Elisa Carrió, fundadora del ARI y candidata a presidente por la CoalisiÃn CÃvica, estuvo en la provincia apoyando el momento polÃtico de Cambio Jujeño-ARI que encabeza Federico Medrano. Pero hubo sorpresas: Jorge Gronda, conocido dirigente social local la invitó a conocer El Moreno, un lugar remoto verdaderamente si se lo mira desde la Capital Federal, y aún desde San Salvador de Jujuy. En aquellas altitudes, acompañado por la gente de la zona, Gronda aceptó la invitación de Carrió para ser candidato a gobernador por el sector, lo que llamó la atención porque éste médico que tanto trabajó en la Puna y que tantas acciones encaró buscando âun poco de madurez y de sentido común para que todos vivamos mejorâ, siempre se resistió a actuar en los espacios de la polÃtica convencional. Aparte de la inteligencia con la que Gronda encare la campaña electoral, habrá que ir viendo cómo se desarrollan los acontecimientos en los próximos meses, para saber si el electorado jujeño cree qué es posible votar a gente que se quiere y respeta pero que no responde a los usos y modos a los que, polÃticamente hablando, está acostumbrado.
Sobre los actos en los que participó Carrió en la provincia y sus declaraciones a los distintos medios no abundaremos aquà porque fueron difundidos suficientemente, pero sà consideramos importante publicar la siguiente entrevista. Realizada por Claudia Korol, a la especialista en Estudios de Género Diana Maffia, actualmente integrante de la Coalición CÃvica. Fue publicada en el BoletÃn mensual de la Biblioteca de Mujeres (junio 2007).
Feminismo y polÃtica
-Te querÃa proponer que charlemos sobre los debates que produjo en diferentes espacios feministas, la decisión que asumiste de integrar el proyecto de la Coalición CÃvica. Me refiero sobre todo a las dudas que surgieron sobre cómo pueden expresarse en el marco de ese proyecto polÃtico, las búsquedas emancipatorias y las perspectivas sostenidas por el feminismo, de las que vos sos parte hace ya muchos años. ¿Qué elementos tomaste en cuenta para tomar esta decisión?
-La decisión fue muy larga, en primer lugar porque yo no aspiraba a un cargo legislativo. A mà me gusta mucho el trabajo que hago, que considero muy polÃtico, que es usar la docencia, la actividad académica, y las actividades culturales, para abrir la cabeza y tratar de desarticular relaciones de poder opresivas. Creo que ése es un trabajo polÃtico; pero también pensé que asà como ofrezco un testimonio de militancia feminista en cualquier tipo de trabajo que hago, también tengo que ofrecer un testimonio de algunas otras cosas que difundimos en el instituto Hannah Arendt, que tienen que ver con la responsabilidad ciudadana, con romper la estructura patriarcal de los partidos para pensar cómo abrir el juego de la democracia a segmentos que habitualmente están ausentes del diálogo democrático. Por eso la idea de la Coalición CÃvica me pareció muy buena y apoyé desde el comienzo la idea de integrar en el diálogo democrático a sectores que habitualmente no están integrados, y hacerlo bajo principios que también venimos hace cuatro años trabajando en el Instituto Arendt, que están alrededor del Contrato Moral, sobre lo cual he escrito, asà que no vale la pena definirlo ahora, pero que tiene que ver con un conjunto de principios y una regla de diálogo. Pensar cómo ampliar el juego democrático, donde ya no definÃs quién es ciudadano o quién no lo es por su sexo, por su color, por su clase social, o por su condición de propietario, sino porque acepta principios y acepta las reglas del diálogo. A mà me pareció una formulación novedosa, prometedora, que tiene la posibilidad de ser algo móvil, no algo estático, donde se pueden ir incorporando distintos sectores, y donde todos y todas tenemos que abrir nuestra subjetividad a pensar y a integrar muchas diversidades.
No podemos cerrarnos en una identidad. Creo que esto es casi lo contrario de las posiciones polÃticas hegemónicas, que en realidad lo que hacen es producir alrededor suyo una identidad, como condición para la inclusión. Que sólo aceptan la inclusión bajo formas de subordinación, de poderes verticales, y que para estar incluido exigen ser idéntico. Me pareció una buena contraformulación, que no exigiera otra hegemonÃa para hacerle frente a un pensamiento hegemónico, sino precisamente esta pluralidad. Ahora, el cuestionamiento creo que no es al mecanismo, ni a lo que formalmente son las condiciones de integración de este espacio, sino a quiénes lo han integra do de entrada. Ahà yo tuve una segunda duda. ¿Me integro o no en este espacio? Considerando que las primeras personas que lo aceptaron, eran personas que no coincidÃan polÃticamente conmigo. El asunto es que el espacio tiene que ser necesariamente un espacio diverso en el sentido polÃtico. No puede ser un espacio hegemónico de ideas. Si yo que soy de izquierda no integro ese espacio, no solamente siendo espectadora, sino produciendo la segmentación de un espacio que carece de representación de izquierda, produzco lo que temo⦠me pareció que tenÃa la obligación de testimoniar por una posición feminista y de izquierda, en un espacio donde habÃa poca gente con esas caracterÃsticas, y donde en general hay mucha resistencia, en el espacio académico que yo represento, a comprometerse en ése o en cualquier otro dominio de la polÃtica real. Asà que el proceso de decisión fue largo y bastante meditado. Creo que el resultado es que lo que yo represento dentro de ese espacio, es lo mismo que representaba antes. Me va a costar un poco de trabajo. Me va a costar trabajo generar confianza. Pero la confianza se produce trabajando. Eso ya me pasó en la DefensorÃa del Pueblo. Asà que espero que con el tiempo se puedan ir integrando otros compañeros y compañeras, de otros arcos ideológicos, ojalá afines al mÃo.
-Si bien existe diversidad de posiciones polÃticas e ideológicas en la Coalición CÃvica, tengo la impresión de que está demasiado sobredeterminada esa diversidad por posiciones de centroderecha. En ese marco, las posiciones feministas y de izquierda quedan expresadas de manera muy débil. Lo que me pregunto, reconociendo tu trayectoria como feminista, es hasta dónde vas a tener libertad para expresar y sostener esas posiciones, y hasta dónde estás legitimando un consenso que en su contenido y en sus primeros pasos -por ejemplo, la alianzaque hicieron con Telerman-, no hacen sino avanzar en el restablecimiento de las polÃticas de gobernabilidad y de reproducción del sistema.
- Hay dos cosas. Una es la idea de la inclusión folklórica. La idea de que pongo un indÃgena, una negra, una feminista, y digo que el movimiento es diverso, cuando en realidad los intereses no son diversos. Mi experiencia hasta ahora es que pasa lo siguiente adentro de la Coalición CÃvica: por algún motivo, para las personas que somos de izquierda, la presencia numerosa, consolidada, de gente de derecha que procede con mucha seguridad y mucha autoridad, nos pone a la defensiva. La verdad es que yo traté de cambiar esa actitud, sobre todo en los jóvenes que venÃan del ARI, que son personas con las que tenÃa diálogo desde hace tiempo, y que me parece que pueden acompañar mejor el tipo de construcción que a mà me interesarÃa. Abandonar esa actitud defensiva, y ponerse autoafirmativos en las cosas que defendemos. A mà me dio resultado hasta el momento, porque la regla del diálogo se respeta en la vida interna. Al pensar la plataforma de la Coalición y algunas propuestas concretas, tuve amplia libertad para decir y hacer cosas por iniciativa propia. Eso lo tengo además por una cuestión de identidad personal. A mà me ofrecen encabezar una lista, con la identidad que tengo, y la identidad que tengo es la de ejercer mi libertad fuertemente. Lo hacÃa antes, lo hago ahora cuando soy candidata, y lo voy a hacer también cuando sea legisladora. Tengo bastante libertad. No pregunto qué tengo que contestar en una entrevista, o qué tengo que llevar como posición a un diálogo, sino que actúo en consecuencia con las ideas que hemos discutido, y con mi propia identidad polÃtica. Ahora, la alianza con Telerman ¿es la alianza que yo habrÃa hecho? No, no es la alianza que yo habrÃa hecho. ¿Se intentó hacer otras alianzas? SÃ, se intentó. ¿Se intentó hacer alianzas con gente de izquierda? SÃ, se intentó. Hacer alianzas no depende solamente de una de las partes. Carrió llegó casi sobre el lÃmite de tiempo a la alianza con Telerman, y llegó después de haber intentado muchos otros arreglos dentro y fuera del ARI. Algunos arreglos a mà me hubieran resultado más cómodos, más satisfactorios. HabrÃan expresado mejor mis ideas, y también hubieran sido más incómodos, habrÃan sido más insatisfactorios, habrÃan expresado peor las ideas de otros. Porque hay muchas ideas diversas dentro de la Coalición. Ãste es el arreglo que se pudo hacer, con la perspectiva de lograr en la ciudad de Buenos Aires generar una posibilidad, que es la posibilidad de pensar que no habÃa una especie de ley natural por la cual Macri gana todo, o Kirchner gana todo en Nación. No es una ley natural. Creo que es la alianza que quedó, después de haber hecho varios intentos, y por lo tanto fue el acuerdo posible.
-¿No te parece que ese enfoque implica sustituir el protagonismo de la gente, por un pequeño grupo que discute en otro lugar, y sin el juego de las necesidades y de las posiciones de quienes no somos parte de la Coalición?
-Me parece muy importante esto. Hasta qué punto podemos decir que esa pluralidad de la Coalición CÃvica, expresa la pluralidad de la sociedad. Acá viene el problema de la representación, que lo tenemos no sólo con la Coalición. Lo tenemos con los partidos tradicionales mucho más fuertemente. ¿Quiénes quedan afuera del diálogo? No es que la Coalición impida que quede alguien fuera del diálogo. Va a quedar por supuesto la necesidad de tender puentes con la ciudadanÃa. La Coalición está en formación continua. No podés decir que porque hay un piquetero, los piqueteros están representados. O porque hay una feminista las feministas están representadas. En eso estoy totalmente de acuerdo. Es algo que tiene que generar puentes. Vamos a llegar unas pocas personas a la Legislatura. ¿Representando qué? Representando un modo de trabajar de la Coalición. ¿La Coalición es una cosa fija? No. No es algo fijo. Es algo que está integrándose y que tiene una enorme movilidad. ¿Eso nos excusa de tender puentes de ida y vuelta con la sociedad? De ninguna manera. ¿Yo dejo de hablar con las feministas, porque como soy feminista creo que las expreso? Toda mi vida militante estuve contra la idea de que hay gerentes de los movimientos sociales. Es una prédica que vengo haciendo hace veinte años. Y tuve muchos problemas personales con eso, por no respetar a los presuntos gerentes de los movimientos sociales. En particular tuve problemas por no respetar a las gerentes generales del feminismo. Cuando entré a la DefensorÃa del Pueblo, recibà casi un juicio polÃtico por no haber consultado a quienes se suponÃa que de cajón debÃan ser consultadas. No creo que haya gerentes en los movimientos sociales. No creo que nadie pueda representarnos en ese sentido, en el sentido de llevar una experiencia que haga prescindible que el resto del movimiento tenga que tener una ida y vuelta y una presencia. Pero lo cierto es que como ciudadana siento que algunas personas son para mà puentes en las instituciones y otras no.
-Sin embargo, la forma en que se constituyó la Coalición da esa idea, que alguna gente expresa el diálogo interreligioso, otra gente expresa a determinados movimientos sociales. El hecho de que la forma de participación sea individual, y que los grupos sociales no tengan maneras de intervención colectiva, que se diluyan las identidades pre-establecidas, salvo las que se reafirman, porque son portadoras de las personerÃas jurÃdicas, como el ARI, o la Unión por Todos⦠creo que esta concepción está impregnada por un enfoque liberal, en el sentido de que las expresiones colectivas construidas en la resistencia durante estos años, no tendrÃan lugar salvo subordinándose a esas reglas del juego.
-Bueno, la Coalición CÃvica no es un reemplazo de la sociedad. Lo que sà serÃa un riesgo muy grave es pensar que porque hay un grupo de familiares de Cromagnon, están representados todos los familiares, o porque hay un grupo de sobrevivientes de Malvinas está representada la experiencia completa de los sobrevivientes de Malvinas. Es verdad que hay un cacique en la mesa interreligiosa, que expresa que la cultura indÃgena también debe ser reconocida, pero de ahà a decir que los pueblos originarios es tán representados, serÃa una arrogancia enorme. Ahora, creo que lo que más irritación le produce a todo el mundo, es la presencia de Patricia Bullrich. Esto lo charlé con ella, porque siempre le ha pasado que produce esa irritación personal (no sólo polÃtica). Pero la Coalición CÃvica tiene ocho mesas. Una es la interpartidaria, y uno de los partidos que la integran es Unión por Todos. Muchas personas que objetan esta integración ni siquiera mencionan que Alberto Fernandez es el jefe polÃtico de la lista de Filmus en la ciudad, que la declamación en derechos humanos no le impidió ocupar la banca de Elena Cruz en la legislatura (que defendÃa explÃcitamente a Videla). Y que Macri está enmarcado por Sobisch y por Blumberg. Creo que hay que poner todos los elementos en la reflexión cuando evaluamos. Otra mesa es interreligiosa. Para mà que la mesa interreligiosa tenga no solamente católicos, protestantes, judÃos, sino también musulmanes, budistas, pueblos originarios, expresa una manera de pensar la religiosidad no hegemónica, salirse del dogma y ver que hay gente que manifiesta su necesidad de trascendencia de estas múltiples maneras. Y la lista la encabezo yo, que soy feminista y que soy agnóstica, aunque se haya dicho que todo es una puesta en escena de Bergoglio. Esto yo no lo veo en otras fuerzas polÃticas: que el espÃritu ecuménico se exprese en una mesa interreligiosa, bajando la pretensión de hegemonÃa polÃtica de las religiones, que en nuestro paÃs es muy fuerte, y en general en América Latina también es muy fuerte. Una puede decir: "este rabino no expresa la cultura judÃa o la religión judÃa". Mucha gente se ha enojado por las personas que están allÃ, pero no es que agregaron su presencia, sino que dijeron: "como no me gusta éste, la Coalición CÃvica no me sirve". Y en realidad, la Coalición CÃvica no pretende ser cerrada. Es como si algunas compañeras feministas dijeran: "ahà está Diana MaffÃa como feminista, a mà no me gusta, entonces yo a ese lugar no voy". Cuando en realidad lo que habrÃa que hacer es no dejar que yo, Diana MaffÃa, concentre la representación del feminismo, si hay muchas otras versiones que no están presentes, sino venir e impugnar eso y decir: ahà hay otra visión, y otra visión, y otra visiónâ¦
-Pero esta propuesta parte de la idea de que hay que integrar la Coaliciónâ¦
-Es que no es una afiliación. Hacer llegar otros puntos de vista, hacer notar que son puntos de vista incompletos, es lo que pasarÃa en cualquier movimiento social. Es que tenemos tan presente la cuestión del modo en que uno se integra a los proyectos⦠Cuando Carrió me ofreció dirigir el Instituto Arendt, algunos dijeron: "MaffÃa mostró su verdadera cara, es del ARI". Nadie podÃa creer que no siendo del ARI, Carrió me hubiera propuesto dirigir el Instituto. Era más fácil pensar que yo fingà durante años ser independiente. El hecho de que en ese Instituto hayan ocurrido cosas ideológicamente muy diversas con respecto al ARI, no es registrado, y hasta es ocultado. Las compañeras del feminismo, pocas han asistido a las actividades âme refiero a ellas porque es el movimiento social con el que tengo más pertenencia y cercanÃa- porque habÃa esta sospecha. Que ir ahà era ir a un espacio que estaba sesgado de manera partidaria. La verdad es que asà una termina produciendo lo que teme. No nos acercamos para producir una pluralidad, y objetamos luego ese resultado. A mà me cuesta mucho esfuerzo mantener la pluralidad del Instituto Arendt, y me costó cuatro años que alguna gente, después de mucho tiempo dijera: "sÃ, voy al Instituto a dar un seminario, o asisto a un panel" incluso perteneciendo a otras fuerzas polÃticas. No todos, tuve mucha fortuna en la confianza, y mucha gente vino. Pero hay algunos que no. Ahora, el fracaso con algunas convocatorias ¿tiene que ver con que este espacio no es confiable, o un espacio abierto es una amenaza por que se pretende que la representatividad ocurra en otro espacio? Porque yo siento que no hay mucho equilibrio en las impugnaciones. Las feministas cuando asumimos posiciones que rozan los espacios de poder, o que rozan lo polÃtico, estamos sujetas a que se revise si vamos a ser fieles o no a nuestros principios. Eso me parece muy bien. Ahora ¿todas las feministas estamos observadas de la misma manera? Me parece que no. Creo que muchas situaciones quedan en un cono de silencio, cuando les parece satisfactorio el espacio donde están. Yo tomé un
compromiso con Carrió, que empezó siendo académico y terminó construyendo un espacio por fuera del ARI, incluyendo a una buena parte del ARI, no a todo el partido. El partido tuvo un conflicto que a mà me parece tétrico, sobre todo el último año, aunque no tengo una visión detallada porque la verdad es que no pertenezco a ese partido, entre otras cosas por su vida interna, no estoy de acuerdo ni con cómo se producen los conflictos , ni con cómo se solucionan. En general no acuerdo con la vida interna del ARI, por eso nunca me afilié; asà como siempre voté socialistas hasta la muerte de Bravo, pero no acuerdo con la vida interna del socialismo. Por lo tanto a pesar de haberlos votado, nunca me afilié. Pero lo que sà noté es que en el momento en que acepté la propuesta de Carrió de dirigir el Instituto Arendt, desaparecà de un montón de agendas en las que yo participaba frecuentemente, representando un espacio como feminista independiente de izquierda. Se generó una desconfianza instantánea. La pregunta es ¿en realidad se está produciendo una duda sobre mi capacidad para expresar al feminismo crÃtico, o se está produciendo un silenciamiento mediante la exclusión de los foros donde podrÃa estar presente, y eso produce una imagen como que yo me hubiera descomprometido? Afortunadamente, hay millones de lugares donde intervenir, y los compromisos se expresan de diversas maneras. Además no soy tan egocéntrica con respecto a las trayectorias. No soy una estrella del firmamento, soy una persona como muchas otras personas, tratando de ser coherente consigo misma, y sin ninguna pretensión especial. Eso me da bastante trabajo en verdad.
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