Ariadna Tabera

      La Escuela Itinerante Arte Rodante estuvo en Jujuy, desplegando una serie de actividades para docentes de Artes del NOA, llegaron desde Catamarca, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, y Jujuy, para trabajar durante cuatro extensas jornadas en talleres de Investigación Teatral, Acrobacia, Danza Contemporánea, Cine y Video Documental, Historieta, Fotografía Contemporánea, Artes Plásticas, Hacer Canciones, Música y Medios, Tango, Literatura, Circo (Trapecio), Clown, Títeres, Historia del Arte, con actividades en el Centro Polivalente de Artes y la Escuela Provincial de Danzas Norma Fontenla.
      Mientras la reforma de la Constitución seguía sus vaivenes y la Legislatura estaba al rojo vivo, entre Fredy Morales, Fado Zamar, Marcelo Betinoti y las dos barras; mientras se posponía la audiencia pública por el tema de los boliches, mientras las peores jornadas de bombardeos, muerte y destrucción golpeaban Medio Oriente, más de 1000 docentes experimentaban en Arte Rodante, ofreciendo sus cuerpos y sus mentes para moldear cambios, para conmoverse y conmover, porque la creatividad y la ebullición estaban en el aire. Esta nota tiene tres patas: una formal, una en el aire y una teórica; entrevistamos a Silvia Storino, coordinadora del Área de Desarrollo Profesional Docente, del ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, área que co-organiza capacitaciones con lineamiento nacional en acuerdo con las provincias; a Gustavo Silva, trapecista, y a Ana Lía Gabrieloni, investigadora y docente especialista en Historia del Arte.

LA PATA FORMAL

Capacitación: un derecho

(Entrevista a Silvia Storino)

-¿Cuál es la concepción de capacitación que sustenta este proyecto de Arte Rodante?
-La capacitación en el país tiene una tradición de unas cuatro décadas, es un momento en el que el Estado empieza a ver que es importante promover procesos de formación continua en los docentes. Sin embargo, no ha sido igualitaria ni en términos geográficos en el país ni en cuanto a los sectores docentes a los que ha llegado. En ese sentido, tradicionalmente, las oportunidades de capacitación llegaban a los niveles más masivos del sistema: docentes primarios, y ciertas áreas o ciertos saberes quedaron relegados. El arte es uno de ellos. Desde Educación se entiende que la educación artística ocupa un lugar sumamente importante en el desarrollo de las personas y de la cultura del país, y en tal sentido, valoriza el trabajo de cada uno de los docentes que trabaja en el arte y que desarrolla educación en y por el arte con todos los alumnos. Desde esta perspectiva se organizaron diferentes líneas de trabajo para abarcar territorialmente al país y provocar una propuesta de formación que convocara a docentes de diferentes provincias en una tarea común. En este caso, la escuela tiene el nombre de Arte Rodante, en principio porque es una capacitación intensiva que hoy se produce en el norte, luego será en Cuyo. La idea es que vaya exactamente “rodando” por las diferentes regiones, partiendo de que la capacitación es un derecho, rescatando los saberes que cada docente pone en juego cada día con sus alumnos, rescatando su experiencia, la riqueza cultural y artística que es mucha, tan variada como sus climas y geografías. Es una buena oportunidad para poner en contacto a los profesores de disciplinas artísticas con personalidades y artistas que tienen vastas y largas trayectorias en sus propias disciplinas.

-¿En qué noción de arte se basa Arte Rodante?
-Básicamente, la idea de Arte Rodante es poder provocar un encuentro entre artistas y profesionales de distintas disciplinas. Acá hay una idea de arte muy amplia, se recuperan las artes más clásicas y se recuperan aquellos lenguajes artísticos que hoy están más cercanos a los jóvenes y a los niños, por eso tenemos desde Cine, Malabares, Trapecio, hasta Historia del Arte, Danza o Plástica. Hoy el arte es un buen puente de conexión con las nuevas generaciones, cuando sabemos que para la educación existen ciertas fracturas generacionales fuertes que el arte puede ayudar a superar. Esta capacitación está formada básicamente por una propuesta de talleres, que los profesores pudieron elegir. Son profesores de todo el NOA, de institutos terciarios y escuelas medias. Se desarrolla durante toda la semana, y la idea, además, es que durante este tiempo, se produzcan muestras de los talleristas, aquellos que vienen a dialogar con los docentes para que puedan mostrar su producción, y una muestra de la propia producción en los talleres, en el mejor sentido de la palabra taller, recuperada tanto desde el arte como desde la pedagogía, es decir el lugar donde se amasa, se dialoga, se produce, se intercambia.

-¿Cuál es el objetivo fundamental?
-Es una experiencia muy intensa. Nuestros kilómetros anteriores nos demuestran que lo que genera el arte y el encuentro humano es sumamente potente, y aspiramos a que la escuela sea un puntapié para pensar nuevas de enseñar el arte, nuevas maneras de conectar a los pibes con la producción artística, que tienen y que muchas veces desde las generaciones adultas no es cabalmente comprendido. Además, para volver a darle a la enseñanza artística, en el currículum, su lugar. Porque también sabemos que durante mucho tiempo la tradición escolar operó en el sentido de abandonar, relegar, subordinar, tanto el arte como el cuerpo a las disciplinas más clásicas.

- ¿En qué parte del sistema impacta? ¿Hay otras propuestas itinerantes de capacitación?
-Arte Rodante está intencionalmente dirigida hacia los docentes de la enseñanza artística, suponiendo y apostando a que es un buen lugar para después provocar un cambio hacia el interior de los demás niveles. No obstante, en otros tipos de capacitación que hacemos en otros niveles educativos también incorporamos docentes de otras áreas, pero no son específicamente de arte. Sí tenemos una Escuela Itinerante de Música, parecida a esta en cuanto a su organización con talleres, conferencias y muestras, sólo que básicamente se centra en la disciplina musical y allí intervienen específicamente profesores de enseñanza media.

-¿Cómo eligen a los docentes de los talleres?, porque es muy significativo ver gente con una excelente formación, y seguramente sería muy difícil para un docente de cualquier provincia acceder a una instancia de formación con profesionales con este tipo de perfil.
-Sí, esa es la idea. Esta Escuela de Arte Rodante tiene una mano fuerte en su organización que es Claudio Espector, que es un brillante músico, y que además hace una apuesta fuerte a entender que la cultura es un derecho de todos. En su vasta trayectoria musical apuesta a una formación musical fuerte en las zonas más pobres del país. Claudio tiene fuerte experiencia en la formación de orquestas en las villas de la Ciudad de Buenos Aires. Junto a otro colega como Estanislao Antelo, con mucho conocimiento en el terreno del arte, se convoca a talleristas que en sus propias disciplinas han mostrado ser sobresalientes. Sabemos que los profesores a veces no tienen la oportunidad, por las distancias, por las desigualdades de las que hablábamos al principio, porque Argentina es desigual también en la capacitación. Y el Estado debe poder cumplir con su función de darles la oportunidad a todos, no importa en qué escuela o instituto terciario del país se desarrolle, para que pueda estar en contacto con estos colegas de mucha trayectoria. Vienen con mucho entusiasmo, no necesariamente están acostumbrados a este tipo de experiencias. Las viven con mucha emoción y conmoción se llevan unas pilas impresionantes. El país cuando se encuentra, se encuentra en serio. Y la verdad es que para nosotros también es una gratificación personal saber que la producción es mucha y muy seria en todos lados. Los talleristas resaltan esto siempre: el nivel, el compromiso de los docentes, las ganas de seguir adelante, las ganas de producir, y, básicamente recuperar también la producción cultural propia de cada región.

-Después de que pasa Arte Rodante por esta región, ¿se evalúa su impacto? ¿es una tarea que realiza la Nación o la Provincia?
-Nosotros tenemos una evaluación propia del Encuentro, es más cada encuentro se evalúa con un instrumento propio de monitoreo, diseñado especialmente. En general siempre es voluntario, pero tiene un alto nivel de contestación y de compromiso. Es una encuesta bastante larga y detallada sobre cada aspecto de la propia escuela. Y les subrayamos mucho a los profes que para nosotros es muy importante que puedan decirnos cómo vieron la tarea, los aspectos positivos, qué le critican y por qué. Porque los sentidos de la capacitación se construyen con los profesores, no hay manera de hacer capacitación sin tener una oreja muy fuerte puesta en lo que los docentes dicen. El compromiso con el que nos devuelven esas encuestas, la minusiosidad y la discriminación en cada ítem, nos muestra a nosotros que la escuela ya tiene un alto impacto personal. Decimos que la capacitación tiene dos caminos: uno es seguro, promover procesos de reflexión sobre la enseñanza en las escuelas, pero también en principio y hasta de una manera muy simple, es una experiencia personal, y los que trabajan en arte lo saben muy bien. El hecho de estar una semana juntos, para muchos en una provincia que no es la propia, dejando su cotidianidad, haciendo un paréntesis a los problemas, a la familia, con lo bueno y con lo costoso que eso significa, subjetivamente tiene un impacto muy fuerte. Y eso lo hemos recuperado y lo recuperamos cada vez que hacemos una escuela. Sabemos que es un impacto que dura mucho tiempo, que provoca un aumento en la confianza, en las ganas de hacer, de abrir nuevos panoramas y horizontes. Lo que viene después, el momento de cómo esto se traslada a las escuelas, nosotros lo recogemos más a través de los gobiernos provinciales y es muy variado. También tiene que ver con las decisiones que va tomando cada ministerio, en algunos casos se sigue con otras capacitaciones, en otros casos, los docentes autogestivamente deciden seguir trabajando, quedan en contacto con los talleristas. Es decir, los caminos por los cuales sigue rodando Arte Rodante son muy diversos, pero lo que sí sabemos, porque lo palpamos y cualquiera que transita por la escuela lo ve, es que es una experiencia que nunca se olvida, que los docentes esperan que vuelva a repetirse, que apuestan a que tenga continuidad, y esa continuidad por la diversidad territorial y por un esfuerzo más compartido queda más en manos de las provincias.

OCASIÓN PARA
EL FESTEJO
      Quisiera hacer público el agradecimiento a todo el equipo de Educación, porque organizar un encuentro regional es un gran esfuerzo; organizarlo con el ministerio de Educación de la Nación, cuya sede está en Buenos Aires, significa muchísimo esfuerzo de los equipos que trabajan desde aquí, muchas ganas, mucha alegría puesta en el trabajo, tanto por parte del equipo de la Provincia como del de Nación. Uno siempre apuesta a que el sistema tenga maneras de gestionarse más allá del esfuerzo personal, pero también sabemos que hoy en la Argentina hay mucho puesto en el nombre propio: en Juan, en Estela, en Mario, en Claudio … en cada uno que le pone tres horas más de trabajo a cada día, que no llegó a llevar a sus hijos a la escuela para estar más temprano en el trabajo; para los compañeros colegas de Jujuy que trabajaron hasta altas horas para que estuvieran los materiales.
      Esta escuela es atípica en cuanto a los materiales que requiere, no es común tener que proveerse de telas, trapecios, pelotas especiales, hay que moverse mucho. Y el esfuerzo está en correspondencia con la esperanza que uno pone en la formación y en las ganas que tiene de poder generar un lugar interesante, grato, placentero. Para nosotros es muy importante que los docentes encuentren un lugar cálido, que sientan el buen trato y el reconocimiento, porque no valen las palabras. De poco serviría que el ministerio dijera ‘nos interesa el arte, los profesores, las escuelas’ y no lo pusiera en acto. Y el acto es en cada detalle, desde el café caliente, la comida, desde que es una capacitación absolutamente gratuita, donde los profesores tiene cubierta la hotelería, la comida, los viajes, buscando los mejores lugares dentro de lo que siempre podemos, con las equivocaciones que siempre tenemos, que son muchas. Es ahí donde se ve demuestra la esperanza y la alegría que uno tiene de encontrarse en una escuela, porque una escuela siempre genera alegría. El arte es un lugar para la alegría, y juntar escuela y arte nos pareció una ocasión para el festejo.