Primer Gobernador de Jujuy
Luego de lograrse la AutonomÃa PolÃtica de Jujuy el 18 de Noviembre de 1834, José MarÃa Fascio gobernó hasta el dÃa 15 de Marzo de 1835 dÃa en que la Legislatura jujeña aceptó la renuncia presentada el dÃa 28 de febrero. La Sala de Representantes hizo justicia a la labor de Fascio en aquellos momentos difÃciles y le dio âlas más expresivas gracias por sus eminentes servicios y generoso desprendimientoâ. Para entender la renuncia de Fascio, entre otros puntos (existÃa la calumnia de que querÃa anexar la nueva provincia a Bolivia; también la falsa acusación de ser responsable del asesinato del coronel De la Torre), hay que tener en cuenta que el mismo era tildado de no ser federal y ello conspiraba contra el reconocimiento de la autonomÃa por los caudillos nacionales y regionales.
A la dimisión de Fascio, habÃa sucedido el coronel FermÃn de la Quintana, unitario convencido. Tanto este Gobierno, como el de Antonio Cornejo de Salta, eran tachados por Rosas como unitarios y asà lo decÃa en cartas a Alejandro Heredia, Gobernador de Tucumán.
Los hombres que dirigieron los primeros pasos de la vida polÃtica de Jujuy eran en su mayorÃa de tendencia unitaria. Los federales, como Heredia en Tucumán, y algunos salteños apoyaban los proyectos revolucionarios del Comandante de RÃo Negro (hoy Ledesma), Eustaquio Medina, quién durante cinco meses preparó la rebelión hasta estar seguro de su triunfo. El 27 de noviembre inició la partida y en la madrugada del dÃa siguiente avanzó con su división montada sobre la capital hasta tomar la plaza. El Gobernador Quintana huyó en procura de organizar el desquite, sin lograr que su acción tenga ninguna ulterioridad.
Disuelta la Legislatura, el Cuerpo Municipal convocó al pueblo para nombrar âGobernador y Capitán General Provisorioâ, designándose âpor aclamación de votos, sin discrepancia algunaâ al jefe revolucionario, hasta que fuese reunida nuevamente la Junta de Representantes para elegir en propiedad. El 30 de Noviembre prestó juramento Medina y en su primera actuación desalojó a los unitarios de la Administración Pública.
Pronto se tuvieron indicios de que se preparaba otro golpe de estado, sindicándose como jefe de la conspiración al coronel Miguel Puch con la complicidad del gobernador depuesto y el ex presidente de la Primera Legislatura, Dr. Portal. Razón por la cuál, siguiendo el correcto procedimiento, mediante carta epistolar que se encuentra en el Archivo Histórico de la Provincia, Medina convocó a los mencionados a que realicen el descargo. Medina carecÃa de arraigo en la ciudad y sus enemigos no le dieron tiempo para preparar una buena defensa.
Cuando Puch comenzó a avanzar, Medina delegó el gobierno en el Presidente de la Municipalidad, Alvarado y se colocó en la Tablada. Allà fue derrotado por defección de sus tropas, posteriormente vencido en San Pedro se refugió en Metán con los jefes federales de Salta, Juan Antonio Saravia y Boedo.
Con Puch volvÃa al gobierno de Jujuy la tendencia unitaria, por lo que el Gobernador de Tucumán Heredia resolvió emprender una campaña sobre Salta y Jujuy con el objeto de cambiar sus gobiernos. Llegado a Salta depuso a Cornejo e hizo nombrar a su hermano Felipe Heredia, y habiendo ocupado Jujuy, Medina fue nombrado nuevamente Gobernador por el Cuerpo Municipal el 21 de marzo de 1836.
Con Eustaquio Medina, Guerrero de la Independencia, y quién fuera uno de los firmantes del Acta de nuestra AutonomÃa junto a Fascio, se iniciaron en Jujuy, los gobiernos del partido federal local.
Pero Medina falleció a los pocos dÃas, el 26 de Marzo, repentinamente, siendo enterrado en la Iglesia Catedral. Debajo del famoso púlpìto, se puede ver su tumba.
Eustaquio Medina, casado con Angela Arias Rivero, desde los primeros dÃas de la revolución, entró en el ejército auxiliar del Perú. Combatió en las batallas de Suipacha, Huaqui, Las Piedras, Tucumán, Salta, Vilcapugio, Ayouma y Puesto del Marqués. Posteriormente tuvo mucha actuación en las partidas que hicieron la guerra de gauchos. Fue de las fuerzas que tomaron Humahuaca en 1817, y tomó parte en el combate del Brete en el mismo año. También, en el Combate Cuyaya, el 24 de mayo de 1820, dÃa que entró en Jujuy la 7ma. Invasión realista al mando de RamÃrez de Orozco.
En 1819, fue Alcalde de Hermandad del RÃo Negro (hoy Ledesma, Archivo Capitular tomo II, pag. 374).
Eustaquio Medina, hombre enérgico, valiente, jefe de partidas que prestaron servicios gloriosos en la Independencia.
Combatió con las fuerzas de Jujuy en León, el âdÃa Grande de Jujuyâ, del 23 al 27 de abril de   1821.
Ascendió a Sargento Mayor por Güemes, el 19 de febrero de 1821.
Actuó en la campaña de la autonomÃa y batalla de Castañares, en 1834.
Tuvo luego mucha actuación en las contiendas civiles de 1834 y 1835.
El perÃodo de las luchas civiles en la Argentina ocupó largos y penosos años del siglo XIX y tuvo su resonancia en la literatura. No pocos protagonistas de esos enfrentamientos, polÃticos, hombres de armas y de letras a la vez, dieron testimonio de lo vivido en memorias militares o a través de la ficción, en poemas, novelas y cuentos. La literatura registró asà las tensiones de la historia.
Los textos se inician con los poemas de Hilario Ascasubi, poeta y soldado unitario, para continuar con poemas de los adictos a Juan Manuel de Rosas.
AsÃ, la anatema antirrosista de José Mármol, se opone la contralectura de los poetas federales como José Rivera Indarte y Francisco Baraja y de los poetas anónimos, con recursos y modos de la poesÃa gauchesca.
En San Salvador de Jujuy, existe una calle Medina que es de aproximadamente 350 metros que cruza el mercado del Abasto.
En el año 2000, siendo concejal por Palpalá, me tocó proponer y argumentar para el Barrio 18 de Noviembre a una calle con el nombre de Gobernador Coronel Eustaquio Medina, sancionada mediante la ordenanza Nº 627/00.
En la actualidad se mantiene vigente el tema de unitarios y federales, hay muchas razones por las que la aplicación de retenciones a las exportaciones agrÃcolas provocaron un escándalo. Entre otras, el comprensible enojo que produjo en el campo la disidencia de varios gobernadores ante lo que consideran un unitarismo fiscal asfixiante.
Es más, muchos consideramos que siendo un paÃs rico como dice nuestra presidenta, con más de cincuenta mil millones de dólares de reserva, tenemos provincias empobrecidas. Es de destacar que este fenómeno también se produce a nivel provincial, en donde el interior se considera relegado.
Qué importante serÃa que los gobernadores defiendan a sus provincias como las defendieron sus caudillos a través de la historia.
*Con la colaboración de Pablo Fernando Palomares.
        BiblografÃa:
· Teófilo Sánchez de Bustamante, BiografÃas Históricas de Jujuy (1957).
· Jorge A. Bidondo, Nota para la historia de los Gobernadores de Jujuy (1971).
· JoaquÃn Carrillo, Apuntes de su Historia Civil (1877).
· Miguel Angel Vergara, Jujuy, bajo el signo Federal.
· Pedro Orgambide, Unitarios y Federales (1998).
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