Para que nuestros lectores conozcan algo más de la Antártida Argentina, publicamos esta nota acerca de las distinciones que recibieran Pedro Segundo Zoni en Mendoza y Guillermo Poma en Jujuy por su valor, coraje y heroísmo, eco de los recientes Premios San Salvador.

      En Mendoza, Pedro Segundo Zoni, recibió  la distinción de Ciudadano Ilustre y en Jujuy, y, recientemente en Jujuy, Guillermo Poma fue distinguido con la estatuilla San Salvador, por su vida dedicada al deporte, la natación y la aviación, que agradeció con palabras sencillas “es para mí un alto honor recibir este reconocimiento a una vida entregada a la práctica y enseñanza del deporte, como una forma de servicio a la sociedad y en particular a los jóvenes. El deporte, entendido como una vocación de servicio, refleja los valores cristianos y permite depositar en el surco de la vida, la simiente de la solidaridad”.

Base Sobral

      Â Zoni fue uno de los fundadores de la Base Sobral, en la década del 60. A su edad, es poseedor de una gran vitalidad y un generoso espíritu de solidaridad, ya que está preparando un nuevo envío de víveres en apoyo a los argentinos que están en el Pilcomayo,  junto a los matacos. Recuerda que en su infancia tuvo dos sueños: “conocer China y la Antártida Argentina. Pude visitar ese país y luego tras leer una gran cantidad de libros geográficos y sobre historia, me enteré de las primeras expediciones a la Antártida,  de la vida de Admunsen, el primero en pisar el Polo Sur y también leí sobre el inglés Scott”...   Relata “fui seleccionado para ir a la Antártida, antes, hice una campaña, en la Base Esperanza, en 1960, haciendo un periodo de adaptación. En los primeros tiempos, había trineos tirados por perros, los que fueron reemplazados por tractores motorizados y helicópteros”. Cuando describe a la Antártida, Zoni dice “otro mundo, distinto, pero uno logra acotumbrarse; allí nunca se pisa la tierra, sólo hay rocas negras, cuenta con una gran reserva de minerales”. “Alli existe el plancton y un marisco muy pequeño, el krill, con el que se alimentan las ballenas, los lobos marinos y las focas”.
      Acerca de la Base Sobral, señala “soy co-fundador de la Base Sobral; allí perdí dos dedos del pie derecho, que se congelaron y tuve que amputarlos, por el frío reinante, que llegó a los cincuenta grados bajo cero”.

El Chañi

      Acerca de su relación con Guillermo Poma y con el Chañi, Zoni, recuerda “con el andinista jujeño Guillermo Poma, también logramos llegar a la cumbre del Chañi, el 28 de junio de 1953”. Y continúa “Con 6.200 metros de altura, fue escalado por la expedición dirigida por el teniente Francisco Ibañez (Jefe de la expedición Presidente Perón a los montes Himalaya), que integraban los alpinistas italianos ing. Ghiuglione y Brigatti, la señora Beatriz Im Obersteg de Ibañez, Fernando Grajales, el jujeño Guillermo Arnaldo Poma y Pedro Segundo Zoni”.
      El 28 de junio, Poma y Zoni alcanzaron la cumbre que Poma había vencido un mes atrás, al igual que en otras 6 oportunidades en que logró llegar a la cima, constituyendo todo un récord del andinismo mundial. Se debe agregar que de las cinco ascensiones que Poma realizó al Aconcagua, dos llegó con éxito a la cumbre y las tres restantes, no lo pudo lograr, por distintos motivos de solidaridad y de factores climáticos, mal tiempo y viento blanco. También Poma realizó ascensiones al Nevado del Castillo (2); Volcán Llullaillaco (3); Cerro Incahuasi; Ojos del Salado (2); Cerro Nevado del Cachi o Libertador (2).
      El 29 de junio, en un nuevo intento, Ibañez y Grajales, por una ruta desconocida, intentan llegar a la cumbre, virgen aún del Chañi, y pese al “mal de la montaña”, la puna, por su energía física estos dos andinistas, con su temple, su tesón y una técnica depurada, consiguieron alcanzar la cumbre el 29 de junio de 1953, a las 16 horas.
Poma, no olvida que el andinista teniente Ibañez sufrió congelamiento en las dos piernas cuando ascendió a uno de los cerros del Himalaya, de más de 7000 metros de altura. Tuvieron que amputarle las dos piernas y cuando estaba en Nepal, internado, por el cambio brusco de temperatura, sufrió una pulmonía, que le provocó la muerte. Antes, mientras escalaba, tuvo conocimiento de que había nacido su único hijo, Guillermo.
      La rigurosidad del clima, por ser en junio,  ubican a esta ascensión, entre las más dignas de admirarse, no sólo en Argentina, sino entre el montañismo de todo el mundo, como lo señala, la periodista Anita Severino.(O.M.d’O).