âSi tuviera otra vida, se la volverÃa a dedicar a la danzaâ- âEntre bambalinas, la energÃa positiva que hay es fascinanteâ- âEl niño que entra acá, pretendo que venga a ser felizâ.- âLa disciplina es el secreto del triunfoâ.
Basta caminar por calle Belgrano al 1100, para escuchar los ritmos musicales más diversos, voces juveniles, palmas y repiqueteos ágiles sobre el piso de madera. La fachada de la Escuela de Danzas âCristina del Valleâ atrae como un imán a espiar a través de su ventanal a los ejecutores de las melodÃas más vivaces. Y allà están ellos, niños y jóvenes en su mayorÃa, ensayando algunos pasos, entregados al arte de bailar.
La mentora de este emprendimiento que ya cumplió 34 años, es MarÃa del Carmen Calneggia y recuerda âla Escuela de Danzas tuvo un nacimiento triste. Yo enviudé en el año `72 y vivÃa en Córdoba, después de estar dos meses en Jujuy y ver la tristeza de mis viejitos, me dije: ¿qué sentido tiene estar en Córdoba mi nena y yo? Decidà venirme a Jujuy, alquilé un local en Independencia y Lamadrid y empecé a dar clases clasesâ. Desde ese dÃa las puertas de la escuela no se cerraron nunca más.
En la academia se enseña danza clásica, contemporánea, folklore, jazz, salsa, comedia musical, árabe, hip-hop, malambo, español y flamenco. Próximamente, con la ampliación del local, se incorporará también tango y milonga y danza árabe tribal.
âCristina del Valleâ es la Escuela de Danzas que más espectáculos brinda por año en la provincia: ocho funciones distintas en el Teatro Mitre, además de colaboraciones a beneficio en otras salas. La última presentación lleva por nombre âFantaseandoâ.
-¿Cuando Ud. abrió la Escuela de Danzas, sabÃa que iba a ser a ser su vida, su futuro?
-Me casé con la danza, y si tuviera otra vida se la volverÃa a dedicar a la danza y a la niñez. A los niños vamos haciéndoles descubrir aptitudes y actitudes. El que abraza la danza en nuestra escuela siguen. Nosotros tenemos alumnos que venÃan desde los dos años y que hace 18 años están en la Escuela de Danzas. Eso es lo maravilloso que tiene Jujuy, cuando uno trabaja con seriedad, con amor, con responsabilidad, la gente responde.
-¿Viene de familia de bailarines o de artistas?
-A nosotras en nuestra época se nos mandaba a hacer danza por adorno. Yo hacÃa danza y piano, y el adorno ese, sirvió para que le dedicara toda mi vida. A mà me mandaban de muy chiquita, de cuatro años, y fui incorporando distintas danzas. Viajé mucho por distintos lugares del mundo. Cristina mi hija tiene cinco viajes a España de especialización, y yo tres. Hemos recorrido casi toda América, trayendo danzas del lugar de origen.
-¿Qué ritmos enseñaban en los primeros años de la Escuela?
-En ese entonces empezamos con danza clásica, español, latinoamericano y folklore argentino. A través de los años fuimos sacando unas y agregando otras, según lo que iba pidiendo la gente. Después seguimos con danza jazz, que se puso tan en boga por la serie âFamaâ. La primera que trajo danza árabe a Jujuy fui yo. Veinte años atrás a nadie te lo pedÃa. Surge Shakira, y con ella la gente empieza a interesarse por danza árabe. Un buen dÃa, Cristina del Valle, mi hija, que trabajaba en el Hospital de Niños, me dice que se iba a ir a Buenos Aires a hacer comedia musical en Julio Bocca; asà que cuando ella regresa, agregamos a nuestra Escuela la comedia musical, que consiste en preparar a un actor para que cante y baile.
-¿Cualquier persona puede aprender a bailar?
-Todo el mundo puede aprender a bailar, sea la edad que sea, como todo el mundo puede aprender a cantar. Para eso hay métodos para que aprendas. Hay gente que tiene condiciones naturales, ritmo natural, y gente que no, pero lo adquirÃs.
-¿Todas las danzas requieren el mismo tiempo de entrenamiento?
- No, nosotros damos dos veces a la semana a cada grupo y están divididos por edades y niveles. Comedia musical tiene más horas
-¿Cómo es el trabajo dentro de la Escuela entre profesores y alumnos?
- Casi todos los profesores son egresados de nuestra escuela; han venido desde muy chiquitos y que ahora siguen la docencia a la par nuestra, porque lo hacen con mucho amor, con mucho interés, jugándose y comprometiéndose. Nosotros ponemos mucho el corazón, pero yo soy una fanática de la disciplina, por supuesto tengo mis grandes dolores de cabeza con eso, porque no todos los padres tienen claro lo que es esto. Mandan al chiquito para que se distraiga, para que no esté en la calle o viendo televisión, y no es eso. Hay que despertar la sensibilidad artÃstica o desarrollarla mucho. Entonces soy exigente con la disciplina, con la entrada a clase, con el que no se debe faltar. La disciplina es el secreto del triunfo.
- ¿Cuál es el baile que tiene mayor cantidad de inscriptos?
- Siempre el folklore nuestro, mi hijo Luis tiene muchos alumnos a los que prepara para malambo. En este momento también se aprende mucho la danza árabe, siendo que mi gran amor y mi primer amor es la danza española y el flamenco. Pero todos los rubros tienen mucha gente.
- ¿Más hombres, más mujeres?
- Siempre son las mujeres más sensibles al arte. Ahora los chiquitos, los varoncitos están muy interesados con el hip hop.
-¿Quién piensa y arma las coreografÃas?
- En un primer momento todas las coreografÃas eran mÃas, luego de mi hija y ahora de todos un poco. En los espectáculos de comedia musical las coreografÃas son de Cristina del Valle y en estos últimos espectáculos las coreografÃas son de distintos maestros que trabajan. Cristina corrige, cambia algunos aspectos.
-¿Cómo y quiénes preparan el vestuario?
- Uno de los graves problemas de Jujuy. Cuando vas a armar un espectáculo el mayor dolor de cabeza es pensar dónde vas a comprar la indumentaria. Viajo siempre a Buenos. Aires. o a Bolivia y traigo las telas que nos faltan. Porque de un vestido necesitamos 180 metros, de otro 120; puntillas, galones y los comerciantes de Jujuy traen poca cantidad. La mano de obra es otro problema. No todo el mundo está preparado para coser para danza y en cantidad. Los vestidos españoles son muy difÃciles de hacer. Entonces eso te desgasta mucho, pero nuestros vestuarios quedan muy bien..
-Una vez arriba del escenario, ¿cómo vivencian el espectáculo Ud. y los chicos?
Para mà el secreto de todo espectáculo es que no dure más de dos horas, porque trabajás con chicos pequeños que se cansan o se aburren. A mis alumnos les explico siempre que no sólo es importante el trabajo fÃsico, espiritual y mental (porque tenés que memorizar los distintos pasos, rutinas, secuencias); sino también el sentimiento que volcás en la danza: el dolor, la alegrÃa, la felicidad, la angustia. Es la manifestación artÃstica más completa. Pero además está la otra parte que para mà es la importante: el respeto, la humildad que es muy difÃcil aprender, la sencillez, el compañerismo, la amistad. Nosotros movilizamos a 300 bailarines en espectáculos, entonces, hay que compartir no sólo la tabla, el escenario para gozar del aplauso del público, sino el camarÃn y si se te rompe una media es bueno saber que hay un compañero te presta. Todos tiramos para el mismo lado. Es tan maravilloso cuando vos subÃs al escenario y estás entre bambalinas, la energÃa positiva que hay, es fascinante.
-¿Cómo responde el público jujeño a sus espectáculos?
-Tengo la suerte de que hace varios años que trabajo a sala llena. Mucha colaboración me dan los padres, que se ocupan de invitar a gente, amigos. Pero también hay otro público que me sigue desde hace varios años porque disfrutan, se divierten, gozan porque hay mucho colorido, nos caracterizamos por un muy buen vestuario, gran variedad de ritmos. No hay manera de aburrirte, de que sea denso o pesado. Son muy ágiles nuestros espectáculos.
-¿Cuál es el secreto de âCristina del Valleâ para mantenerse en pie durante más de treinta años?
-Trabajar, trabajar, trabajar, con amor, con amor y con amor. Trabajar con mucho amor y mucha dedicación. Yo amo la danza, amo los niños. El niño que entra acá pretendo que venga a ser feliz. Que baile bien o baile mal, eso se va a corregir. Pero que venga a ser feliz Y cuando los niños salen al escenario, las palabras mÃas son no importa si se equivocan o no, el público nunca sabe si te equivocás. Pero lo que no les voy a perdonar es que no entren al escenario a divertirse, a gozar y a ser felices, porque eso es lo que transmiten, eso es lo que te llega a vos como espectador. (Entrevista de Raquel Abrahan).
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