguna vez se dirá que aquà hubo una revolución y que los pobres encontraron su redención social gracias a las visionarias acciones de dos mujeres, la piquetera y la presidenta.
Será quizás que miro las cosas detrás de un vidrio muy grueso que las distorsiona al punto de convertirlas en puro realismo mágico. No, no, no. Nada de eso. Nada de realismo mágico. En realidad, el género es más bien de terror. Digo bien, de terror, sin ningún misterio.
Pero bueno, la realidad, por mucho que el poder la manipule, siempre tiene sus resquicios, los que permiten imaginar libremente muchas cosas. Por ejemplo, el escenario de las elecciones legislativas del año que viene. Hoy nadie tiene ni a la vaca ni a ningún otro bicho que vaya a parar al asador, atado.
A partir de ahÃ, ejerzamos la imaginación: aclaro que últimamente no he visto encuestas, pero los números de las pasadas elecciones no pueden ser descartados asà nomás ya que revelaron que la paciente gente común de Jujuy, la que no está agremiada o asociada, puede pensar cuidadosamente su voto-contra, hasta en los parajes más pequeños. Quienes con tanto rigor, y hasta impune obviedad, se reparten el poder polÃtico (económico) en la provincia, supongo que habrán medido, bien medido, aquél escrutinio. El poder de ese humor social puede volver, o no. Está latente.
LA UCR
Si Chuli Jorge hace una buena intendencia en San Salvador, los radicales pueden soñar de nuevo con la perspectiva de la Gobernación para el 2011. Lo dijo el propio Gerardo Morales en la radio. Textual: âsi el Chuli hace una buena gestión, quizás yo retome el proyecto provincialâ ¿Pero podrán en el 2009 armar listas de diputados y concejales que los correligionarios y los independientes tengan ganas de votar? Ya se sabe que todos quieren ir a la reelección y los que no anduvieron en ésta, sienten que tienen el derecho de volver en la próxima, aunque sea con la frente marchita, el corazón cansado y los votantes repodridos.
Hay que pensar también que más allá de los derroteros de la UCR bonaerense, Gerardo vio muy fortalecido su mandato partidario en el encuentro que tuvieron hace poco en Córdoba y si logra afinar más, delinear bien puntualmente el discurso opositor, -qué tanta falta hace y que nadie encuentra- es probable que sea el candidato radical a Presidente de la Nación en el 2011. Hasta ahora prácticamente sin oposición interna en lo local, Gerardo es criticado aún por los más allegados por no poner coto a una serie de inefables que no aprenden a contentarse nunca.
EL PJ
A pesar de haber sido precisa y cuidadosamente fragmentado por los dirigentes primero y por el escrutinio después, el oficialismo partidario se apresta a mantener el mismo armado con el que venÃa: los mismos tipos en los mismos cargos y los mismos acuerdos entre pocos dirigentes; la menor convocatoria a la polÃtica y ni siquiera el reconocimiento de ese humor social que puso los votos cómo y dónde los puso.
El esquema original no cambió para nada su dinámica, pero los actores están en otros escenarios ¿no se darán cuenta en el Frente para la Victoria local que hay que buscar otro libreto? ¿Qué construcción va a hacer desde la presidencia del PJ Eduardo Fellner? Seguirá tratando de mantener equilibradas las peores cosas que le pasan a su partido. Es verdad que a veces el equilibrio (que no es consenso) neutraliza -y neutralizó en los peores momentos de los embates a la institucionalidad- pero es muy, pero muy, distinto el momento actual y también configura toda suerte de imprevistos el hecho de que ya no es gobernador.
¿Podrá Fellner dejar que entren algunas bocanadas de aire fresco? ¿Un poco de riesgo? ¿Un poco de creatividad? Me parece que sino -y a la luz de los resultados electorales- el sector se va a ir debilitando, porque ahà hay varios grandes bonetes que las quieren todas para ellos, no cuidan a la gallina de los huevos de oro y todavÃa no terminaron de asimilar que la morocha de la organización, sin votos, les va ganando todas las partidas. Y yo sà que no me creo que todo es fruto del apoyo de la Gran Cuñada. Es fruto de la falta de polÃtica. Si tus dirigentes, tu segunda lÃnea, tus mandados ¡tus amigos! son unos pelandrunes -dice el tango- cómo no se va a ir agotando la cosa.
Por su parte, y dentro del peronismo por supuesto, Primero Jujuy mostró ahà nomás, en la Cámara, en diciembre pasado, las previsibles grietas de las alianzas apresuradas. Lo distinto, y hasta sorprendente, es que Carlos D. Snopek sigue andando la provincia, mucho más solitario que durante la campaña eso sÃ, y tratando de dejar sentado que Walter Barrionuevo es una cosa y el resto otra. Parece que le estuviera mandando el siguiente mensaje de texto: âsi no aguant más estam nos para apoy. Bs.â. Si Snopek puede separar el trigo de la paja quizás mantenga mucho de aquél extraordinario resultado electoral.
En Unión por Jujuy no le pasó desapercibido a nadie que Rubén Daza se borró después de octubre y reapareció solamente cuando la invitación del gobernador al sector; los que venÃan originalmente del PJ están alineados -respetablemente, por cierto; se ve que no hay negocios sino polÃtica- con el ejecutivo provincial.
Aparte los demás partidos, los que integraron frentes y los que no, siguen en el ruedo como el MoReCi, LyDER, Cambio Jujeño-ARI; organizaciones como Barrios de Pie, Libres del Sur o el Movimiento Evita, haciendo la suya en el trabajo, generalmente más social que polÃtico, pero volverán a ser claves a la hora de ir arrimando el bochÃn el año que viene.
Porque aunque no definitivo, en este mundo de incertidumbres, sea lo que sea cuando llegue la hora de elegir gobernador y presidente, en el 2009 -cuando ni Fellner ni Barrionuevo, ni Morales ¿o s� ni el Chuli Jorge, sean candidatos- se habrá puesto sobre la mesa buena parte de los naipes de estas jugadas a cuatro años.
Claro. Siempre está el imponderable de la gente. Demasiado chasqueada ya porque, como dice un amigo: âLes dijeron que se fueran todos. No se fue ninguno. Y encima metieron a todos los parientesâ.
|