Se que en estos tiempos en que las horas pasan presurosas y el diario trajín se torna muchas veces cansador, pretender que uno pasee por algún barrio tranquilo de nuestra ciudad contemplando las diferentes construcciones es casi pedir demasiado, pero si lo hacemos podremos descubrir muchos estilos interesantes que conviven entre nosotros y saber de paso cuál es la tendencia por estos tiempos que se está dando en nuestra provincia.
      Lo que yo si pude contemplar fue una mezcla de estilos tan diferentes entre sí, como lo son el rústico y el moderno, que se incorporan en nuestra ciudad con mucha fuerza, tanto en el diseño arquitectónico como en el diseño interior.
      Estos dos estilos se complementan perfectamente, haciendo que cada rincón de nuestra casa sea único y personal.
      Todo tiene su explicación, la vida de ciudad, la dinámica del trabajo y las presiones a las que nos somete la vida moderna, nos han llevado a la búsqueda de lugares placenteros y naturales, como refugios  donde estén presentes nuestros afectos y recuerdos. Y sin lugar a dudas estos estilos, donde el contacto con la naturaleza es lo más importante, lo que más los representa, se adaptan perfectamente.
      Hay un retorno a lo natural, a lo histórico, donde los valores pueden tener su espacio, donde las artesanías, las fibras naturales, la madera y por qué no también la incorporación de elementos exóticos y étnicos, encuentran su lugar.
      Casas que se mimetizan con el entorno, casas bañadas de luz, casas de volumetrías rectas y formas puras, con importantes paños de mampostería en contraste con grandes superficies vidriadas, empleando materiales autóctonos como la piedra, la madera y el adobe, como base de nuestra identidad arquitectónica, pero con los avances tecnológicos de los que hoy disponemos en materia de construcción.
      Este movimiento que parte de vincularse directamente con la naturaleza, en los diseños exteriores e interiores toma también de ella sus colores. Beige, tostado, hueso, ocres y terracotas entre otros, son los más utilizados y también los mas combinables, siendo el beige el que más se adapta a cualquier tipo de mobiliario.
      La idea es combinar elementos rústicos con otros más urbanos y modernos. Muebles de poco volumen, de formas sencillas, con materiales como el cuero, las cañas, el mimbre y el ratán. Y la madera, tan infaltable para aportar calidez a los ambientes, maderas como la teka y el álamo, maderas teñidas en tonos oscuros como el wengué y el roble moro, con una mixtura de textiles en colores fuertes.
      También accesorios y objetos que reflejen la calidad de nuestros materiales y la tradición cultural de nuestra región pero en clave moderna.
      Aunque podemos optar por la incorporación de otros materiales para combinar los anteriores, como superficies metálicas, vidrios, elementos que son de corte vanguardista.
      Podemos por ejemplo conjugar la elegancia de un sillón de cuero de líneas contemporáneas, con lo rústico de una mesa de centro, o también una  mesa de comedor de vidrio acompañada por un camino de mesa elaborado con una tela artesanal.
      También podemos mezclar en un baño materiales como piedra  y madera  en contraposición al vidrio y al porcelanato, materiales de diferentes texturas y muy dispares entre sí pero que juntos logran equilibrio y armonía.
      La piedra combina a la perfección tanto con la madera como con el cristal, que son los elementos más utilizados en el mobiliario. Se trata de un material que para nada desentona con la tecnología.
      Esta combinación de estilos es una de las tendencias que más se ha puesto en boga en el último tiempo.
      La palabra que consigue simplificar esta mezcla entre rústico y moderno es sin dudas  “sensatez”, nada de mezclas exageradas, simplemente pequeños toques de ambos estilos para que no compitan entre ellos y el cuidado de la decoración viene de la simpleza, la amplitud y el orden.  
      Esta tendencia encaja muy bien tanto para las casas de campo como para un departamento en la  ciudad, solo se trata de animarse a más.