En esta entrevista, Enrique Medina León habla acerca del Tercer Encuentro para la organización de la recordación de la Década Bicentenaria 2006-2016, que se realizará en Jujuy los días 21 y 22 de agosto, con el auspicio de la secretaría de Educación y la presencia de invitados de distintas provincias que participan en las distintas instancias de la conmemoración.

-¿Cómo surge esta serie de encuentros interprovinciales?
-En uno de los Parlamentos del NOA, hablamos con  el legislador tucumano Mendía y coincidimos, charlando, que había que empezar a trabajar inmediatamente en el Bicentenario antes de que esto sea de interés político de las autoridades que gobiernan. Hicimos una primera reunión en Jujuy, convocando a alguna gente de Salta. A la vez, nos conectamos con Ernesto Jauretche en provincia de Buenos Aires. Ellos están trabajando conjuntamente con Cancillería por las recientes conmemoraciones de las Invasiones Inglesas, con el Uruguay.

-¿Cómo va a ser este encuentro?
-El Tercer Encuentro de la Educación y la Cultura en la Década Bicentenaria, tal el título de esta serie de reuniones en Jujuy, cuenta con el auspicio de la Secretaría de Educación, lo cual incluye el alojamiento y la comida para unos 20 invitados que vienen de otras provincias. La parte técnica-operativa, la organización, está a cargo nuestro. Vamos a tratar las temáticas que preocupan a cada provincia en torno al Bicentenario y el último día se presentarán las conclusiones. Después de eso vamos a participar en la Marcha Evocativa del Éxodo Jujeño, porque me interesa que vean cómo el pueblo toma parte, más allá de que las acciones que se realizan se ajusten o no a los hechos históricos; el interés de adultos, adolescentes y niños es palpable. Y de allí iremos a la Asociación Gaucha. Al otro día son los saludos protocolares en Casa de Gobierno y de ahí al desfile del 23 de Agosto.

-¿Quiénes participan?
-Vienen los representantes de las provincias que ya habían participado en los dos encuentros anteriores y en este se agregó Santa Fe. Cecilia Dagunas por la Universidad Nacional de Luján, Mario Oporto, de la Jefatura de Gabinete de la Provincia de Buenos Aires, Roberto Green, del Instituto Cultural Museográfico Enrique Udaondo de Luján, Ernesto Jauretche, Secretario de la Comisión del Bicentenario por Provincia de Buenos Aires; Luis Osvaldo Cortesse de la Academia de Historia de la Ciudad de Buenos Aires; Susana Martins que viene por el Programa Puertas del Bicentenario, Laura Tapia, por el Ministerio de Gobierno y Justicia de La Pampa; Augusto Rosales de la Comisión del Bicentenario de Mendoza; Jorge Virgilio Núñez del Instituto Güemesiano de Salta; Eduardo Pérez López del Instituto Belgraniano de Salta; Yago Luis de Grazia de la Agrupación Tradicionalista Gauchos de Güemes de Salta;  Carlos José López de Sendas Gloriosas de Salta; María Paula Albarracín, de la Universidad Nacional de San Juan; Alfredo Rosales del Movimiento para la Restauración de la Política, de San Juan (es docente y gremialista); Jorge Atilio Mendía, legislador de Tucumán; Nicolás Kauer Linares, Leticia Pacheco, Marcela Correa, Mario Amado, todos por la Fundación del Bicentenario de Tucumán; Mónica Aylán, por la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, de la Comisión del Plan Estratégico 2016; Félix Cardozo Alzogaray y Cecilia Guantay, del Círculo Cultural Salta.

-Estos encuentros son preparatorios.
-Sí, las reuniones tienen como objetivo delinear una serie de acciones, que luego tienen que hacer suyas los funcionarios del gobierno, tendientes a que la conmemoración tenga la mayor amplitud y que sea despersonalizada y de alto impacto en la comunidad, para que la historia llegue al pueblo y no esté en las bibliotecas. Una recordación de esta naturaleza tiene aspectos institucionales, académicos, económicos, sociales, internacionales y en particular sudamericanos. Y ahí es donde el Encuentro de Cabildos Históricos se engancha, con la presencia de los alcaldes e intendentes, porque esta conmemoración tiene que ser diferente de la del Centenario, con Buenos Aires de espaldas al país y mirando a Europa.

-¿El Encuentro de Cabildos Históricos es paralelo?
-En principio la idea era hacer, en la misma sede una anticipación del encuentro de noviembre en Luján. Se iba a convocar a alcaldes de ciudades bolivianas y también a intendentes de ciudades argentinas. Sin embargo, en Bolivia hay actualmente conflictos autonómicos entre los cuatro estados del Oriente: Tarija, Santa Cruz, Beni y Pano, que quieren autonomía integral, “independencia”. Por lo tanto es un pésimo momento para convocarlos a participar. Además, en Jujuy, la intendencia de la Capital también está en un momento complejo con la cercanía de las elecciones.

-¿Cuál es el marco en el que se trabaja para el Bicentenario?
-La aspiración es que estos doscientos años nos conciban como país integrado o en vías de hacerlo; con una Revolución de Mayo como primer grito de libertad, pero con un 9 de Julio que significa la independecia política; 15 años de guerra civil, que soportó el NOA, donde se mató la gallina de los huevos de oro, al cortar el comercio con el Potosí y el Alto Perú. Y poder hacer que empecemos a entender que la historia latinoamericana parte de un mismo punto y quizá se dirija a un mismo punto, en objetivos, en ideales. Viendo las fechas de revolución e independencia de todas las naciones de Latinoámerica con las que estuvo trabajando la Organización Puertas del Bicentenario, de la Ciudad Autónoma, se observa con claridad que el periodo revolucionario e independentista se da en las dos primeras décadas del siglo XIX, y en particular en la primera década con fechas muy cercanas: en Colombia la independencia es en 1811; en Bolivia: revolución 1809, en Nicaragua fue en 1800, en Chile fue en 1810, en El Salvador 1811; en Panamá se va a 1821 porque se separa de la Gran Colombia; Haití es el primer territorio libre de América, de la mano de un esclavo liberto que es el que le va a dar una mano en armamento, hombres y plata a Bolívar con la invasión del general español Morillo. Hablamos de un proceso, producto de un sinnúmero de causas y concausas que son las que tenemos que investigar.

-¿Cuál es el papel de los investigadores, de la universidad?
-A nivel académico hace falta que las investigaciones dejen de ser territorio reservado para eruditos de la historia que miran discurrir la vida desde una cúpula de cristal en una cátedra universitaria; no le aporta nada a esto. Estamos de acuerdo: hay que investigar, con nivel científico; pero esas investigaciones tienen que llegar, estar en poder del pueblo, que en definitiva es el protagonista la historia. Pensemos en la revolución radical con Alem e Yrigoyen a la cabeza, en la de ’45, en la del ’70. Es el pueblo el que tiene que volver a retomar su conciencia histórica en el devenir de los acontecimientos que van formando las naciones, las patrias. Fijate que nosotros, luego de una balcanización programada, porque no en vano cuando acá empezaron los gritos libertarios, Gran Bretaña –potencia en ascenso en aquel momento- instaló una estación naval en Río de Janeiro y mandó a sus mejores hombres a controlar, a través de la Embajada, el movimiento de Latinoamérica. Y nos transformamos, de ser parte de un gran imperio, en 23 republiquetas. Esto lo habían aprendido con la libertad de las colonias del norte. Además, es importante ir reconstituyendo el tejido histórico y social, desde cuando comienza la colonización de América. Y esto también va a permitir trabajar con los antiguos habitantes de estos territorios, donde en nombre de la cruz y la espada se cometieron las barbaridades y crímenes que conocemos. Por ejemplo, la llamada conquista al desierto: no era desierto y estaba habitado. Exterminaron a sus dueños y repartieron 3 millones de hectáreas entre los capitostes del sistema en aquel momento. Seguimos con los eslóganes y seguimos venerando al general Roca como prócer, cuando era un exterminador y un pope de monta en manos de la oligarquía porteña, porque en síntesis 50 años después de la caída de un terrateniente como Rosas, la historia oficial lo va a llamar el Periodo de Organización Nacional, cuando es la consolidación de un modelo: el agroexportador de la Pampa Húmeda, que todavía está vigente, y que acaba de colapsar. Por eso este país no tiene plataforma de despegue. No se puede seguir pensando en que 14 mil o 20 mil millones de dólares van a seguir manteniendo el país en el siglo XXI. Todo esto tiene un correlato, nombres, apellidos, intención política e idiología. De todo esto hay que hablar. No queremos que la historia siga siendo como un herbario, con muestras de vegetales pegados en una hoja, en la que se consigna género, familia, etc.Hay que darle vida a la historia, y para eso hay que indagarla desde todos estos lugares, con un marco ideológico, con una conciencia. No aspiramos a hacer grandes debates académicos, porque para eso es la universidad. Esperamos ser el resorte que dispare la necesidad pública de conocer y debatir la historia, como un hecho vivo que está presente en sus consecuencias.

-¿Cómo se vehiculiza esto?
-En los encuentros trabajamos en distintas líneas de acción para proponer a los actores sociales. Por ejemplo, a la Universidad de Jujuy le vamos a proponer tener acceso a charlas, conferencias, sobre aspectos que consideramos estratégicos. Por ejemplo, por qué el Ejército del Norte llega acá en 1810 y cómo en ese año pasa hasta Desaguadero; qué pasa en el Alto Perú, en Buenos Aires, en la Gran Colombia. Porque se enseña una historia que está fragmentada a niveles peligrosos. Entre 1810 a 1835 la Argentina, de 4 millones de km2 que le pertenecían se queda con menos de 3. ¿Qué ha pasado? Algo ha operado para que esto ocurra. Necesitamos conocer lo macro, porque lo micro es interesante, pero no nos deja ver el contexto. ¿Por qué estas sociedades más moldeadas en el molde hispánico son las primeras en sublevarse?. Tal vez esto nos ayude a explicar a contraluz otras cosas: qué pasó en Argentina en la década del ’60-’70, cuando aparecieron modelos tendendientes a cambiar el rumbo de la historia, cuando cualitativamente el cambio era imperceptible. Nos tocó manejarnos dentro de los cambios generacionales como la revolución de los Beatles en la música, la aparición de la cultura hippie,  las sociedades posindustriales y un proceso que va a terminar en Woodstock en EE. UU. ¿Qué fue lo que determinó todo esto? Tiene que haber un hilo conductor. Lo mismo, más atrás. No puede ser casual que un Miranda está “trenzando” en Londres dentro de las logias en la posible liberación del imperio español en América, y a la vez aquí estén naciendo hombres como Monteagudo, Castelli, Belgrano, instruyéndose. No creo que Belgrano haya tenido nada personal en contra del imperio español, estudió en Salamanca. Sin embargo, algo lo indujo a sacrificar vida y hacienda.Y esto es más que una efeméride, como creen los catedráticos. Permite ver el ejemplo. Observar en los hombres comunes actitudes de grandeza es un valor, que se puede tomar como ejemplo de sociedad. Una sociedad que se remite a ejemplos como la India con Gandhi, tiene grandeza. Gandhi es la resultante de una ética, y la operación de una conducta, que aquí puede ser el Che; Perón, Yrigoyen, Eva Perón.

-Y más allá, el mito.
-Trascendidos los tiempos se advierte que el mito no se muere, por lo tanto hay que concluir que algo más ha pasado. Si no estaríamos llenos de mitos todos los días. En esta bellísima aventura de revivir la historia, la idea que nos motoriza es poder encontrar los temas en los que cada uno haga un aporte, saliendo de los lugares donde por obediencia de vida tenés que pensar de esta o aquella manera, porque no es tan fácil. A pesar de eso, existieron tipos como Scalabrini Ortíz o Jauretche, que no reconocieron cabresto a nadie y que son los que realmente ilustraron a una generación; son los que hicieron sonar en los oídos de los jóvenes el sentido de patria, que no lo habían podido hacer desde los grandes centros áulicos. Una vez hechos esos aportes, el público sabrá si son significativos o no, porque una cosa es hablar de historia entre profesores en un simposio y otra es hablarle de historia al pueblo. Los hechos de los que hablaba más arriba no ocurrieron hace un mileno, no puede ser que no tengamos referencias.

-La enseñanza y el conocimiento de la historia son dos grandes deudas.
-Para mí esto es una pasión. Me doy cuenta cuando hablo con la gente de que hay una ignorancia supina del acontecimiento histórico, lo cual hace que se generen muchas dudas.

-Somos sistemáticamente ignorantes.
-Acá hay una historia sagrada, que la escribe Mitre, la continúan Levene, Vicente López… que van a sacralizar determinadas cuestiones. Por ejemplo, la discusión Rosas sí o Rosas no, que personalmente me parece poco importante. Lo que sí me pareció es que hay que tener en cuenta que lo polémico de Rosas está la riqueza del personaje, pero estudiando un poco se puede ver rápidamente que es un terrateniente de la Pampa Húmeda, que luego va a enfrentarse con otro terrateniente de la Mesopotamia, Urquiza, y van a representar distintos intereses pero no diferencias ideológicas.

-A veces también hay personajes que se silencian…
-Es increíble el caso de Güemes, que perteneció a una familia muy importante de Salta, los Goicochea y los de la Corte; su padre acababa de llegar de España, como ministro de las Cajas Reales. Martín Miguel de Güemes, un buen día asume el rol de primer sable patriota a órdenes de la revolución, que nunca discutió: acató a Belgrano, bancó las dos más importantes invasiones de Pezuela y La Serna; mantuvo expedita la frontera norte sin la colaboración del poder central; posibilitó la realización del Congreso en Tucumán en el ‘16, por eso vino Pueyrredón en persona a hablar con él para que le dé garantías, porque en Buenos Aires le temían. Es increíble que a ese hombre, único general patriota muerto en acción de guerra, se lo haya llevado al ocultamiento, a la difamación. Los gauchos jalonaron las fronteras de la patria con sus huesos, cuando acá no había ejércitos de línea. Y hasta el día de hoy gaucho es casi mala palabra. Este tipo de cosas tienen que tener un ámbito de discusión nacional donde nos dejemos de pasarnos la vaselina entre nosotros, donde la historia parece una historieta, los héroes son de cartón, miran hacia un solo lado. Nunca tienen una actitud humana. Si a los doscientos años un país no puede discutir sobre esto es porque tiene un grado de inmadurez casi patológico.Tampoco es casual que en esto nos encontremos militantes, tipos que hemos estado en la palestra, no en la misma senda pero muy cercanos, como Ernesto Jauretche reconocido no sólo por su tío sino también por su propio trabajo. Es un hombre de una manifiesta vocación nacional y popular. Entre todos estamos buscando, sin banderías partidarias –porque está el legislador de Tucumán que es radical, la gente de la Ciudad Autónoma que trabajan con Tellerman, un discurso nacional que tenga contenido.

-Además de los encuentros, ¿cómo sigue la organización?
-Va a llegar el momento en que nos peguemos a las estructuras del gobierno para la ejecución de las tareas. Actualmente, hay sólo proyectos de ley en los que se habla del 25 de mayo. Hemos logrado que se hable de la Década Bicentenaria y esto es lo que permite que también se participe desde las provincias y se pueda incluir acontecimientos como las invasiones inglesas, entonces tomamos el periodo 2006-2016. Tucumán tiene el proyecto de que Argentina, a través de Cancillería, se postule como sede las olimpíadas para 2016. Lo que sería extraordinario para todas las provincias cercanas. Si estas reuniones también sirven para esto, bienvenidas sean. Además, en Luján, en el segundo encuentro, Mendía le comenta a Green la lástima que es la pérdida de las puertas originales de la Casa de Tucumán. Green ahí nomás le averigua que una está en el Museo Udaondo junto con otros objetos para ser clasificados y reparados. Se pusieron de acuerdo Solá y Alperovich y el 9 de julio se devolvió la puerta a Tucumán. Al final somos como la Armada Brancaleone, pero algo logramos. Acá en Jujuy vamos a cerrar las líneas de trabajo del 2007 y entrar de lleno en el 2008, que ya tiene que ser de realizaciones. Va a estar el nuevo gobierno, porque esto tiene que ir acomodándose al devenir político. En Jujuy tenemos el Paso de Jama, que es una obra bicentenaria, que deberá ser declarada como tal por la Legislatura, porque demoramos todos estos años en conectarnos así con Chile o las obras del acceso sur, y así en todo el país.

-¿Qué pasa con las provincias de la patagonia que no participan? ¿No tienen interés?
-La patagonia está lejos de todo. Jauretche está tirando los cabos para hacer enganche. Calculo que ahora que se sosieguen las aguas…En periodos electorales es más complicado. En el 2008 ya podremos hablar con las autoridades que gobiernen en el próximo periodo. Para el 2009, Argentina va a tener que estar mirando a Bolivia, porque el primer grito de libertad se da en Sucre. Y ahí tendrá que estar la Cancillería, el presidente en los actos centrales.

-¿Cómo trabajan con el gobierno nacional?
-Estamos en contacto permanente con el ministro del Interior, Aníbal Fernández, y con el secretario de Cultura, José Nun. Desde la Presidencia hemos recibido siempre el ok de lo que hacemos. Porque además, lo hacemos de manera gasolera. Hay muchas presiones, pero yo no quise que en Jujuy se formara el ente autárquico hasta que fuera estrictamente necesario porque esto implica que tiene que contar con un presupuesto propio. El mismo día que tengamos presupuesto, van a aparecer genios, geniecitos, geniazos… Cuando se llena el arbolito se caen las ramas. Hasta acá lo que tenemos es una resolución de la Legislatura que nombra a una comisión parlamentaria, presidida en forma honoraria el vicegobernador, integrada por los miembros de los distintos bloques y un secretario ejecutivo, que pretendo ser yo. Todos pagados por la misma fuente y no le cuesta más al estado. (Entrevista de Ariadna Tabera).