Antes de que se realizara la última consulta a los docentes acerca de la nueva Ley, la ministra de Educación, María Eugenia Bernal, diputada nacional electa, estuvo en Contra Tres (Radio Universidad), hablando de la vocación docente, la violencia social y cómo se evidencia en la escuela, los padres y sus roles, la autoridad. Y, agárrese de la silla, también habló de las horas de capacitación para los diputados.

-Desde mitad de año venimos hablando, toda la comunidad, del problema de la falta de clases sea por la gripe A o por los paros. ¿Los núcleos de aprendizaje prioritarios son suficientes como estrategia para que los alumnos el año que viene tengan las herramientas que necesitan?
-Voy a ser muy sincera, son muy útiles, pero tenemos dos años: éste, con algunas acciones y que hay que continuarlas el año que viene. Es cierto que nada es suficiente acá. Es un problema además no sólo por el tema de la gripe A y de todos los recesos,  sino que esto atraviesa toda la trayectoria escolar de un chico y lo que está pasando en los últimos años con el sistema educativo. Siempre digo que es cierto que también hay que mejorar la carrera docente, la formación, volver a recuperar la voluntad de ser docente, pero también es cierto que la sociedad tiene un nivel de conflictividad muy grande y la escuela no puede terminar de construir lo que la sociedad destruye, a veces día a día. Para dar un ejemplo, podemos decir que vamos a tener el mejor programa contra la violencia, pero qué podemos hacer en la escuela si el chico sale de la casa y todo lo que vive –de alguna manera entre la relación peatón-conductor, la falta de conducta, los que ocupan espacios públicos, etc.- todo es mensaje violento. La escuela ha quedado relegada a una tarea difícil, muchas veces la sociedad pone sobre sus espaldas el deseo de que los chicos lean mejor, sean menos violentos, de que definan una construcción ciudadana determinada, pero la verdad es que la escuela no puede sola. No solamente en este contexto (gripe A, etc.) se tomaron medidas, se hizo lo mejor que se pudo, y hay que continuarlo hasta fin de año. En el Anuario Escolar, volví a recomendar que el próximo año se repliquen algunas decisiones de este año, por ejemplo, los actos de forma 1, es decir, tomar unos minutos antes de ir a clase y no ocupar la mayor parte del día para el acto y sus preparativos. Esto permite aprovechar muchísimo tiempo institucional.

-Cuando éramos chicos íbamos al acto el día en que caía la fecha, incluso, domingos.
-Por cuestiones ajenas a la escuela, turismo, etc., esto se modificó y los actos se realizan el día anterior. Hay otra cosa, para mí las jornadas institucionales, las tres anuales y las otras que se realizan por situaciones que hay que trabajar en la escuela y se suspenden las clases, hay que revisarlas. Tenemos que utilizar los sábados, o hacerlo en contraturno, y así tenemos un día más de clase. Si uno suma todas las cuestiones que hacen a la vida institucional -no quiero decir que estén mal, pero no en este contexto en que no se puede tener la flexilibilidad que se tiene en otros momentos- vamos a tener dos años de trabajo para mejorar un poco las estrategias de este año.

-Hablando de estrategias para evitar conflictos, en el tema laboral ¿hacia adónde hay que apuntar?
-Lo primero es la estabilidad laboral, en lo que estamos trabajando, porque si el docente siente que no tiene estabilidad, que tiene que cambiar de institución permanentemente, esto da un parámetro respecto de la seguridad sobre la cual uno puede sentarse a trabajar gremialmente e institucionalmente. Lo segundo es que pienso que nos hace falta encontrarnos con algo que nos vuelva a encantar con el hacer docencia y ser docentes porque no creo que sea un tema de capacitación. La gente normalmente espera que una ministra responda que lo prioritario es la capacitación, pero más cursos y más capacitación no son la solución. Cuando hay un contexto difícil, esa capacitación tampoco se ve. Durante los últimos años, por diversas causas desde necesidad hasta obligación, los docentes han hecho muchas capacitaciones pero a la hora  de la práctica en el aula la escuela está atravesada por otros problemas, entonces, la clave no está sólo en la capacitación. Creo que hay una cuestión que tiene que ver con la elección que se hace, con trabajar otra dimensión, profundamente humanística, que tiene que ver con la construcción de ciudadanía: recuperar valores en la escuela como el valor de la vida del otro y trabajar a partir de ahí.

-¿Qué pasa con el rol de los padres, es confuso?
-Acá todavía se manejan las situaciones de agresividad, pero en grandes núcleos urbanos el docente está totalmente expuesto a la agresión de los padres. Se ha detectado que los docentes empiezan a demostrar temor de entrar al aula por la violencia, y esto es uno de los problemas que están fuera de la escuela. Las últimas generaciones han tenido padres, de acuerdo a las investigaciones, que son muy culposos, lo que sienten es que han fallado, que tienen un vacío como padres y depositan el ideal en el maestro, una transferencia. Al no cumplirlo el maestro, se produce la agresión. Hay un tema mucho más grave, la desintegración fuerte que hay del compromiso familiar en la formación de los hijos. La familia es la primera formadora. La escuela continúa sobre los carriles de la familia: el chico viene con algunas pautas mínimas de respeto, hábitos de conducta, pero esto se ha ido perdiendo. Y la institución tiene que, además, hacer de familia. Y los docentes, de padres. Y lo digo con todo respeto: es cierto que hay fallas en la calidad de la formación de los docentes, a veces no hemos podido desde el estado responder a una serie de necesidades que tenían las instituciones de formación docente, pero también es muy cierto que desde afuera hubo un cambio social tan importante que ha hecho que la escuela tenga que resolver cuestiones que antes eran del ámbito de la familia. No podemos cambiar lo que está pasando socialmente, la escuela va a tener que trabajar junto con los docentes y los alumnos esta conciliación con algunos valores clave para vivir en sociedad. No estoy hablando de falsa moralina, sino del respeto por el valor de la vida, el cuerpo, por los otros, el saludo, las normas de convivencia, el cuidado del medioambiente, reglas en la relación peatón-conductor. Son algunas de las cuestiones. Por otra parte, hay temas que antes eran difíciles de abordar y que hoy no, como el embarazo adolescente. Uno lo ve de una manera traumática, y si habla con los chicos, no lo viven igual. Y eso que tienen información. La sociedad cambió y la escuela tiene que adaptarse a esos cambios y retomar cuestiones, casi diría de la mística docente, que es lo que nos puede salvar.

-¿Todo esto está contemplado en la letra de la nueva Ley de Educación?
-Más que en la ley va a estar en una actitud cultural que se va a trabajar desde la formación docente, que de a poco se van retomando cuestiones para los formadores de formadores y ahí va a haber un núcleo importante de trabajo de transformación cultural.

-Cuando habla de retomar la mística, aparece la idea de la vocación. Y actualmente, no se sabe si quienes  estudian para docentes verdaderamente sienten el llamado o si lo hacen por buscar una salida laboral.
-Esto hace muchos años que se plantea. Hace mucho se hizo una encuesta importante para ver por qué se elegía una carrera docente, y es la primera que hubo en las distintas localidades, de fácil acceso, el costo no era tan alto y el tiempo era corto. Por eso cuando digo que el gran tema de la modificación cultural empieza por ahí, porque ya la carrera tiene más años de estudio. A la vez en las distintas localidades hay más ofertas de estudios universitarios y eso va a ir generando un equilibrio natural. Pero hasta ahora, en los últimos 15 años, la elección de carreras docentes se ha dado porque muchas veces esa población que quería educarse no podía llegar a la universidad por determinadas causas. Recuerden que el Nivel Superior por no tener establecimientos propios funciona de noche, entonces, la gente puede trabajar durante el día. Y no es que una cosa condicione la otra, se dio así en estos tiempos. La gente eligió no por vocación sino porque era la oferta educativa que tenía. Ahora, mucha gente que eligió así los profesorados después se encuentra con otra realidad y decide apropiarse de ese “deber de vocación” porque transitando la carrera descubre que le interesa y lo vive de otra manera. Pero si tuviera que dar un número de los que eligen por vocación la docencia, te diría que es un 20 %.

-Desde donde plantea Ud. esto, ¿la Provincia prevé –dentro de la mejora de la formación de formadores- la construcción de edificios propios para los terciarios?
-Sí, y recién cuando le demos esa entidad y autoridad desde lo espacial, va a cambiar. En esto venimos peleando mucho y Nación nos ayuda muchísimo. Hemos tratado de llegar a un acuerdo para poder iniciar obras para el Nivel Superior, que son mucho más costosas, con mucha más rapidez, porque hasta ahora en el programa “Más escuelas” era tanta la necesidad que se focalizó en las construcciones de infraestructura educativa. Y, nosotros particularmente pedimos que nos liberen de esa restricción, que necesitamos construir un IFD por año. Y se va a dar así, aunque no va a ser fácil. Tenemos varias en carpeta. La otra cuestión es que vamos a trabajar con el INFOD a nivel Nación por el tema de más años para la carrera docente, más años productivos, que nos lleven a una práctica productiva, que el docente pueda entrar a una escuela antes de que comience a trabajar. Creo que hay un 50% de la formación que tiene que ver con la praxis diaria, con el conocer la escuela. Uno se encontró muchas veces que cuando termina la carrera el docente se topa con una realidad absolutamente diferente.

-Un oyente: ¿Por qué la ministra no hizo una depuración de la Planta Docente y de los usos y abusos de Regímenes Especiales?
-Más bien esto viene de reclamos gremiales, y hablan de horas de capacitación laboral, porque creen que se toma presupuesto correspondiente a horas de Nivel Medio y Superior y nada que ver. Es un régimen diferente y laboralmente es distinto. Las horas de capacitación no disminuyen las horas de Media; es otro presupuesto. Esta defensa que hace la parte gremial de las horas de capacitación no corresponde porque se trabaja de otra manera.

-Hay mucha crítica respecto de cómo se usan políticamente esas horas de capacitación, de la repartija entre diputados, funcionarios, etc. Siempre hay mucho ruido con este tema.
-Sí, hay mucho ruido.Y es difícil depurar porque a veces pueden pagar justos por pecadores. Y así como hay mucho ruido, también hay talleres libres que se sostienen con estas horas y son excelentes. Creo que cuando se pueda hacer un blanqueo de todo esto… es contrapropuesta de una política educativa que se dará con la ley nueva, que retome el tema de lo no formal y de los Regímenes Especiales para trabajarlo en una política educativa conforme a la nueva ley. Mientras tanto tenemos un marco regulado, con sentidos y objetivos puestos con otra ley. Es cierto que hay ruido y es cierto que piden muchísimos diputados los cargos estos, pero también es cierto que muchas veces se ha dado respuesta a cuestiones que la Ley de Emergencia no nos permite. Por ejemplo, muchas veces utilizamos las horas de capacitación para personal de servicio de las escuelas, porteros, bedeles y hasta bibliotecarios, porque la Ley de Presupuesto no impide cubrir esos cargos. O cuando se produce una vacante, no podemos cubrir el cargo inmediatamente.

-¿Hay una tradición respecto a que si se muere una persona que desempeña tareas en este sentido es reemplazada por algún hijo?
-Sí, sin embargo no se puede hacer por la Ley de Emergencia, y se han tomado medidas para el control de los gastos de la administración pública y no se pueden tomar disposiciones de este tipo. Las horas de capacitación se ocupan frente a alguna situación que no se puede resolver por la Ley de Emergencia y en otros casos, hay algunas cuestiones que socialmente no pueden ser resueltas por otro régimen laboral y por eso hemos acompañado con horas de capacitación. Y la verdad es que en algunos casos –no en todos- fueron muy bien otorgadas, ayudando a comedores, instituciones barriales y vecinales, que hacen tareas de contención y que de otra manera no se podría haber hecho.

-¿Se viene el concurso para directores de Media?
-Sí, y es el equipo técnico que sistematizó la ley quien lo lleva adelante. Es un concurso que no se hizo en la provincia y estamos detrás de retomar la cultura evaluativa, que es importante y que va a mejorar la autoestima de los directores. Se va a reconocer la historia que tiene cada director, porque hay algunos que no han tenido oportunidad de rendir, y es un concurso diferenciado por antigüedad y características. Además, están trabajando con los gremios de Media en la grilla de concepto profesional, que es muy interesante porque hay algo que se da tradicionalmente, con formatos clásicos, y se quiere actualizar un poco, para poder evaluar al docente. Hasta ahora se evaluaba asistencia, permanencia en la escuela, su organicidad con la institución, el respeto por la institución. Ahora se quiere sumar otras cuestiones que incluyen la capacitación del docente y la capacidad de resolver conflictos frente al aula, la contención a los alumnos.

- Ley de Educación de la Provincia ¿en qué se diferencia de la nacional?
-No nos podemos apartar de la ley nacional, es el marco, pero a partir de eso se constituyen cuestiones distintas. Hicimos un ejercicio previo con un decreto que traía las direcciones de nivel, que pasan a constituirse en una figura institucional que va a marcar una política pedagógica y la novedad de la ley es que pone a la delegación regional en términos más técnicos de administración, que hasta ahora era técnica y política, de definición de políticas. Va a incorporar figuras de supervisión, de carrera, para trabajar con los directores de nivel. Hay una figura muy interesante, la del supervisor regional, que hasta ahora es uno por región. Normalmente, los que llegaban eran los supervisores de primaria porque concursaban para directores y supervisores. Ahora la ley abre el juego para tener supervisores regionales de nivel Secundario. Está bueno porque genera el acompañamiento técnico de carrera por región. Así se podrá trabajar, por ejemplo, un esquema administrativo que defina las altas del personal menos burocráticamente y lograr cobrar antes.

-Educación es un ministerio muy burocrático.
-Comparto y quiero resolver este tema y muchas veces me siento impotente. Es una cadena larga, que comienza en una escuela y si el director no está muy entrenado, se puede demorar tres meses en esa primera parte. Es algo que hay que cambiar, una lógica de flujo de expedientes que puede ser más eficiente y que necesita recursos, tenemos que confiar más en la tecnología.

-Volviendo a la Ley, qué aporte se destaca de los pueblos orginarios.
-No quiero decir mucho porque el COAJ va a hacer un anuncio pronto, pero va a haber una mesa de consenso para trabajar el tema de multiculturalidad, empezar a definir en algunos lugares el tema del bilingüismo, trabajar con los idóneos para capacitarlos. Las comunidades pidieron retomar el aprendizaje de las lenguas originarias, que en algunos casos estaba perdido. En muchos casos, en el seno familiar se perdió el uso de estas lenguas. Esta ley permitió retomar estos temas. El ministerio ha organizado un área, de a poco, para a partir de la ley, sentarnos a tratar otros temas. Por otro lado, habrá tecnicaturas superiores que se dediquen a estos temas, por ejemplo, el desarrollo de comunidades aborígenes y el anuncio del COAJ tiene que ver con esto, es una carrera única en Latinoamérica.

-La ley se demoró bastante.
-A mí me importa que tenga consenso y al gobernador también. Si se necesita más tiempo, los docentes seguirán leyéndola, porque dedicaron dos semanas de trabajo y no la terminaron. A pesar de que ya se les había consultado, pidieron volver a verla y se les otorgó esa posibilidad. El apuro no es mío, yo no escribí la ley. Que la corrijan y la vuelvan a corregir, está fantástico, porque no es un tema, son voces diferentes, y cuantos más se expresen, mejor.

-A mediados de septiembre se produjeron cambios en la dirección de Administración y Finanzas.
-Creo que los tiempos de política y de institución hay que respetarlos, voy a dejar el cargo en diciembre, entonces, la organización que me había planteado desde que asumí la voy a dejar establecida para el nuevo ministro o ministra pero forma parte de una reorganización interna, no hay ningún tema más personal o menos. Necesito retomar esta cuestión organizativa. Sí he sido muy cuestionada en el último tiempo por el alquiler de una casa.

-Sobre calle Alvear, muy bonita.