Raquel Abraham
El Siglo XXI abrió sus ojos en la era de la tecnologÃa y la información. Televisión y computadora son dos artefactos indispensables en la vida cotidiana de las personas y la práctica de la lectura tradicional ha disminuido a pasos agigantados. ¿Se pueden rescatar los libros en una sociedad enceguecida por las luces de los medios audiovisuales? Qué piensan los adolescentes jujeños.
Pintemos el cuadro: Chicos y chicas, en su mayorÃa entre 10 y 16 años, sentados uno al lado del otro sin mirarse siquiera. Están compenetrados frente a una pantalla, casi sin moverse, salvo para presionar el teclado o elevarse levemente de la silla. SÃ, el cuadro es un cÃber, vocabulario desconocido hasta hace no más de diez años.
Los adolescentes pasan horas pegados a la computadora y apenas si se dan cuenta. Festejar el cumpleaños en compañÃa de Internet ya es una alternativa real, y, torta de por medio, el agasajado sopla las velitas junto a otros cibernautas, en un ritual que dura pocos minutos, por la ansiedad de regresar a los juegos y al chat.
Los chicos dedican mucho tiempo al consumo de los medios audiovisuales, y es cada vez menos el que les resta para leer.
Camila, una preadolescente de 11 años, alumna de una escuela pública de la ciudad de Jujuy, brinda algunas pistas.
-¿Qué hacés los fines de semana?
- Me levanto a las once, tomo el té, después me baño y listo. Y a la tarde me voy a catequesis y de ahà a veces me voy al cÃber. Los domingos me levanto a las ocho para ir a misa, y nuevamente voy al cÃber (risas).
Haiet tiene 12 años y asiste a un colegio privado de la capital. También expresa entusiasmo al referirse a Internet.
-¿ Para qué utilizás la computadora?
- Estoy todo el dÃa chateando con mis compañeras o con mi primo.
-¿Te cuesta escribir rápido?
- No, es que estoy todo el dÃa en Internet, ya escribo rápido.
El imán de la T.V
Si bien la computadora es muy apreciada por los chicos, la que se lleva todos los aplausos es la T.V., que por ser más económica, está presente en casi todos los hogares. La televisión seduce al espectador con sus imágenes en movimiento, siempre cambiantes; es fácil de usar por la pasividad que supone y permite realizar otras actividades paralelamente. El periodista Jorge HalperÃn lo explica con ingenio: âVer televisión es un masaje al cerebroâ, en el sentido del relax que ofrece al televidente luego de finalizar un dÃa agotador.
Pero por esa lógica de âmÃnimo esfuerzoâ, ver tele es el peor antÃdoto de la lectura, que implica todo lo contrario: concentración, actividad cerebral y dedicación exclusiva.
Gabriela, 12 años, estudiante de un colegio privado, relata: âA la tarde invito a alguien o hago deberes, y veo tele todo el tiempoâ.
José Luis, compañero de Gabriela, es aún más categórico al referirse a la T.V.
-¿Qué te parece más entretenido, leer un buen libro o ver un buen programa en la tele?
-Ver un buen programa en la tele ¡toda la vida!
No todo está perdido
En los albores de la adolescencia, lo que todos buscan es la diversión. Antes, los niños tenÃan menos ofertas tecnológicas, y para entretenerse se valÃan de recursos más creativos: juegos al aire libre, juegos de mesa y hasta juegos inventados. A su vez, el libro de cuentos era otro elemento de diversión, transportaba al lector a otros mundos imaginarios.
En la actualidad los chicos no son culpables de sentir poco entusiasmo por los libros, ya que manejan nuevos códigos comunicativos, que como la computadora y la T.V, proporcionan una gratificación lúdica y estética inmediata.
Aceptar la primacÃa y la influencia de la imagen en la actualidad, es el primer paso para la búsqueda de una alternativa en virtud de recuperar la lectura. Porque lo que aquà se plantea no es la antinomia libros-medios audiovisuales, sino encontrar un equilibrio para que ambas prácticas coexistan.
José Luis, demuestra que esto no es una utopÃa.
- ¿Cuándo leÃas más, antes o ahora?
- Antes.
- ¿Por qué?
- Porque tenÃa más tiempo. Y sÃ, soy bueno leyendo, no soy malo, me gusta leer, pero algunas veces prefiero hacer otras cosas.
Para que los chicos lean por voto propio, es fundamental que disfruten del contenido del texto. Harry Potter es un ejemplo representativo, sus libros se venden por millones en todo el mundo, y los consumidores son precisamente adolescentes. Catalina, de 12 años y alumna de un colegio privado confirma lo importante que es la motivación en la lectura.
- Si tuvieras que elegir algo para leer, ¿qué elegirÃas?
- Harry Potter.
- ¿Por qué?
- Me encanta, me meto mucho en Harry Potter...al tres (tercer libro) lo leà tres veces.
Salta a la vista que cuando se entiende el universo de los chicos, es posible llegar a ellos. Pero si no se fomenta la lectura desde la familia y la escuela primordialmente, y desde el Estado Nacional con la seriedad que amerita, es muy difÃcil que el chico se acerque a los libros espontáneamente.
Una sociedad que no lee es una sociedad pobre y desprotegida de toda manipulación. Ya lo dijo Ernesto Sábato: âLeer les agrandará, chicos, el deseo, y el horizonte de la vida. Leer les dará una mirada más abierta sobre los hombres y sobre el mundo, y los ayudará a rechazar la realidad como un hecho irrevocableâ.
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