Carlos “Perro” Santillán, habló en la radio de la ingratitud de la memoria para con el  dirigente de AOMA Avelino Bazán, desaparecido en la Dictadura; de los nuevos paradigmas del sindicalismo; de las investigaciones de Antropología Forense que se iniciaron en Yala.  También se refirió a “uno de los mensajes más contundentes que dejaron las urnas en la pasada elección del 28 de Octubre. Aunque crítico acérrimo del sistema “democrático” imperante, el Perro admitió que hubo un cambio importante en la actitud de la ciudadanía: “la sociedad jujeña, se pronunció, usó la tijera y dijo: basta”.

-La Comisión de Derechos Humanos ha rescatado del olvido a Avelino Bazán.
-Hablar de Avelino Bazán, a mí me provoca una emoción muy grande porque lo he conocido. Era uno de los hombres, dentro de los desaparecidos de Jujuy, que quedó como al margen de todo, medio en el olvido, en esta cuestión sectaria, de las internas de Derechos Humanos, adonde hay algunas figuras a las que se las nombran mucho y a otras que no.

-Pero eso no debe ser casual.
-No es casual, porque Avelino Bazán, tenía una verdadera jerarquía como sindicalista. El Partido Justicialista lo olvidó, después que sus mismos compañeros lo acusaron de tener métodos comunistas.

-¿Quién fue Avelino Bazán?
-Un hombre de la Puna, un minero, y como muchos hombres de la Puna, con una dignidad muy grande y con un sentido de solidaridad muy arraigado en lo que hace a la reciprocidad andina. Eso del dar y no pedir. Entonces, a partir de eso, Avelino Bazán, que venía de una familia muy humilde, se forma y llega a dirigir un sindicato como AOMA, que en esa época era muy fuerte, trabajando en la Mina El Aguilar. Y hay una paradoja del destino: el mismo tipo que estuvo en aquellos años dirigiendo a AOMA a nivel nacional, todavía sigue en el gremio.

-Pudo pasar el Proceso…   
-Si, pasó todo y sigue dirigiendo el gremio. Qué diferencia, ¿no? Qué diferencia con el sindicalismo hoy. Qué diferencia con los dirigentes ricos y con los trabajadores empobrecidos.

-Los revolucionarios ricos y los trabajadores pobres…
-A lo mejor con casa, pero pobres. Entonces, realmente cuando hablo de Avelino Bazán , hablo de un hombre que supo dar su vida y no son slogans ni nada por el estilo. El compromiso de él era de vida y así terminó, dando su vida. Fijate que él fue diputado provincial y podría haber realizado una carrera política dentro del PJ y a lo mejor hoy estaría disputando cargos nacionales o cualquier otro lugar de poder. Pero él no cejó en su lucha, no se calló en ningún momento,

-¿En qué momento y en qué circunstancias se produce su desaparición?
-Estaba preso en La Plata, lo largan y vuelve a Jujuy y  a los pocos días, hace 29 años  desaparece.

-¿Hay algún avance en cuanto a identificar a los responsables de su desaparición?
-No, como tantas cosas. Ahora, se han empezado a mover las cosas. Nosotros queremos decir que los jueces van a tener todo nuestro apoyo. Lo que ha sucedido en Jujuy con Menéndez no estaba en la voluntad de los organismos de Derechos Humanos hacer un escrache que pueda perjudicar que traigan a los represores (Santillán aludía a los conflictos callejeros que estimuló alguna organización social). Creemos que los tienen que traer; el escrache se va a hacer pero no a los jueces, no al juzgado que los trae, sino a los represores. Son dos cosas distintas.

-¿Qué opinás respecto de lo que pasó finalmente con la prisión de Menéndez?
- Se le tomó la declaración, no declaró y estuvo esperando los diez días que tenía el juez para pronunciarse y después de ese plazo, se pronunciaron por la domiciliaria y se fue a Córdoba. Creo que tendría que estar en una cárcel común. Nosotros seguimos en toda esta vorágine porque ahora está en Jujuy Darío Olmos, de Antropología Forense; está en Yala trabajando con un grupo de arqueólogos de la Universidad Nacional de Jujuy y han hecho avances impresionantes en cuanto al banco de datos, en el que tendrán muestras de ADN para poder compararlas con los de los familiares de los desaparecidos.

-¿Qué se ha encontrado en Yala?
- Sabemos que Yala era un enterratorio en tiempos de la Dictadura. Están trabajando ahí en excavaciones, todavía no se sabe qué se puede encontrar. Hay distintas personas que han testimoniado durante los juicios por la verdad y ahora también testigos que han dicho que Yala era un lugar de enterramientos. Se encontraron los restos de Scurta.

-Un oyente pregunta qué diferencias hay entre Avelino Bazán y los dirigentes sindicales actuales.
-No se puede comparar por que los de hoy son realmente una vergüenza. Ya no existe el sindicalismo de compromiso, clasista donde había desde el peronismo comprometido y revolucionario del Atilio López del Cordobazo o como Agustín Tosco que era comunista o como René Salamanca, tipos que estaban en la defensa del proletariado, o como el mismo Avelino Bazán que creció desde su origen pero nunca olvidó a los suyos, al contrario. Esa gente ya no está. La Dictadura ha sabido apuntar, ha sabido matar, ha sabido implantar un modelo como el que estamos viviendo hoy. Si el pueblo se plantase, si saliese a la calle; si resistiera, si  demandara, creo que otra sería la historia de nuestro país.

-¿Estás pensando en volver a la actividad sindical?
-No. Estoy trabajando muy bien en Derechos Humanos. Hay tres grandes grupos de Derechos Humanos: están los derechos individuales, que son los políticos y los civiles; y después están los de segunda y tercera generación, que son los que el Estado más incumple desde la Dictadura a esta parte. Los de segunda son los derechos colectivos, los derechos sociales, económicos y culturales. Nosotros desde la Comisión tenemos eso como línea; tenemos los de segunda generación sin dejar de lado, por ejemplo, la violencia policial que realmente es terrible. Tenemos denuncias de maltrato y torturas. Nosotros propiciamos que se organicen los grupos, que luchen por sus derechos, que hagan valer lo que está escrito en un papel y firmado por todos los países del mundo y que los estados incumplen. También están los derechos ambientales: hay un grupo de chicos del movimiento Tupac Catari que se dedica al tema de las minas porque el Gobierno de la Provincia ha empezado a hacer convenios para que se instalen minas a cielo abierto, usando cianuro en la precipitación de los minerales, con una contaminación ambiental muy grande. Están trabajando con ambientalistas de todo el mundo; se hizo un encuentro en los galpones recuperados para pronunciarse en el tema.

-Cuando se habla de los derechos humanos que no se cumplen, los primero que aparece es la falta de justicia.
-En estos sistemas republicanos si no funciona la justicia, la que gobierna es la impunidad. Es lo que estamos viviendo. Acá en Jujuy, la sociedad entera está pidiendo justicia. No sé que va a pasar. Las sociedades no se suicidan; las sociedades se cansan, luchan y explotan y en Jujuy hay una cuestión latente con la falta de justicia, que es muy fuerte. Hay verdadero hartazgo..

-Con lo que pasó en las elecciones, en cuanto a lo que ocurrió con la tijera, con el corte, ¿te parece que tiene que ver con ese hartazgo de la gente?
-Si, esa fue la primera manifestación. Vos sabes que yo no voto.

-¿Porque perdiste el DNI o por una decisión de no votar?
-Es mi voluntad no votar. Estoy muy descreído de esta clase política que se recicla y se recicla y se repiten y se repiten. Pero la sociedad me ha dado una cuota de esperanza, porque yo decía: ya no hay caso, que la puja de aparatos, que quien reparte más mercadería, que el plan, que la beca, que esto, que lo otro. Pero esto que ha pasado me da la esperanza de decir: esta sociedad tiene mucho más por luchar y no se va a quedar quieta ante las agresiones que sufrimos permanentemente. Entonces, más allá del clientelismo que hubo y lo hemos visto en los barrios, donde se cargaban los bolsones de mercadería por todos lados, los autos que iban y venían, repartiendo tarjetas de celulares, cincuenta mangos, lotes, cualquier cosa… Pero acá en Capital, la sociedad jujeña se pronunció, usó la tijera y dijo basta.

-No es poca cosa lo que pasó. Quedó claro el surgimiento de una nueva conciencia respecto a  que el voto puede cambiar las cosas, seguramente no de un día para el otro, pero que tiene poder para cambiar.
-Claro. Yo a todo eso lo discutía. Insisto en que no votar es contra el sistema éste, entre comillas democrático, que favorece a algunos y los más seguimos en la misma o peor que antes. Pero la verdad es que la sociedad jujeña me da un poquito de esperanza a partir de estas elecciones; quizás se pueda organizar y cambiar algunas cuestiones que son muy gruesas.