â€œEl oficialismo sacó el 26% de los votos, la oposición sumada el 39% de los votos y un 32 % de quienes no fueron a votar o votaron en blanco. Pero creo que el problema está en que la oposición no está unida: no hemos sabido generar una oposición fortalecida con capacidad de ser alternativa” disparó en las entrevistas de El Ojo de la Tormenta de la U (Radio Universidad) la dirigente del Partido LyDER, Isolda Calsina, analizando el escenario que dejó la última elección y la situación de la provincia y de la nación.

-¿Cómo estás viendo la situación nacional y provincial?
-Estamos en un momento de saturación. Percibo una sensación general de hartazgo; el gobierno nacional se ha deteriorado muy rápidamente después del primer mandato de Néstor Kirchner, que, con algunos aciertos, daba un clima de gobierno. Esta gestión de Cristina, donde lamentablemente Néstor que está siempre por detrás, manejando, ha contribuido al desgaste enorme de la figura presidencial. Ha sumado equipos berreta que no tienen capacidad ni de gobierno ni de gestión y con una enorme insensatez que nos ha llevado a no aprovechar el tiempo que teníamos previo a la crisis internacional. Hoy, estamos frente a un gobierno que ha perdido poder, que sabe que su vencimiento tiene un límite en el 2011 y que está desesperado tratando de obtener a costa de lo que sea medidas que se aprueben con fórceps de acá a diciembre. Esto es peligroso porque sigue mecanismos de confrontación con la sociedad causando gran preocupación.

-¿Qué análisis hacés vos de que con fuertes campañas en contra en un lugar como el Chaco, por ejemplo, gane la esposa de Capitanich, y ni Rozas ni Carrió juntos, pudieron hacer nada?
-Lo de Chaco es algo parecido a lo que pasó en Jujuy. Si uno sumara la oposición, sin duda le hubiera ganado al oficialismo, en Chaco a Capitanich, y acá también, donde el oficialismo sacó el 26% de los votos, la oposición sumada el 39% de los votos y un 32 % de quienes no fueron a votar o votaron en blanco. Pero creo que el problema está en que la oposición no está unida: no hemos sabido generar una oposición fortalecida con capacidad de ser alternativa. El justicialismo en los últimos años se encargó de dividir para reinar. Lo vimos en Jujuy, donde ha sido una estrategia de gobierno  esta falta de posibilidad de alternancias que es lo que nos impide ejercer una democracia en plenitud. Pero para que esto ya no ocurra es necesario tener partidos con chances de gobernar y esto da posibilidades de visualizar un país con políticas. Creo que hoy el oficialismo está demostrando debilidad, el peronismo siempre se mostró como el único partido capaz de gobernar el país y creo que hoy está volteando este mito; está en los indicadores de pobreza, en el desmanejo en salud, en el desempleo, en las medidas disparatadas y populistas que se toman como el fútbol por televisión con la plata de los jubilados; es una actitud desesperada por mantener adhesiones a costa de lo que sea.

-Recuerdo la bronca al final del gobierno de Menem y fue cuando se votó masivamente a una oposición que planteaba lo contrario y vimos lo que pasó, ¿vamos hacia algo parecido? ¿Quién va a ser candidato de la oposición? ¿Cobos?
-Yo creo que la situación era diferente, la formación de la Alianza en el ‘99 fue algo muy repentino y reactivo. Me parece que acá hay desde hace rato un intento más serio, incluso, de ir acordando políticas, de trabajar en el Congreso Nacional. Eso antes no se veía, eran sólo mesa de dirigentes que se juntaban a rosquear y bueno de ahí surgió la Alianza, porque seamos claros, esto fue así. Hoy existe gente del peronismo disidente, de Unión Pro y del mismo radicalismo y partidos del interior que desde el 2007 vienen con una vocación de trabajo, conjunto, de sentarse a pensar temas del país para consensuar políticas y posturas en el Congreso Nacional, mucho más razonables y serios. Esto es un proceso, que Dios quiera que termine en algo positivo para el país. Nos merecemos este tipo de construcciones para tener opciones,  sino esto de fabricar relevos siempre dentro del mismo esquema gobernante no es sano, hay que mirar de afuera para poder pulirse, recrearse, reinventarse.

-Oyente: La situación de pobreza en el país es responsabilidad no sólo del gobierno sino también de la oposición.
-Por supuesto, es responsabilidad de todos los argentinos. Lógicamente que hay niveles y grados de responsabilidad, tenemos esa postura de mirar de costado, del “no te metás” y también es cierto que el oficialismo es quien gobierna y dispone de una caja excesiva para repartirla y no seguir manteniendo a la gente en situación de pobreza, en vez de aplicar los 9 mil millones de pesos en generar trabajo genuino y no seguir con los planes sociales. La pobreza tiene dos causas, una interna que tiene que ver con las carencias y  falta de oportunidades originarias de la persona, de no tener acceso a la educación, a la salud, a la buena alimentación todo lo que afecta su autoestima y genera incapacidad de acceder a un empleo; la otra causa es externa porque hay subocupación o hay desempleo y además inflación. Realmente se hace imposible progresar y entrar en una escala social ascendente. Esto sin duda es responsabilidad del gobierno que prefiere seguir así para mantener el clientelismo.

-¿Cómo ves la situación provincial?
-A Jujuy también lo veo con una situación de saturación y cansancio pero con ganas de salir, de tener esperanza. Hay mucha gente que ya no cree y la prueba está en el  32% de gente que no votó o lo hizo en blanco. Esto muestra claramente que no hay deseos de nada. Por otro lado, está la gente -mucha gente- que quiere cambiar pero frente a la fragmentación de la oposición no encontró una alternativa válida. Sí veo un declive enorme del oficialismo, yo creo que todos hemos sido aplazados en estas elecciones: la oposición por no saber construir, y el oficialismo, porque hoy muestra una situación de pobreza insostenible. Jujuy tiene el 70% de la población por debajo de la línea de pobreza; el desempleo es infernal, cinco de cada diez personas viven del Estado porque dependen de un sueldo o un plan social o una jubilación, de los cinco restantes tres están en el trabajo informal, es decir, tienen una changa o son vendedores ambulantes, etc. de los dos restantes, uno tiene trabajo formal y el otro depende del Estado como proveedor, etc. Es muy difícil que el gobierno pueda cambiar tras 25 años de seguir la misma línea política, que tenga capacidad de reacción para revertir esta situación, además están metidos en una lucha interna muy grande que entorpece cualquier salida.

-¿Qué opinás de las últimas elecciones? A uds. se los veía bien, parecía que iban a perforar el piso, por otro lado, Snopek. ¿Qué pasó?
-Fue decisiva la nacionalización y polarización de la campaña kirchnerista o antikirchnerista,  esto es lo que terminó por definir a los indecisos. Creo que hubo un fenómeno en el final de la campaña con una gran influencia de la cuestión nacional. Hubo una fuerte discusión a nivel nacional,  K o anti K, y mucha gente sintió que acá se votaba un modelo de país. A  los que éramos anti K en la provincia tal vez no nos vieron con la potencia suficiente o el equipo suficiente, cosa que sí vieron en el radicalismo por su estructura nacional, con un muy buen candidato como Fiad, que realmente fue un acierto del radicalismo.

 -¿Cómo sigue Lyder? ¿hay posibilidades de que vuelvan con la gente de Primero Jujuy o el radicalismo?
-Cuando yo hablo de oposición no sólo me refiero a los partidos opositores sino también a los mismos peronistas que no están de acuerdo con esta forma de gobierno y que están sin posibilidades de incidir en lo partidario. Tenemos que hacer un esfuerzo y tener gestos de grandeza para dejar de lado las divisiones, la fragmentación. No basta con el apellido, tampoco un llanero solitario cambia las cosas. En esto todos tenemos que poner la cabeza en frío y pensar en la provincia, construyendo espacios de encuentro que puedan ofrecer un alternativa, algo trabajoso de hilvanar, incluyendo acuerdos, ideas, que permitan tener una sintonía fina con la cual poder gobernar. La gran deuda de Jujuy es la política, no hay eficacia, no se impacta favorablemente para resolver problemas y esto ya se está haciendo crónico. Nosotros nos merecemos otro tipo de gobierno, provocar gobiernos que tengan capacidad de gestión y soluciones.

-Oyente: ¿Qué piensa de la dirigente social Milagro Salas?
-Milagro usa métodos no democráticos. El uso de la fuerza de ningún modo puede ser avalado; las prácticas siempre deben estar en el marco de la ley que está hecha para beneficiar a los que menos pueden, a los débiles. Si no se cumple, entramos en el régimen de la selva donde triunfa el más fuerte, ya sea por gobernar o bien por tomar las calles. Hoy creo que estamos en ese escenario, es la patota la que consigue soluciones.

-Vos hablabas de lo trabajoso que es estructurar acuerdos en la oposición, pero Lyder qué se plantea, qué está haciendo ahora.
-Estamos trabajando justamente en eso, estamos conversando mucho. Hemos hecho análisis internos con dirigentes de toda la provincia para estudiar la situación futura del partido, también charlando con dirigentes partidarios de la provincia y con referentes sociales, economistas y profesionales. En fin tratando de ir hilvanando buscando puntos en común que tanta falta nos hace en Jujuy.

-Oyente: Le pido una reflexión sobre y ética y moral para los que quieren estar en política.
-Yo le digo algo muy sencillo: en la política uno puede ser como el jabón, entrar a limpiar pero sin ensuciarse, esto me lo dijo un cura amigo y me parece que en todos los ámbitos de la vida uno puede actuar tratando de defender sus principios, manteniendo sus ideales y valores sin que la cosa cotidiana nos cambie de rumbo. Es mas fácil decir la política es corrupta y por eso no me meto. Yo quiero servir a mi provincia y desde este lugar todos podemos hacerlo, no es un requisito para la política ser corrupto. Es verdad que hay un marco de dificultad que hace que muchas veces la gente abandone, yo lo tomo como una suerte de entrenamiento donde las presiones son cada vez mayores pero uno se va curtiendo, aprendiendo las herramientas que luego le serán útiles. (Laura Barberis).