âSolamente aquel que construye el futuro
tiene derecho a juzgar el pasadoâ.
Friedrich Nietzsche
De la vida he aprendido, entre otras cosas, que para solucionar un problema lo primero es reconocer su existencia y lo segundo buscar el procedimiento más adecuado para enfrentarlo. Creo que los argentinos tenemos una forma de actuar extremadamente pendular, normalmente nos movemos de un extremo sólido y fundamentado, a otro también sólido y fundamentado.
Dentro de este cambio de posición hay dos temas hoy en debate que creo de fundamental importancia analizar:
- La minerÃa, no en forma aislada, sino dentro de una polÃtica de desarrollo económico para
- Las Universidades Nacionales y su búsqueda de financiamiento.
Algo de historia
Dijo Mariano Moreno en 1.810:
"El Estado debe procurar todos los recursos que sea menesterâ¦.La consecuencia de tal polÃtica será producir en pocos años un continente laborioso, instruido y virtuoso, sin necesidad de buscar exteriormente nada de lo necesita para la conservación de sus habitantes".
¿Pero de dónde saldrán los recursos?
"Cerca de 500 o 600 millones de pesos que se apropiaran a los mineros del Alto Perú ⦠â, también planteaba âel fomento de las fabricas, artes, ingenios y demás establecimientos en favor del Estado y de los individuos que las ocupan en sus trabajos".
Otra de sus preocupaciones fue la explotación de los recursos naturales y la defensa para bienestar de todos: âLas actitudes perniciosas de los particulares que van agigantando sus fortunas perjudican al Estado y no remedian en nada las grandes necesidades de los infinitos miembros de la sociedad".
PromovÃa también la nacionalización de la riqueza minera. "Prohibición absoluta a los particulares para trabajar minas de plata y oro, quedando al arbitrio de beneficiarla y sacar sus tesoros por cuenta de la Nación y esto por el termino de diez años, imponiendo pena capital y confiscación de bienes, con perjuicio de acreedores y de cualquier otro que infringiese la citada determinación".
Algo de historia reciente
Cuando en los ´90 se empezaba desde los medios de comunicación a instalar en la sociedad las ideas que luego darÃan lugar al neoliberalismo salvaje que vivimos, muchos advertimos con claridad que ese modelo económico permitirÃa a las grandes empresas, inmensas ganancias que saldrÃan de la reducción de los costos laborales y de la explotación irracional de los recursos naturales.
Carlos Menen culminó su mandato pero su modelo privatizador y entreguista siguió vigente en todos los gobiernos que le sucedieron, los que continuaron trabajando en favor de los procesos privatizadores que han llevado al extremo esta capacidad de actuar: la que posibilita la sobrevivencia y reforzamiento de monopolios u oligopolios legales, la consolidación de mercados protegidos y el establecimiento de condiciones que aseguran, bajos o nulos riesgos empresariales o la producción sin medir consecuencias ambientales o contaminación.
Por eso y de una buena vez, debemos acabar con el famoso achicar el Estado para agrandar la Nación  por una nueva consigna profundizar la democracia con un Estado fuerte para ser una potencia en el mundo.
MinerÃa hoy
La minerÃa hoy, con o sin fundamento, pasó a ser para muchos mala palabra. En esta actividad industrial se quiere hacer recaer todo el peso de: una falta de polÃtica nacional clara respecto al Proyecto PolÃtico Económico de Nación que después de 200 años como pueblo argentino aún no terminamos de definir.
Estoy convencido que sin querer todos estos problemas se entrelazan cuando hablamos de la mina La Alumbrera (YMAD). Por este motivo me parece de fundamental importancia dar a conocer algo de su rica historia.
Antecedentes
Este emprendimiento, que pertenece a la provincia de Catamarca y a la Universidad Nacional de Tucumán, es actualmente la mayor empresa estatal del paÃs, la historia nos relata que Abel Peirano (1896-1969), farmacéutico distinguido con medalla de oro por la UBA, habÃa establecido una farmacia en Santa MarÃa, Catamarca, en los años â20 y usando las magras rentas de su comercio, hizo expediciones mineras en esa provincia, Tucumán y Salta. En 1930 asesoró para la organización del Instituto de MineralogÃa y GeologÃa de la Universidad de Tucumán. Cuentan que en 1936 entró, llevado por datos de un amigo y por primera vez, en una zona llamada, desde antiguo âAgua de Dionisioâ. Interesó con sus descubrimientos a las autoridades de la Universidad y obtuvo la colaboración del Instituto de GeologÃa. Con cuya ayuda confirmó que las afloraciones superficiales de Farallón Negro tenÃan fundamentos vetiformes y publicó en 1942 âAgua de Dionisio. Un centro volcánico modernoâ.
En años sucesivos Fabricaciones Militares y la Dirección de GeologÃa y MinerÃa de la Nación realizaron estudios e instalaron una planta piloto con el apoyo del rector de la Universidad Nacional de Tucumán Horacio Descole, dinámico y con buenos contactos en la Casa Rosada.
Peirano registró la propiedad del distrito minero a nombre de la Universidad de Tucumán (UNT) y expresó en un mensaje de 1958, su forma de pensar: âDebe ser explotado para beneficio total del pueblo argentino. Quien ose entregarlo a grupos reducidos tendrá que dar cuenta al pueblo entero de nuestro paÃsâ. En ese mismo año explotó un conflicto que se arrastraba entre el gobierno de Catamarca y la UNT por la propiedad del distrito minero.
La ley 14771 de 1958, gobierno de Arturo Frondizi, creó YMAD (Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio), el que está dirigido y administrado por un directorio integrado por cuatro vocales y un presidente. Dos vocales designados por la provincia de Catamarca, dos por la Universidad Nacional de Tucumán y el presidente, por el Poder Ejecutivo de la Nación. Pero no fue hasta 1978 que comenzó la producción de Farallón Negro con cifras propias de una explotación de manganeso, oro y plata en rango de mediana minerÃa.
En la concesión minera se encuentran manifestaciones mineralizadas del tipo vetiforme, portadoras de minerales de manganeso, oro y plata. Farallón, Alto de la Blenda, Los Viscos, etc. y del tipo pórfido de cobre que contiene además, oro, plata, molibdeno Bajo La Alumbrera, El Durazno, Las Pampitas, Bajo El Espanto, San Lucas, Agua Tapada, etc.
Algunos datos más
El yacimiento actualmente es explotado por el YMAD conjuntamente con La Alumbrera Limited (MAL). Esta última es una empresa extranjera formada por el grupo suizo Xstrata Cooper, el cual posee el 50% de la inversión, y las empresas canadienses Goldcorp y Yamana Gold que cuentan con el 37,5 %. Las utilidades producidas, desde la creación de YMAD; y de todas las concesiones mineras incluida La Alumbrera,  se distribuyen conforme está previsto en la ley de creación, de la siguiente manera: un 80% para MAL y un 20% para el YMAD; la que a su vez redistribuye sus utilidades con la provincia de Catamarca (60%), la Universidad de Tucumán (20%) y el resto de las universidades nacionales (20%).
En particular la Universidad Nacional de Tucumán, una de las principales beneficiadas por este legado; recibe desde hace varios años parte de estas utilidades, sin estar sujeta a ningún tipo de acuerdo de trabajo con la empresa por ser la propietaria y si acuerda estrategias comunes con la provincia de Catamarca.  De allà la relación entre las Universidades Nacionales y el emprendimiento minero, que es el tercero en importancia de América Latina y se encuentra entre los diez más importantes del mundo.
Minera Bajo de la Alumbrera fue inaugurada durante el gobierno de Carlos Menem, quien sancionó las leyes de expoliación minera (24.228 y 24.226) que fijan las regalÃas en el orden del 3% y proporcionaban seguridad fiscal a las inversiones mineras durante 30 años.
Actualmente estas leyes siguen vigentes y gracias a ellas las inversiones mineras extranjeras gozan de beneficios impositivos tales como no pagar impuestos provinciales ni municipales (sellos, ingresos brutos, tasas, etc), no pagar retenciones a las exportaciones, no pagar impuesto a la Ganancia MÃnima Presunta, etc. etc. etc.
Qué dice la ley nacional Nº 14.771
En su articulado se establece que:
- La creación de una persona de derecho público y privado, que le otorga la facultad de administración y explotación a la provincia de Catamarca, la UNT y la Nación.
- La posibilidad de celebrar convenios con terceros para su explotación.
- La designación del Directorio para administrar la empresa.
- Las sanciones al Directorio ante inconductas o negligencia en el desempeño de sus cargos o mala administración con los recaudos necesarios para reemplazar de inmediato a los directores cesantes.
- La intervención del Directorio por parte del poder Ejecutivo Nacional.
- La obligación por parte del Directorio de rendir cuentas, consistente en un balance mensual de fondos y al finalizar cada ejercicio un balance del activo y del pasivo y un estado general de ganancias y pérdidas.
- Elevar anualmente a los poderes ejecutivos de la Nación y de la provincia de Catamarca y al Consejo Superior de la Universidad Nacional de Tucumán, una memoria descriptiva y comparativa de la gestión realizada en relación con lo previsto en el plan de acción.
- Fijar, a propuesta del presidente del directorio, la retribución extraordinaria que deba darse a los funcionarios, empleados y obreros en razón de su eficacia en el trabajo, de acuerdo con la reglamentación que al efecto se dicte y dentro de un cinco por ciento de las utilidades lÃquidas y realizadas
- Crear en la provincia de Catamarca un instituto de investigaciones mineras y una escuela de minerÃa a fin de promover investigaciones mineras y metalúrgicas y la formación de personal especializado.
- La posibilidad de designar un delegado a la provincia de Catamarca y otro a la UNT cuyas atribuciones serán entre otras las siguientes: examinar los libros y documentos de la empresa y verificar el estado de caja y la existencia de tÃtulos y valores de toda especie; fiscalizar la ejecución y el cumplimiento del plan de acción.
- La forma de distribución de las utilidades.
- También fija que los bienes y las actividades de YMAD quedan exceptuados de toda clase de gravámenes, impuestos y tasas de carácter nacional, provincial y municipal, con excepción del canon y de las contribuciones que determina el Código de MinerÃa y de las tasas distributivas de servicios públicos efectivamente prestados.
Por eso me permito remarcar que se comete un grave error al considerar incluida en el análisis de la mega-minerÃa a esta empresa, ya que tenemos instalados mecanismos de control desde el Estado, no estando imposibilitada la incorporación de otros, o podemos desde la propia universidad redefinir lo que necesitamos en la minerÃa argentina.
También creo fundamental el dictado de leyes complementarias, las que sumadas a organismos de control adecuados, el debate y movilización nos permitan hacer cumplir fielmente, como sus legÃtimos herederos,  el legado de un visionario, sin contradicciones, sin contaminación y sin abusos.
En lo referido al segundo punto en cuestión: las Universidades Nacionales y su búsqueda de financiamiento: las decisiones polÃticas tomadas en los `90 que generaron las transformaciones económicas y sociales de las que hoy nos lamentamos y de las cuales ningún sector polÃtico se hace cargo, fueron y son aún hoy, el justificativo para que las universidades nacionales procuren medios de financiamiento por afuera del Presupuesto Nacional.
     Quién puede negar el abandono en esos años del Estado a sus deberes indelegables e irrenunciables como son: la educación, la salud, la justicia, etc.
     Quién puede negar que las Universidades Nacionales han implementado mecanismos de financiación propios, mediante la oferta de cursos y carreras de posgrado, la venta de servicios y su relación con empresas y con organismos nacionales, provinciales y municipales.
     Quién puede olvidar en ese vale todo, la voladura del laboratorio de la Universidad de RÃo Cuarto, con su secuela de muerte y destrucción.
     Quién pude negar que hoy siguen funcionando y muy bien usados por muchos rectores cada uno de los mecanismos de defensa generados desde adentro de las universidades jaqueadas por la falta de recursos genuinos y por la perdida de autonomÃa derivadas de la aplicación de la ley de Educación Superior sancionada en 1.995.
Quién puede negar que, aunque en los últimos años se duplico el Presupuesto Nacional para educación universitaria de $ 4.000.000.000 a 8.000.000.000 millones; esto es claramente insuficiente.
Seguramente nadie, pero estos temas dan para un debate puntual y más profundo en el que se deberán incorporar otros elementos como el uso del conocimiento cientÃfico como herramienta de liberación, el rol de los órganos representativos y el accionar de los funcionarios de las universidades.
Frente a los números expuestos con anterioridad, considerar que las utilidades de YMAD ($ 50.000.000 en el 2.007 y $ 36.800.000 para el 2008) son la salvación para las UUNN, no merece el menor análisis.
Si creo, que se debe hacer un trabajo más profundo del tema, sobre todo se debe revisar lo que hoy se plantea en forma general referido a si las corporaciones mineras han logrado un paso más comprometiendo con sus dineros al conjunto del sistema universitario o si el dinero que corresponda a las utilidades mineras debe asistir a las UUNN, o si la decisión de repartir dinero a todo el sistema universitario por parte de estas empresas responde a un acto de indiscutible solidaridad y generosidad, ya que queda, por lo menos para mi, claramente demostrado a partir del desarrollo del primer tema que este aporte de YMAD es un acto legitimo por historia y por legado.
Por último, y a mi modesto entender, los sectores interesados en buscar una forma de desarrollo económico sostenido de la Nación sustentado en bien común; deberÃamos procurar el debate sin temor sobre éste y otros temas, facilitarnos el tiempo, los mecanismos para socializar la información que dispongamos para, posteriormente, definir estrategias de lucha consensuada, que nos permita fortalecernos como una Nación soberana e independiente.
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Resumiendo: el prototipo de minerÃa estatal que se puede dar a través emprendimientos como YMAD, se deben y se pueden mejorar, controlar y potenciar en favor de todo el pueblo argentino, ya que este accionar debe dejar una clara enseñanza para las futuras generaciones.Â
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