En épocas de campaña electoral se ponen a prueba los sentidos y la capacidad de realidad de los electores, y en general, de los habitantes de cualquier distrito del paÃs. Por los resultados que sufrimos a lo largo de nuestra historia, es evidente que esas pruebas son difÃciles de superar. Los jingles molestan tanto en nuestros oÃdos que por fin logran penetrar las barreras y se nos pegan en el cerebro, que los reproduce hasta el hartazgo; las fotos de los afiches terminan siendo uno de los temas de discusión en cualquier mesa de amigos, y ya todo es color elecciones; pero no color esperanza.
Estamos invadidos por camionetas con altoparlantes, por bicicletas parlantes, una nueva especie con retrato autoportante -producto de la pobreza de los fondos, de la conciencia ecológica o de la estrategia para que el mensaje vaya lento y seguro a todos los oÃdos y machaque hasta el hartazgo-; de gigantografÃas; de semáforos proselitistas; de plazoletas partidarias; de pasacalles (de esos ya habÃa antes). Eso sÃ, por fin, hay menos paredes arruinadas: las luchas por los espacios están más en la superficie y parece que dejaron las madrugadas, porque ganaron espacios públicos y liberan -un poco al menos- las paredes de las casas, terrenos, edificios, etc. Incluso, se ha utilizado el mismo asfalto de la Ruta 9 como espacio para pegar afiches, a la entrada de Tumbaya. Por fin parece que algunos entendieron que las piedras no están hechas para ser untadas de engrudo.
En esta campaña algunas cosas sorprenden por lo evidentes y por lo poco logradas, aunque el intento de los candidatos de poner cara de buenos en las fotos es un clásico. Como siempre a algunos les sale bastante bien la careta de bondad; otros exageran un poco. A alguno le creo, pero hasta ahÃ. Otra cuestión llamativa son los colores de los afiches: los oficialistas aburren en el intento de parecer serios, estilo empleado bancario: celeste, gris, blanco; y las pestañas de Cristina: game over. Y me pregunto ¿es tan difÃcil que se saquen las fotos juntos? Si van a estar compartiendo afiche necesariamente tiene que haber cierta âarmonÃaâ, aunque se odien: deberÃa parecer que están mirando hacia el mismo objetivo, hacia el mismo proyecto de futuro. O será que â¦
Vamos a las cosas importantes: el bigote masculino es un rasgo estético fuerte: las épocas de campaña no son buenas para afeitarlos: el candidato pierde identidad y hasta personalidad. Y hay alguno que sigue insistiendo: no, no parecen más jóvenes. Parecen otros.
Ya sé que como es campaña para elecciones presidenciales todo se nacionaliza, pero qué pocos afiches con candidatos a diputados, a intendentes, a concejales⦠y qué pocas mujeres candidateadas.
Todos llevan a Cristina como blasón; van colgados de sus pestañas.
Casi todos son Frentes: Frente para la Victoria, Frente por la Paz y la Justicia, Frente Primero Jujuy, Frente CÃvicoâ¦, como si de verdad quisieran hacerle frente a la realidad: ¿tienen por lo menos dos dedos de Frente?
Las frases de campaña siempre son mi debilidad. Todo lo que digan podrá ser usado en su contra.
AHORA
BARRIONUEVO
Decir âAhora Barrionuevoâ o decir âAhora le toca a Barrionuevo, Fellner ya estuvo muchoâ es lo mismo. Claro que, entre paréntesis, también le toca a Segura.Â
En la calle recién están apareciendo afiches con alguna candidata a diputada. Y las pestañas de Cristina, por supuesto. Me sorprende una foto en particular, esa que tiene en el centro al candidato a intendente y de escoltas a los que pretenden ser gobernador y vice: cabellos grises, colores apagados, caras casi desdidujadas que se pierden en contraste con el pelo oscuro, el saco y la mirada del que está en el medio. Y de verdad que está en el medio: entre la espada y la pared, pero no en el afiche. En otros, el candidato a intendente está ubicado a la derecha y los otros, en sus grises, parece que quisieran contrarrestar el peso de su imagen. A veces me pregunto si pertenecen a la misma fuerza polÃtica.
¿Por qué no hay una foto de la candidata a concejal que acompaña a Lozano? A principios de octubre recién aparecieron los afiches con fotos de candidata a diputada provincial.
SI VOS CAMBIÃS,
CAMBIA JUJUY
Es como decir âSi vos no sos vos, Jujuy dejará de ser Jujuyâ. Y sÃ, es una verdad. Hay que ver si es votable/aceptable. El mapita de Jujuy patas arriba, tampoco me parece. ¿Qué significa? ¿Con Nieva todo quedará asÃ?
Creo que en este Frente es donde más se han esforzado por poner carita de buena gente, todos sin excepción. Pero, claro, vino el afiche de Lavagna-Gerardo en plena filmación de Nosferatu, y la cosa se complicó. Ni Bela Lugosi tenÃa esa cara cuando le cantaron el âFeliz cumpleañosâ durante el rodaje. La cosa se pone espesa: a los ciudadanos nos gusta que nuestros candidatos tengan buena cara.
¿Por qué no hay afiches de los candidatos a diputados provinciales? ¿Clara Falcone no es candidata?
EL CAMBIO EN MARCHA
Discúlpenme, ¿la marcha de este cambio es lo que sufrimos diariamente? Algunos prefieren que este cambio se marche, porque provoca la Marcha de la Bronca. El candidato a vicegobernador parece Chasman y el que quiere seguir siendo intendente, Chirolita. Eso sÃ, como buenos alumnos todos usan escarapela, que la Seño Gloria les dio. Por fin una mujer como candidata a gobernadora, y que además sale en los afiches.
Si el alma de la âconducciónâ es Martiarena, ¿es posible que haya Paz y Justicia?
ORDEN INSTITUCIONAL
TRABAJO PARA TODOS
Ojalá de tanto repetirlas se cumplieran; parece que hace falta algo más que el mantra. Hay otra frase, menos feliz, que apela a lo peor de nosotros (y no lo digo por no ser jujeña): âJujeños para Jujuyâ, que marca dos grupos âellosâ/ los de afuera (los que roban, los que destruyen, los que nos dejaron como estamos) y ânosotrosâ/los jujeños (todo lo opuesto), pero cuando vemos quién votó a quién la dicotomÃa se cae. Y hace mucho ruido cuando se cae.
Por fin se puede ver fotos de personas en los afiches de gobernador y vice, y no de productos marketineros: gestos, sonrisas que parecen de verdad, hasta están abrazados. Incluso uno puede llegar a soñar que ambos se quieren un poquito, se caen bien. Además, se sacaron la foto juntos. No usaron ni celeste, ni blanco ni gris: buscaron colores más norteños. Ahora, cuando uno piensa hacia dónde miran, se puede preguntar: ¿se rÃen del futuro? ¿el orden y el trabajo están tan lejos?
JUNTOS PODEMOS
La frase ya trae reminiscencias en los cerebros de los electores, también el poncho al hombro; ni qué decir del apellido (de los apellidos). Una pregunta, ¿qué es lo que podemos juntos? ¿Juntos con quién? ¿Juntos en el rejunte? ¿Para cuando los afiches con todo el staff de Primero Jujuy? ¿Por qué no se muestra al segundo, tercero, cuarto, quinto término de la lista de diputados provinciales? ¿acaso no son fotogénicos?¿Se podrán sacar una foto juntos?
Y todos podemos ya entonar las frases más convocantes de todos los tiempos, en esta poesÃa eleccionaria:
Vamos por el rumbo, seguro:
orden institucional,
trabajo para todos.
Juntos podemos,
porque si vos cambiás
también cambia Jujuy.
El cambio en marcha,
con las pestañas de Cristina.
|