Gimnasia permanece en el fútbol de primera durante este campeonato, pero qué pasará en el que viene, esa es la gran pregunta. Más allá de algunos sobresaltos al final , el equipo de Mario Gómez tendrá la gran oportunidad de revertir la regular campaña realizada . Si hablamos de balance el torneo Clausura 2007 no fue precisamente uno de los mejores  en la historia loba.        En las cinco primeras fechas los muchachos no comenzaron tan bien, llegó el debut ante el gran candidato y San Lorenzo sin jugar bien le ganó a los jujeños, frente a Estudiantes y en casa le sacó un punto al campeón del Apertura.
      Después Gimnasia de La Plata se despertó con su homónimo y también dejó a los de Mario Gómez sin sumar. Llegaba a Jujuy Godoy y en un partido clave, Gimnasia sacaba la mínima diferencia ganándole a los mendocinos. Seguían los choques con los de abajo y aparecía Nueva Chicago, el empate no estaba mal, pero el Lobo mereció ganar, ya empezaba a aparecer la falta de gol. En estas cinco primeras fechas el conjunto dirigido por Gómez sacaba cinco puntos de quince posibles, campaña regular hasta ese momento para algunos que decían que si Gimnasia repetía el juego como contra San Lorenzo o Estudiantes a la postre aparecerían los resultados.     
      Las situaciones se creaban, pero los goles no y ese punto fue uno de los dolores de cabeza más grandes para el técnico, durante todo el campeonato.
      El tramo de la fecha seis a la diez, fue el de los grandes batacazos, comenzó perdiendo injustamente ante Vélez con un gol sobre el final de los muchachos del bigotón, quedándose Gimnasia con dos hombres menos. Injusticia por donde se la mire, que sirvió para tomar fuerzas y llegar motivado para jugar contra River en el propio Monumental. Y el gran golpe llegó en la fecha siete, Gimnasia y Esgrima de Jujuy con gol de Mario Turdó ganaba 1 a 0 con gol de Mario Turdó, baldazo de agua fría para los “millos” y triunfazo para el Lobo. Habló el país y el mundo de la hazaña, pero todos le echaron la culpa al mal momento de River, quitándole mérito a la victoria de los visitantes. Pero como todo en la vida da vuelta a los muchachos lobos la luna llena le duró poco,  llegó al 23 de Agosto Newell’s y arruinó el festejo, otra vez Mario Gómez, al mejor estilo “Don Ramón” tiró la gorra y la pisoteó hasta más no poder, me acuerdo de la bronca de los hinchas, el partido era un empate clavado, pero una distracción sobre la hora le costó el partido. Sin duda fue la derrota que más lamentó el cuerpo técnico por la desatención en las jugadas claves y más faltando segundos para que el juego termine. Don Mario no se aguantó y dijo a los cuatro vientos que a un delantero como el paraguayo Cardozo que vale más de cinco millones, no había que descuidarlo, pasando la primera factura del torneo a sus “queridos” players.
      Parece que los retos hicieron efecto porque en la fecha nueve, otra vez el Lobo se aprovechó de un grande y le ganó al alicaído Racing que todavía dirigía Merlo, ni el ex Lobo Franco Sosa salvó a la academia, que tuvo del otro lado a un “gaucho” Almada goleador. Pasaban las fechas y la localía comenzaba a pesarle a los jujeños, los motivos no eran claros, pero el equipo generaba situaciones y no las convertía, también los rivales le faltaban el respeto cada vez más y así llegó Argentinos que se llevó un punto importante de suelo jujeño, y el Lobo seguía sin poder ganar en su cancha. En esta segunda parte Gimnasia solo pudo ganar de visitante y sumó la mayor cantidad de puntos, dejando a la mitad del campeonato como la más fructífera para los lobos. De quince puntos posibles, en esta segunda etapa cosechó siete, a pesar de todo se mejoraba de a poco y la regularidad aparecía.
      En la tercera parte del Clausura, la cosa no comenzó bien, el Lobo visitaba al siempre complicado Arsenal que tiene en Gustavo Alfaro al técnico que más veces le debe haber ganado a Gimnasia. La moral había que levantarla rápido, porque Gimnasia no debió caer derrotado pero una distracción más no le permitió sumar...
Llegaba a Jujuy el casi descendido Quilmes, a estos hay que ganarles si o si, decían en la previa. Si bien los cerveceros tenían muy pocas esperanzas , se encargaron de complicarle la historia en casi todo el partido, pero al final triunfó el local y los goles que no abundaban había que celebrarlos por eso la hinchada gritó como nunca las conquistas de Soler y Ricky Gómez.       Bueno por lo menos ganamos de local, decían los hinchas.
      La victoria en casa parecía levantar de una vez por todas al Lobo en la recta final, y así fue que Gimnasia ganaba de visitante el partido con Lanús, pero otra vez las imprecisiones de la última línea y el arquero fueron fatales; el Chelo Quinteros que había puesto el gol de la victoria permitía festejar por adelantado, pero como los árbitros cada vez dirigen peor y favorecen al local, decidieron adicionar y en ese bonus track, la sombra de los horrores de la defensa del Lobo le permitió ligar a  Lanús sobre la hora, empate y a los vestuarios. Pero como a Gimnasia le pasan todas, resulta que habían viajado a Buenos Aires con varios lesionados y para colmo tenían que volver a jugar de visitante. Con bajas y el debut de Astrada, Gimnasia visita a Colón, pasó por caja, jugó uno de los peores partidos y perdió 3 a 1. 
      Para cerrar esta tercera parte, que también tiene celos como toda telenovela, aparece en escena el “gran” Pancho, que esta vez no había decidido volver a dirigir en Gimnasia, sino en Belgrano de Córdoba, algunos celitos provocó en el hincha lobo que tiene a Pancho como ídolo y que sabe que Ferraro es Gimnasia. Pero como los amigos se tienden siempre la mano, no había que quedar mal y la cosa terminó repartida, a pesar que el partido tuvo tiros en los palos y situaciones muy claras de gol, que ni jujeños ni cordobeses supieron concretar. Los dos sumaron y listo. Gimnasia sumaba cinco puntos de quince posibles. Alerta máxima, ya no estaba tan lejos de la promoción, y de la confianza de sacar 20 puntos como tope para salvarse de todo y quedar tranquilos pensando en el torneo que viene, se diluía.
      La última parte fue para el sufrimiento en el juego y en los resultados, sin recuperación, sin respuestas y lo más triste, sin puntos. Pero quédense tranquilos que lo peor estaba por venir, había que jugar con Boca en la mismísima Bombonera y en su lucha por el campeonato el xeneixe no le perdonó la vida a los humildes jujeños que sólo le dieron un susto en el primer tiempo y se quedaron después, claro la etapa de los batacazos ya se había terminado. Otra derrota del Lobo y a cobrar. Pero como siempre el fútbol da revanchas y más de local, empezó a pensar en Banfield. Bueno los del taladro vienen de perder ante Quilmes, le vamos a ganar ¿no? no, el más grande NO de la historia de Mario Gómez en Gimnasia, a tal punto que el propio técnico se animó a decir que fue el peor partido que le vio jugar a Gimnasia, argumentando mucha vergüenza. La verdad que Gimnasia jugó varios encuentros malos, pero como el de Quilmes no hubo. Tirón de orejas para los jugadores, lesionados y suspendidos por doquier, plantel reducido para viajar a Rosario a buscar la hazaña ante Central, pero así y todo buscando la recuperación. El punto que faltaba no aparecía y mucho menos los tres con los que se quería quedar para llegar a los tan ansiados veinte. Que Godoy Cruz le ganó a River y si gana los dos que le quedan y el Lobo pierde también los dos, vamos al desempate. Especulaciones, incógnitas y mucha calculadora que no la vamos a terminar de develar en esta nota. Al fin y al cabo antes que se termine este campeonato, y a pesar de todo Gimnasia se queda, pero sabe que para la próxima deberá cambiar. Cambiar el dramatismo de los que no saben y distendernos con los que si la tienen clara, para eso habrá que variar demasiado. Es evidente que los cambios son inminentes, por los menos una base de seis o más refuerzos por traer, más los chicos de las inferiores o del club que deben tener su oportunidad definitivamente.
      Los objetivos deben ser claros, fijarse como meta para la temporada que viene algo más que pelear por no descender “estaría bueno”-hummm- estas palabras las escuché en algún lado. En la elección de Mario Gómez y el arriesgar un poco más en las contrataciones por parte de la Comisión Directiva, entiéndase más presupuesto para refuerzos, estará la clave para salvarse de una vez por todas y empezar a luchar por cosas mayores, una copa, copita  o aunque sea un pequeño copetín... Chau. Felicidades.