âHoy los compañeros se desesperan por un poco de mercaderÃaâ âNo hay ideas, no hay polÃtica. Sólo bolsones y planesâ
“Cuando empezamos con la construcción a nivel nacional de las organizaciones de desocupados, creíamos fundamentalmente que debían ser independientes, para que pudieran revertir la historia, como fueron las organizaciones sociales en Bolivia, en Venezuela, como están siendo en Ecuador” dijo Carlos “Perro” Santillán en una entrevista en La U Radio Universidad, en la que opinó sobre los muchos aspectos de la crisis argentina, desde las “variantes del campo” hasta el deterioro social que hace que “los compañeros de desesperen por un bolsón de mercadería”.
-Si bien en las grandes ciudades hay mucho más empleo en blanco, en Jujuy sabemos que el crecimiento de la ocupación no es nada significativoo. Aproximadamente la mitad de la población está en un nivel de pobreza jodido. Las asociaciones, ongs, etc., no contienen a más de 20.000 personas. ¿Qué va a pasar con todo esto? ¿Cómo lo ves vos?
-Nuestra oficina, en Derechos Humanos de la Municipalidad, es un pequeño termómetro. No tenemos apoyo de nadie. El único que nos compró una computadora es León Gieco. Las necesidades han ido subiendo en los últimos tiempos. No podemos dar ningún tipo de respuesta a lo que estamos viendo como un importante crecimiento de la pobreza. Creo yo que las estadísticas y todo lo que se dice a nivel nación y provincia, nada tienen que ver con la realidad.
-Cuando hablo de números, me refiero a los de distintas universidades, FUNJUDES, etc.
-Ahí es más sincera la cuestión. Creo que más del 50% de la población está en la pobreza. Sin hablar de la miseria ni de los que están ya sin nada. Los salarios son bajos o muy bajos. O el trabajo en negro, que el mismo estado jujeño no ha sabido solucionar. Incluso, cuando era presidente Kirchner, he llegado a plantear lo que pasa con los planes sociales porque con 150 pesos prestan servicio en la administración pública como si fueran trabajadores en blanco. Realmente en los últimos tiempos con la inflación que hay, con que no subieron los subsidios por desocupación, la pobreza es desesperante. Además, estamos viviendo la cultura del bolsón, entonces, esos bolsones de mercadería para algunas familias, han pasado a ser oro en polvo. Realmente la gente se desespera por un bolsón. Es lamentable que de arriba no se vea. Ahora, respecto a las organizaciones sociales, quiero decir que en determinado momento, han contenido la crisis y han servido. Pero al entrar en un sistema totalmente clientelista, algunas dependen absolutamente del estado: trabajando directamente para el gobierno; otras, que son muy críticas, también dependen de los planes sociales, de los bolsones de mercadería, de las viviendas que construyen. En un momento cubrieron las necesidades de la gente ahí donde el estado había estado y está ausente todavía; pero ahora forman parte del sistema clientelista.
-Pregunta un oyente si abandonaste la lucha social.
-No. Vos sabés que no. Hoy en día la gente sabe lo que ve por televisión y cuando uno desaparece de los medios parece que no existiera. Realmente, lo único que he hecho es cambiar del sindicalismo a los derechos humanos y de ahí a una organización como la Tupaj Katari, que es nueva y en la que estamos tratando de trabajar con los chicos y con los jóvenes, crear de nuevo la cultura del trabajo, creemos en la autogestión; en aquello que se produce y que permite combatir la dependencia. Es un proyecto totalmente nuevo. Algunas manifestaciones tenemos, inclusive, en el último tiempo hemos tenido una represión gravísima por ir a pedir que se les renueven los cargos a los capacitadores. No salir por los medios no significa haber abandonado la lucha: sigo en Jujuy, en los Galpones recuperados, sigo estando en Derechos Humanos, creyendo en un cambio.
-¿A qué adjudicás la selectividad que tienen el gobierno nacional y el provincial para ejercer la represión?
-Hay algunos que trabajan directamente con el gobierno, y otros que siempre hemos sido una molestia para los distintos gobiernos porque les señalamos las necesidades que tienen los compañeros. Creo sinceramente que hay organizaciones sociales que si bien son críticas a la vez dependen del gobierno, entonces están limitadas. Un ejemplo, cuando estaba en el SEOM, que era un gremio de los más combativos de Argentina, les decía a los compañerosque dependíamos del estado. Y al no tener independencia económica, el estado te descuenta por planilla, te da la plata cuando quiere. Y aparte de reprimirnos, nos ahogaban financieramente. No pagaban a los comercios, y nosotros teníamos que salir a explicar por qué se les debía. O cortaba el cable de los compañeros y el gobierno decía que nosotros no pagábamos cuando eran ellos los que no depositaban el dinero. El sistema clientelista, que ha separado tanto las aguas en el campo popular, ha llegado al extremo de que hasta las represiones sean selectivas. Igual que lo que te dan.
-En esta democracia, el país ha cambiado para peor en cuanto a la calidad de vida de la gente. Y sin embargo se ven agrupaciones a partir de las cuales se va generando trabajo genuino, poco, si hablamos de la cantidad de desocupados, empleados en negro o semi ocupados, pero trabajo concreto, donde hay un respeto por la dignidad del otro. Mientras que hay sectores que no, el propio estado a veces genera un tipo de trabajo indigno. O la gente que cobra 150 pesos y que no trabaja. Para vos ¿hacia dónde va este caos social?
-Cuando empezamos con la construcción a nivel nacional de las organizaciones de desocupados, creíamos fundamentalmente que iban a ser independientes, que iban a poder revertir la historia, como fueron las organizaciones sociales en Bolivia, en Venezuela, como están siendo en Ecuador, que han pasando incluso a un campo de acción político y que han podido llevar gente como Evo Morales o como Chávez a estar gobernando un país. Pensábamos que iban a ser un producto de cambio en la Argentina. Creo que las clases dominantes, con la experiencia que tiene la derecha, han trabajado primero para la cooptación de determinados grupos, con los que en algún momento estuvimos luchando juntos; después trabajaron con los críticos; para nosotros la acción social tiene que ser universal, sino es clientelista y a los que pensábamos así no nos dieron nada. No nos han dado nada más que 150 capacitadores para 700 chicos, que atendemos en los Galpones. Hemos pedido más para poder tener un comedor, pero no. Los capacitadores ponen plata para una copa de leche. Realmente venimos levantando desde hace tiempo la acción social universal, como era en el peronismo de Eva: las casas las tiene que hacer el estado, vengan las organizaciones sociales y digan cuánto tienen, pero el estado reparte las casas en nombre de la gente. Que el estado sea el que reparte los subsidios para desocupación. Al gobierno le conviene la acción social selectiva porque así tiene los junta votos que en los actos les meten 10 mil personas.
-Volvemos al clientelismo.
-Los distintos gobiernos que fueron pasando primero se repartía la administración pública, los cargos, que sigue pasando. Y votaban a los otros, como hacen los intendentes a veces. Se ha perdido la mística del político genuino que convencía que trabajaba en la discusión con los compañeros, no sólo en propuestas sino también ideológicamente. Se ha homogeneizado tanto la sociedad…Tiene que ver con la crisis en la educación, con la crisis económica, y fundamentalmente con la crisis moral que tenemos. Hoy llegás a una asamblea y los compañeros están esperando que les digas lo que hay que hacer y cuándo les vas a dar el bolsón.
-¿Cómo ves la llamada “crisis del campo”?
-Junto con la gente de la Corriente del Pueblo, con la del Hotel Bauen, con el frente Popular Darío Santillán y la de Praxis (intelectuales de izquierda), hemos publicado a nivel nacional un documento “Otro camino para superar la crisis”, donde señalamos principalmente que los que se beneficiaron con el modelo neoliberal, sean del campo, los peajes de Macri, la minería, la pesca y demás tienen que aportar para que se haga una redistribución en serio. Y no esto de que salió la presidenta a decir que se van a construir hospitales y escuelas. En ese documento propusimos sacar el IVA de todos los productos alimentarios y de los remedios, para garantizar la soberanía alimentaria. Esto sería redistribución para muchísimos argentinos que pagan el IVA y viven en extrema pobreza.
-Hay dirigentes como Aldo Neri (radical) o como Mario Cafiero (peronista), que opinan lo mismo. Es una cosa de sentido común.
-Sin embargo no hemos tenido eco de ningún tipo. Por otro lado, vemos que con el campo, y el tema de las retenciones y la protesta, han quedado al margen aquellos que nunca han tenido ni representación ni políticas para desarrollo, como las economías familiares en el campo, los pequeños y medianos que han visto cómo avanzaban los pooles sojeros en la frontera de Jujuy y Salta, y cómo pasaban las topadoras sobre las tierras de los pueblos originarios: aquellos a los que agrupa el MOCASE en sus distintas vías, el MOCAJU en Jujuy, o comunidades como Cuchillaco en la Quebrada, realmente esas economías no estaban contempladas y mucho menos las representa la Sociedad Rural, ni la CRA ni nadie. A los peones, de los que nadie habló, los mandaban los patrones a cortar las rutas. Trabajadores que están super explotados y trabajan en negro. Detrás del conflicto se montó lo más recalcitrante de la derecha argentina. Se podía ver a un represor denunciado, al lado de De Angeli en un estrado para hablar, en Mendoza. Toda la derecha como Narváez, Macri y otros han encontrado el espacio de sustento en la Sociedad Rural y la Federación Agraria, ha tenido que hacerle el caldo gordo por sus propios intereses. También hay que decir que una parte de la izquierda salió a apoyar esto y en vez de criticar al gobierno deberían haber salido a exigirle que ordenara la confusión. Vemos que la media luna argentina (Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, La Pampa) nuevamente cobra vida por lo que está sucediendo en Latinoamérica, las oligarquías empiezan a presionar para volver al poder.
-Desde hace tiempo lo que ansío es que vuelva la política, lo que se acabó es la política.
-Tenés razón, coincidimos en eso. Hay abandono: el hacer políticas, el discutirlas, ha quedado totalmente al margen. Las masas se han homogeneizado, los compañeros ya no tienen la posibilidad de encontrar espacios de discusión; los discursos de los políticos son de una pobreza lamentable. El ideológico es de hace mucho tiempo. A los del gobierno hace diez años que no se les cae una idea. Quiero decir que el gobierno de Kirchner alentó la sojización y ahora se le dio vuelta la cosa.
-¿Qué hace la Tupaj Katari?
-Trabajamos con 700 chicos en distintas áreas de capacitación: en lo cultural, lo productivo. No solamente trabajamos en apoyo escolar, también en teatro, circo, títeres, música, que incluso han producido que haya algunos grupos que están saliendo como La Galponera; con actividades que tienen que ver la matemática, la física. También están los talleres de electricidad, carpintería, entre otros, que hemos implementado en un principio con un voluntariado muy grande. Es un orgullo que los profesores de música sean artistas reconocidos de Jujuy, como el Gordo Juan, los chicos de La yugular, como Damián o el Mula. Además, hay gente que colabora con nosotros como el Negro Fontova, Rali Barrionuevo, León Greco, La Mancha de Rolando, Los Inti Huayra; un conjunto de Barcelona, que algunos de ellos vinieron con Manu Chao, visitaron los Galpones, y desde allá pasan la gorra y nos mandan algo. Además, tenemos panadería, se están haciendo masitas, productos que se salen a vender.
-¿Cómo llegaron esos chicos?
-Hemos hecho una campaña de volantes en los barrios. También al estar la agrupación Avelino Bazán en los barrios, que está dentro del movimiento Tupaj Katari. Con los niños vienen los padres.
-¿Por qué no pueden tener un comedor?
-Porque no nos dan la plata. Dicen que está a la firma de la ministra Domínguez. El comedor funcionaría también en los Galpones. De hecho está funcionando: los chicos buscan leña en el río y ahí se prepara el chocolate. Tenemos una copa de leche que la mantenemos nosotros. Somos pocos, pero vamos sumando más. Tratamos de no ser homogéneos, hacemos talleres de discusión política e ideológica respecto de la realidad. Cada vez tenemos más jóvenes. Por otro lado, el gobierno tiene que hacerse cargo de algunas cosas, por ejemplo, queremos que den respuesta acerca de proyectos productivos que tenemos en el ministerio de Desarrollo Social, porque a partir de ahí podemos discutir la independencia y la autogestión.
-Si a vos te llamara el gobernador Barrionuevo y te dijera 'hagamos algo para crear trabajo genuino con la gente y los proyectos que ustedes tienen”, ¿irías?-Solicitamos audiencia dos o tres veces a Barrionuevo. Nunca nos atendió. Incluso pedimos, junto a otras organizaciones que nos recibiera en el marco de la concertación, pero tampoco tuvimos respuesta. Incluso ahora ni siquiera el ministro de Gobierno nos recibe. Pedimos hablar con él varias veces. (Laura Barberis/Ariadna Tabera).