Finalmente se cumplió el anhelo de muchos, se veía venir. Incluso en alguna nota escrita por este humilde servidor, anticipábamos cambios. Don Hugo Antonio Manzur, volvió a la Liga Jujeña de Fútbol. Lo fueron a buscar y el aceptó, es que su querida Liga, se caía de a poco, principalmente en lo institucional. Muchas veces destacamos la falta de protagonismo de la institución madre del fútbol jujeño, en el Consejo Federal de AFA y con la llegada de quien supo estar mucho tiempo como representante del norte argentino, seguramente ahora nos tendrán más en cuenta.
      Es cierto que las plazas se las van a tener que ganar los clubes de acuerdo a los resultados futbolísticos, pero cuando los campeones disputen los torneos del interior, no me queda ninguna duda que contarán con alguien que los defienda y los represente. Era un secreto a voces que la Liga tenía presidente, sólo para aceptar lo que decidían los clubes y para firmar lo que le correspondía como tal, lo sabíamos todos, pero algunos delegados o presidentes creían no nos dábamos cuenta de la realidad, que por suerte en esta revista varias veces señalamos, por ejemplo en una nota del año anterior titulábamos “La Liga que no  liga”, en la cual contábamos las mil y una que le hacían a Talleres de Perico y Zapla los árbitros y el tribunal de disciplina del Consejo Federal de AFA. Decisiones injustas, nunca reclamadas, sanciones que costaron el descenso de los equipos jujeños a categorías menores.
      Si uno hace un balance de lo que dejó la gestión anterior, no me quedan dudas que lo positivo pasó por el esfuerzo de los clubes y la supuesta ayuda que llegaba a la Liga por parte de la gestión municipal, que hasta habría que comprobar, porque hasta ahora no se de algún club que haya mejorado sus condiciones, salvo por esfuerzo propio. Cuando Manzur  renunció por problemas de salud, asumió Martiarena quien abrazó a Don Hugo, agradeciéndole la oportunidad de lanzar desde una institución deportiva su plataforma política que le sirvió para llegar al cargo público que ocupó, ayudado por popes políticos que creyeron habían encontrado al jujeño que con su astucia se convertiría en futuro Presidente de la Nación, valga la exageración, es que en la gestión pasada, hablabas mal de la Liga y ya lo relacionaban con la política, no les tocabas el carnavalito así no más -a que pensaron-.  La Liga fue el trampolín para difundir proyectos, reestructuración de vestuarios, consultorios médicos y cuántas cosas más, que finalmente se concretaron a medias. Estoy segura que Manzur nunca se imaginó a quien le dejaba su lugar, claro que después llegó el arrepentimiento, porque lo primero que hizo Martiarena al asumir es despotricar contra la anterior gestión destacando a cada instante que la juventud y las ganas de hacer habían llegado a la Liga; adonde quedó todo eso diría un romántico escritor.
      Pero todo da vueltas y así como a Manzur lo fueron a buscar no la tuvo tan fácil como el anterior presidente. Hubo que someterse a la votación de los clubes, como debe ser, compitiendo con otros candidatos que en realidad estaban ahí para darle continuidad a la gestión pasada. Finalmente primó la cordura y los más sensatos se dieron cuenta que la Liga ya no podía seguir de esa manera, que había que volver a las fuentes, que alguien tenía que ocupar el sillón de la presidencia todos los días y no cinco minutos, una vez a la semana para firmar todo lo que se necesario.
      Pero bueno no todo estuvo tan mal, en los aniversarios de la Liga llegaban figuras del deporte nacional que mezclada con los deportistas jujeños que se destacaban en los campeonatos y torneos nacionales nos hacían recordar que la Liga Jujeña de Fútbol existía. ¿A si ? , me retrucarán de otro lado, pero también se escuchaban las voces de los árbitros que decidieron no dirigir y hacer paro por tiempo indeterminado, fallos injustos, agresiones entre jugadores, sanciones que no se cumplían, indiferencia del Consejo Federal en la designación de árbitros jujeños y cuantas más. Tienen razón muchachos, pero las cosas buenas también hay que decirlas, pocas veces han pasado es cierto, pero la verdad es que la balanza se inclina más hacía lo negativo.
      Todo esto no quiere decir que llega “Super Hugo” y que los árbitros no se van a pelear más o que los delegados de los clubes van a levantar la mano y a todo van a decir que si, pero si quiere decir que la experiencia que necesita una institución como la Liga, la extrañábamos, por lo menos yo. Es tiempo que ahora el fútbol jujeño no sólo sea Gimnasia de Jujuy o Talleres de Perico, la Liga debe ser la base para que varios clubes crezcan deportiva e institucionalmente. La relación de Hugo Manzur con Grondona es buena o por lo menos les puedo asegurar que así como Don Julio conoce al presidente de Gimnasia, Raúl Ulloa sabe bien quien es Manzur, por algo cuando se fue de la Liga, Grondona, pidió que se quedara como vocal en el Consejo Federal. Es así viejo, a los contactos se los hace trabajando, viajando, peleando por lo que se representa, discutiendo y aunque muchas veces fue criticado, hasta tomando un café en la calle Viamonte. Creo que ahora la Liga ligará, fundamentalmente en experiencia, contactos, organización, presencia y por sobre todas las cosas igualdad.

Cambia todo cambia.
      En cuarto intermedio, el Consejo Directivo de la Liga Jujeña de Fútbol determinó que  Carlos Ramón Pereira será el vicepresidente de la institución de calle Martín Fierro, e inmediatamente aprobaron el presupuesto 2.008 que será de 360.000 pesos. Los 15 clubes que integran la Liga Jujeña de Fútbol también confirmaron la Mesa Directiva que encabezan el presidente Hugo Antonio Manzur y el vicepresidente Carlos Ramón Pereira. A ellos se sumaron como Secretario  Roberto Escalier, Tesorero César Pachado, Protesorero Gustavo Cesar Román, Secretario de Actas Jorge Bertolone y Secretario de pases e inscripción Juan Genovesse. Además, en el Tribunal de Disciplina estará integrado por Mariano Castellón, Ángel Herrero, Augusto Fiad, Eduardo Insausti, Marcelo Genovesse, Alejandro Fiad, Daniel Alsina y Alejandro Bertolone.
En el Colegio de árbitros también hubo cambios y los designados fueron Hugo Méndez, Cristián Gallardo, David Matuk, Luís de La Rosa, Hugo Calvo, Roque Medina, Carlos Herrero y Luís Gonzáles. Finalmente el Tribunal de Cuentas, fue conformado por Luís Fortuño, Wilfredo Gutiérrez y Alejo Cornell. El Torneo Apertura se iniciaría en abril y la modalidad de juego seria; Apertura y Clausura, todos contra todos.