Gimnasia arrancó el torneo de la B Nacional como uno de los principales candidatos al ascenso, aunque esa chapa no le vino muy bien a la hora de sumar puntos. Los resultados en las primeras fechas sólo fueron empates y recién en la quinta, el equipo dirigido por Arzubialde pudo ganar. El maleficio que lo había acompañado en las últimas fechas del Clausura de Primera de AFA, le seguía haciendo sombra en la B. El equipo no ganaba y contra San Martín de Tucumán había que obtener la victoria como fuera.
      Héctor Arzubialde, discípulo de Francisco Ferraro, tenía que demostrar que a veces el alumno supera al maestro y así fue, Gimnasia venció 2 a 1 a los tucumanos y sin demasiado barullo se acomodó en el medio de la tabla.
      A Gimnasia le costó sumar de entrada y parece que lo que viene también será difícil, sin embargo el Lobo tiene jugadores que pueden llevar adelante el juego propuesto por Arzubialde. Será cuestión que el técnico sepa elegir a los hombres capacitados para la titularidad, y ahí comienzan los problemas. La gente quiere a uno y el técnico pone a otro, el hincha pide goles pero el que está adelante no los convierte y sin embargo el entrenador, duro y terco, muere con la suya.
      No es que el equipo juegue mal, contra Unión no mereció perder, ante Aldosivi jugó un triste partido y empató, aunque con Tiro Federal pudo haber mejorado, los muchachos se quedaron con otro empate. El mejor partido de Gimnasia fue ante Quilmes, pero la falta de definición y ambición casi le cuesta caro, sin duda ese juego debió quedar para el Lobo, pero el entrenador del equipo no leyó bien el partido y prefirió quedarse aunque fuera con un punto.
      Después llegó San Martín de Tucumán y parece que ese era el momento de ganar. Los muchachos jujeños perdían 1 a 0 en el 23 de Agosto y los murmullos en el Estadio eran cada vez más fuertes, si no ganaba el Lobo ¿qué pasaría con el técnico?. Sin embargo Gimnasia venció a San Martín, aunque no le sobró nada, en este partido apareció también lo que el hincha pedía “hay que poner un poquito más de h…” , porque si no se puede ganar jugando bien en este torneo hay que ganar como sea y más cuando el equipo venía de una racha en contra de ocho partidos sin ganar en su casa.
Si analizamos los partidos que hasta ahora jugó este nuevo Gimnasia de la B, Arzubialde que fue un buen defensor en sus tiempos de jugador, armó el equipo de atrás hacia delante y eso se nota más allá de que la defensa, que a veces juega con tres y otras con cuatro en el fondo, tenga algunos sobresaltos, sobretodo vía aérea, pero hay una gran diferencia con esa línea de fondo de la primera, en la que nadie daba seguridad. El arquero Carlos  De Georgi hizo méritos para defender la titularidad que le brindó Arzubialde; es alto, sale seguro en los centros y tiene buenos reflejos. Los que habitualmente están atrás no desentonaron salvo algunas pelotas cruzadas que inquietaron ante Unión y Aldosivi, pero se observa una línea de fondo con expriencia para la categoría en la que están jugando.
Hasta hace unas fechas el equipo jujeño era una cosa del medio para atrás y otra del medio hacia delante. Es decir todo funcionaba bien hasta llegar al medio, pero después las ideas no surgían y a pesar del despliegue de la dupla Iuvale, Ramasco o Barrionuevo, la línea media no encontraba en los carrileros Gil y Castillo y en el enganche Luna, la salida clara hacia los delanteros. Ese problema se solucionó desde el juego ante Quilmes y se multiplicaron las opciones de gol, que hace tiempo no generaba Gimnasia, incluso en primera división.
      El equipo ha mejorado pero eso no quiere decir que sea candidato, y es mejor que así sea, venir de la “A” no significa que haya que subir de inmediato y más cuando el plantel no se ha reforzado con jugadores demasiados reconocidos, aunque eso tampoco garantiza nada. Gimnasia debe recuperar la chapa de candidato en el campo de juego, demostrándolo en cada partido y ante rivales duros que también intentarán volver, pero no de la boca para afuera.
      El entrenador Héctor Arzubialde que no es de poner excusas dice que el equipo ya debería haber aparecido y que él no cree en esos técnicos que dicen que el equipo debe conocerse y jugar bien después de varias fechas. Sin embargo en el plantel hay jugadores que ordenan el juego dentro de la cancha, Juan Avendaño se ha convertido en el organizador de la defensa, Iuvale y Ramasco, siguen mandando en el medio y en el ataque se perfila para titular inamovible Emanuel Fernández Francou, quien me hace recordar mucho a Marcelo Trimarchi, las busca y  pelea a todas, hace goles y es oportuno. Gimnasia necesitaba algunos jugadores como éste, que se besen la camiseta cuando hacen un gol, ese fue uno de los principales motivos por el que Gimnasia se fue a la B, la falta de jugadores jujeños o de la zona que sientan el amor por la camiseta o mínimamente compromiso con los colores que se defienden.
      Este plantel tiene varios jujeños, aunque no lo suficiente para poner en el equipo titular, salvo Arraya y Gil o algún que otro suplente como Ortega y Gutiérrez que casi nunca ingresan. Sin embargo no se nota desinterés en los jugadores que llegaron, mucho menos en el cuerpo técnico que siente a Gimnasia como su casa. Muchos esperamos un gol de Gil, Arraya y hasta el mismo Ramasco, que no es jujeño, pero lo disimula muy bien. La historia recién comienza y la inclusión de jugadores que dejen todo en la cancha, capturará de nuevo al hincha que reclama protagonismo en la tabla, todos sabemos que cuando el equipo está arriba y hace una buena campaña, el público acompaña. También en la B Nacional, los resultados mandan y a Gimnasia le falta meter dos o tres triunfos seguidos para tomar confianza; mi opinion es que el triunfo ante los tucumanos abrió el camino, el equipo no se animaba a ganar, cuestión que también responsabiliza al entrenador por sus cambios tácticos que no son demasiado acertados. En el partido ante San Martín no apareció el fútbol, pero encontraron los goles y después los defendieron a muerte, lucharon cada pelota, hubo actitud, la que hace tiempo no se vaía en el 23 de Agosto y eso al hincha también le gusta, aunque el equipo termine sufriendo hasta el final. Claro que habrá que tener en cuenta que el hincha también quiere ver goleadas y si se puede un juego ordenado y agradable para los ojos de los seguidores y ahí está la cuestión, los resultados atraen, pero algo de fútbol tenemos que ver. Ahora la pregunta es, con los jugadores que llegaron esta temporada,
      Gimnasia podrá intentar jugar al fútbol, la respuesta es sí, no tiene demasiadas variantes pero puede hacerlo. Jorge Luna es el enganche al parecer intocable y cada vez que aparece o cambia de ritmo, sorprende, es un jugador habilidoso y tiene un remate potente con el que ya ha convertido en la red rival. De Luna depende el juego de Gimnasia y en menor medida de los volantes carrileros Germán Castillo y Esteban Gil, dos jugadores con experiencias. Los goles estarán en los botines del resistido Juan Arraya quien debería darse cuenta que tiene que ser protagonista en este torneo, sino cuando. Otro de los que puede llenarles las bocas de gol a los hinchas es Fernández Francou, jugador luchados y batallador. Hay jugadores para pelear el ascenso, la cuestión es aprovecharlos y eso depende del técnico que hasta ahora tiene hilo en el carretel, porque la historia recién comienza. La suma de puntos será fundamental, pero de local hay que ganar como sea, porque el torneo es largo y al término de la competencia dos serán los equipos que asciendan directamente al fútbol mayor de AFA. Gimnasia está de nuevo en camino, será cuestión de ir despacio pero seguro, sin tanta chapa y con más puntos a favor, los que al final serán fundamentales para volver a jugar contra Boca y River.