De local o visitante, Gimnasia necesita hacer
cambios de fondo en la forma de jugar
Silvia Vela
A Gimnasia le están costando caro los errores y desatenciones de los últimos partidos que jugó de local, el equipo cayó en los minutos finales y por la mÃnima diferencia ante Vélez y Newells y si hay algo que no le gusta al técnico Mario Gómez es perder por la distracción de sus jugadores, hasta es preferible que los delanteros no conviertan a que pierdan puntos por errores infantiles.
El entrenador manifiesta siempre que el equipo debe mantener el orden y la inteligencia para sacar adelante los partidos, ya sea para ganar o empatar, pero parece que el chip de sus âplayersâ se queda sin baterÃa al final. En ese momento llegan los dolores de cabeza porque al convertirles en los últimos minutos no hay tiempo para reaccionar ni empatar. Ãste viene siendo amigos el mayor problema de Gimnasia, no saber cerrar los partidos, y la casualidad o causalidad es que se está dando cuando el Lobo juega de local. No es que durante todo el campeonato el equipo no aprovechó la localÃa pero la tendencia viene repitiéndose en los últimos encuentros y el técnico se está fastidiando seguido, más allá del gran batacazo ante River.
LOS PUNTOS
¡AY! LOS PUNTOS
Si analizamos la tabla, Gimnasia deberÃa tener tres o cuatro puntos más en la sumatoria, pero los errores fueron determinantes en los últimos encuentros. Es cierto también que el momento futbolÃstico del equipo no es el más vistoso, el técnico cambia permanentemente el esquema en el medio campo y el ataque, señal que la continuidad no aparece y mucho menos la confianza de los jugadores en un puesto definido.
Desde atrás el arquero Valdiviezo transmite confianza, pero la defensa alterna nombres entre Sabia, Ramón, Berza, Almada, Frontini y Medero, y entonces la última lÃnea que siempre es de tres no termina de acomodarse y asentarse dentro del equipo. Muchos errores pasaron por el descuido de los defensores que, errores que costaron carÃsimo, y esas desinteligencias llevaron a la ira del técnico Mario Gómez.
En el medio también hay variantes constantes, en las primeras fechas jugaban cinco, en los últimos encuentros los volantes fueron seis, esquema con el que no le fue tan mal ya que de esa manera se le ganó a River. Pero después volvió a cambiar y con la rotación de Quinteros, Gómez, Pieters, Ramasco, Iuvalé, Iribarren y GarcÃa, en consecuencia tampoco la lÃnea del medio le asegura un puesto a alguien, salvo a Ramasco o Pieters. Esos volantes ayudan, luchan, pelean pero no están tan metidos en la generación de juego hacÃa los delanteros que en los últimos partidos están perdidos dentro de la cancha. A favor del técnico podemos decir que ponga a quien ponga en el ataque no ha tenido demasiadas satisfacciones, salvo Turdo frente a River. El plantel extraña horrores a Gustavo BalvorÃn, prueba con GandÃn la pelota le rebota, ingresa Silva y se lo ve muy pesado e impreciso, Soler no ha sido mucho mejor que los otros dos, entonces ahà también se genera otra pregunta ¿cuál es el nivel por el que atraviesan los jugadores del Lobo? evidentemente por ahora hay que decir que el rendimiento sube y baja de un partido a otro. Eso si a pesar de la intermitencia, no es el gran Gimnasia que terminó jugando el campeonato anterior. Con River se ganó porque el equipo fue oportuno, pero también pasó sobresaltos, con Newells se jugó de la misma manera, pero el equipo no ligó.
DE VISITANTE O
LOCAL: CAMBIOS
Muchos dirán que Gimnasia en su cancha debe hacerse fuerte, pero si en el último partido de local ante los rosarinos se sumaba un punto casi todos se hubiesen callado porque Gimnasia no mereció ganar, creó muy pocas situaciones y en el único descuido lo mandaron a pasar por su propia caja y pasó a cobrar los que todos, hinchas, entendidos y aficionados, se dieron cuenta que merecÃa.
El técnico está preocupado por las dos derrotas consecutivas de local, y echará mano a lo que tenga para equilibrar el equipo. El orden para Gómez es fundamental, incluso más que la generación de juego que si llega bienvenida sea, pero siempre manteniendo el cero en el arco propio, al mejor estilo Timoteo, para los que no tienen idea me refiero a Griguol, viejo maestro de los Gómez, Cúper y compañÃa.Â
Pero más allá de todos estos planteos que pueden tornarse muy aburridos, es bueno cambiar a tiempo y no caer en el reproche infantil de que el otro tiene la culpa, ya sea el árbitro, el goleador del equipo contrario, la cancha o la presión de los hinchas.
Gimnasia debe asumir errores, hasta ahora cuando sale de la casa se divierte y come bien, por ejemplo un buen picante de gallina, pero cuando se queda en su territorio no muestra las mismas garras y sólo debe conformarse con una simple picadita que al final del dÃa casi siempre cae muy mal.  Â
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