Si bien el torneo recién se inicia, Talleres de Perico no demostró en la cancha todo lo que insinuó con la numerosa llegada de refuerzos para encarar el certamen del que pretende ser protagonista. Es cierto que cada técnico tiene su librito y cuenta con un grupo de jugadores agendados que esperan ser llamados en cada ocasión, pero en esta oportunidad a Raúl Amarilla se le fue la mano. Todos los que juegan en el equipo titular, salvo Javier Juárez, Cano o Torrico, son los que trajo él. Quedaron atrás los jugadores como Colchar y Castillo, quienes le pusieron el hombro al duro momento del descenso en el torneo anterior, esos mismos jugadores como Estrada, González o los que llegaron a través de la Comisión Directiva como Márquez, Daniel Juárez o Martinengo no tienen hasta ahora un lugar entres los titulares. Es llamativo que el técnico Amarilla sea criticado en las primeras fechas y hasta insultado desenfrenadamente por los hinchas.
      No se puede creer que Amarilla haya provocado tanta furia en los hinchas periqueños que estallaron de bronca en la segunda fecha, después de perder el clásico ante Central Norte de Salta. Sin embargo como el campeonato recién comienza hay que esperar, pero los refuerzos que llegaron no son menos que los jugadores que le hicieron el aguante al club en las peores épocas. Nombres rutilantes y otros no tanto, son por ahora, los que han tenido una oportunidad para ser titulares en Talleres. Bejarano, Hermosilla; Ríos, Liendro, Sotelo, Ibáñez; Godoy y Agüero, son los soldados que trajo el técnico Amarilla, y todos ellos son titulares. A estos hay que agregarle a Suárez, Giménez, entre otros que tampoco demostraron demasiado. En el clásico ante Central Norte no hubo actitud por parte de estos jugadores y eso el público lo notó, por eso se vienen cambios y si el técnico no lo hace repetirá su primera etapa en el Expreso, en la que no le fue bien y debió dar un pasado al costado.
El plantel es numeroso y el recambio depende del entrenador que por ahora no parece reconocer sus limitaciones, las que le están costando caro. No hay peor cosa para un hincha que perder un clásico, más cuando se juega de local y si la Comisión Directiva a la que le reconocen que asumió en un club sin rumbo queda pegada, también ellos serán cuestionados. Los dirigentes se fijaron como objetivo un único propósito, retornar al Argentino “A”, pero así es muy difícil, si hasta el propio presidente José Luis Benedetto se agarraba la cabeza durante el clásico que se jugó en el 23 de Agosto para darle trascendencia al partido. No parece ser muy promisorio el camino de Talleres de la mano de Amarilla, nombre con el que muchos se sorprendieron cuando fue anunciado como técnico del Expreso, hasta algunos se preguntaron “sigue dirigiendo Amarilla”.    En cuanto a lo dirigencial, Talleres no tiene todo perdido, la institución sigue funcionando, gracias a una Comisión Directiva reorganizada y una comisión de apoyo que mensualmente aporta un dinero para el pago de sueldo a los jugadores y el cuerpo técnico, porque si dependerían de las recaudaciones, el club tendría que jugar con los juveniles de las inferiores.
      Quiero decir que lamentablemente como pasa en la mayoría de las canchas jujeñas, el público le está dando la espalda al fútbol local. Será culpa de los resultados, de los veteranos, profesionales o del ahora fútbol de primera televisado para todos. El Presidente de la Liga Jujeña de Fútbol, Hugo Manzur, reconoció en varios medios que con el fútbol gratis, se moría la actividad del interior.
      Consultado sobre las expectativas del torneo, el presidente de Talleres José Luis Benedetto, admitió que el fútbol del interior cada vez está más difícil, aunque rescató que intentarán volver al Argentino “A” cuanto antes, pero para eso deberán mejorar los resultados. Hasta ahora el comienzo de Talleres no fue auspicioso, aunque en el partido ante Concepción la suerte no apareció y no jugó mal, pero el juego colectivo frente a Central Norte no apareció, ni siquiera hubo una llegada clara. Hasta el momento es un equipo que no sabe a qué juega, abusa del pelotazo y no es claro en su táctica.  El público se fue muy enojado con el técnico, presintiendo algo peor, encima ante Central Norte los sacaron de su cancha porque el Plinio Zabala no tiene seguridad, decisión festejada en todo momento por los hinchas salteños.
      Los dirigentes deberán abrir los ojos, todavía falta bastante, pero ya muchos empiezan a pensar que Raúl Amarilla no es técnico para Talleres. Mientras tanto los suplentes o los que ni siquiera están en el banco esperan una oportunidad, Héctor Gómez; Cristian Jara, Fabián Fernández, Jorge Estrada, Sergio Castillo, Pablo Anachuri; Patricio Colchar, Flavio Marquez, Emilio Romero, Ramiro Palacios, Daniel Juárez, Rubén González, Fabricio Méndez y Adrián Martinengo son los jugadores que también quieren ser protagonistas.
      Después del clásico los jugadores opinaron que Talleres tiene jugadores de experiencia para salir de este mal momento, pero coincidieron que no les queda otra que dejar atrás la derrota y pensar  en los próximos partidos. Todos coincidieron que pueden demostrar que están para más y que depende de ellos dar vuelta la historia. Por su parte el técnico Raúl Amarilla, al salir del vestuario y con tono de fastidio manifestó “fue un partido impensado donde algunos jugadores estuvieron desconocidos y no acorde al compromiso”, parece que está de moda que los técnicos les reclamen a sus jugadores  a través de los medios la falta de actitud. Lo bueno es que Amarilla reconoció preocupado que había llegado el momento de hacer cambios y de conversar con los jugadores, aunque no solo ellos se equivocaron, el técnico en los cambios también. Alerta Expreso, hasta ahora el equipo está perdido y sin rumbo, es tiempo de cambiar cuanto antes, pero cuando no se encuentra la salida, otra vía puede ser la opción. La responsabilidad del técnico de producir cambios es fundamental, en lo táctico o en nombres, sólo deben recuperar el rumbo perdido, que no encuentran desde el doloroso descenso del Argentino “A”.