Si se animara un poco más, el equipo estaría más arriba. Que no tuvimos suerte, o merecíamos algo más, que alguien se desconcentró y nos costó el partido. Razones, motivos o excusas que ya se acomodaron en los oídos de los hinchas y forman parte del post partido, famosas frases del vestuario del Lobo que molestan e incomodan en especial cuando el resultado no es positivo.

      El hincha jujeño reconoce al técnico Mario Gómez la llegada del equipo nuevamente a primera, pero a medida que pasan los partidos ese mismo hincha quiere más, quiere ver fútbol, más juego, no sufrir tanto y hasta porqué no se pone en exigente y se pregunta: “cuándo una goleada en Jujuy, cuándo un partido tranquilo”. En las últimas presentaciones que Gimnasia ha tenido de local, el futbolero sufrió sobresaltos y se encontró con el síndrome de local. Pasó con Argentinos y el equipo se quedó sólo con un punto en su cancha, casi ocurre con Quilmes, pero sobre la hora apareció el gol agónico que le permitió ganar un partido frente a un equipo casi descendido.
      Las preguntas se orientan por donde pasa esa angustia del hincha de Gimnasia, que por ahí ve un equipo que sale a la cancha a comerse vivo al rival y en otras oportunidades solo busca especular con el punto que ya tiene asegurado antes de que se juegue el partido.      
       Porqué con rivales tan difíciles el equipo se agranda y con equipos que pelean la misma tabla se achica: algunos piensan que salir a cuidar el cero es darle vida a los oponentes. Así se agrandaron Arsenal con el que jugó de visitante, Argentinos que se llevó mucho de Jujuy y Quilmas, que en el segundo tiempo parecía repetir la historia y amargarle la tarde a sus sufridos seguidores.
      La incógnita sigue siendo si esta bien que el técnico sea tan conservador, mezquino y hasta especulativo en algunas oportunidades en las que tiene que mostrar un poco más, como por ejemplo cuando juega de local. ¿No sería bueno, en los partidos que restan aunque sean de hacha y tiza, como dicen los viejos muchachos, ver a un equipo que muestre que en Jujuy queremos ver fútbol de primera? por más que en algunos jugadores se metan atrás para cuidar el resultado, porque en algún momento, de acuerdo a la circunstancia del partido no va a importar demasiado si nos defendemos o no.
      Para ser sinceros cada partido tiene una historia aparte y si tenés que defenderte con ocho porque con punto te salva del descenso, bienvenido sea. Pero da la impresión que Gimnasia de a poco se va alejando de la historia del descenso y la promoción, entonces  hay que buscar aunque sea un poquito más,  gustarle a los hinchas, atraparlos porque son ellos los que se hacen socios y pagan las entradas, no sólo para ver al Lobo jugar contra River y Boca.
      El hincha sabe que contra los grandes puede pasar cualquier cosa, hasta ganar, pero con los que son medianamente de la altura, les gustaría pasarlos por encima y esa frase no se ha escuchado últimamente en el famoso 23 de Agosto. Le pregunto a ustedes muchachos, hace cuánto que no nos vamos de la cancha tranquilos, hace cuánto que no queremos salir disparados del estadio como lo hacemos partido a partido. en los que renegamos con bronca por una derrota o empate o aliviados por una victoria sobre la hora. Hace cuánto que el hincha no se queda a aplaudir al equipo y al técnico porque no daban ganas de volver a la casa a soportar los reclamos de la vieja o la sufrida bruja que aguantó todo el domingo esperando a su negro.
      Porque si ustedes se dan cuenta, Mario Gómez y compañía pueden hasta ser cómplices de una disputa familiar. Si el equipo juega bien o más o menos y gana, la “bruja” es “mi mujer”, pero si el equipo juega mal y pierde la bruja es el ogro más grande que hay y que no quiere ver ni a dos pasos a la redonda, valga ésta última palabra en toda su expresión cuando se acuerdan de ella.
Terapia famiuliar aparte y hablando un poco más en serio, es tiempo de ver a un Gimnasia protagonista fundamentalmente de local. Que si se tiene que cuidar sea porque el rival lo superó en el transcurso del partido y no salir desde el vamos a conservar el cero en el arco propio, más allá que es bueno reconocer que en algunas oportunidades meterse atrás y buscar de contra al equipo le ha servido, pero fueron muchas más en las que sufrió y se quedó con las manos vacías.
      Finalmente en estas líneas no hacemos más que expresar las súplicas del hincha lobo para ver a su equipo un poco más ofensivo, porque según dicen quieren seguir viendo al equipo en primera. Es cierto también que a Gimnasia se le reducirán los puntos del buen torneo que hizo el año anterior y ya no será tan abultado el colchoncito en el que puede dormir tranquilo, habrá que buscar un somniers que esté a la moda y pueda resultarle mucho más confortable.
Gimnasia se acerca al objetivo de sumar por lo menos veinte puntos en este torneo,  que según el técnico se puso como meta, más allá de los cincuenta y siete que se ponen en juego. ¿No se podría aspirar a un poquito más, aunque sea la mitad que serían 28 puntos como límite y si de ahí se baja por algún motivo quedar en los 25 o 20? pero si cada vez que se inicie un torneo se orienta la flecha a lo mínimo, es muy probable que esa flecha se quede sin fuerza en el camino o tuerza la historia hacía abajo.
      Por ahora hay todavía hay bastante aire y Gimnasia no está comprometido ni con la promoción y mucho menos con el descenso, pero si uno se pone a hacer cálculos matemáticos, el futuro dejará a Gimnasia sin los puntos importantes que sumó cuando apenas ascendió. Es por eso que hay que buscar y animarse a más, 20 puntos en un torneo parece ser una cifra que no convence demasiado al hincha jujeño, cuando sabe que el equipo puede dar más.