La película Una estrella y dos cafés del cineasta Alberto Lecchi, fue convertida en eje de una acción de la Secretaría de Educación de la Provincia, que movilizó 270 alumnos de los Centros de Actividades Juveniles (CAJ) para que conozcan el filme -dados sus valores culturales y educativos-, participen de la experiencia de dialogar con el director y los actores y luego, desarrollen actividades recreativas e instancias de debate sobre temas como el cine, la difusión cultural y la participación juvenil.

      El filme -que cuenta la historia de una adolescente de Purmamarca enamorada de un arquitecto de Buenos Aires que llega al pueblo- fue declarado de Interés Educativo por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación y presentado en Jujuy ante estudiantes de toda la provincia que integran los CAJ, espacios de participación artística, deportiva, cultural y comunitaria de los estudiantes de escuelas públicas de nivel medio.
      Realizada en el Cine Teatro Alfa a sala completa, con la presencia de la secretaria de Educación de la Nación, Alejandra Birgin y la secretaria provincial, Teresa Jure, la avant premiere de Una estrella y dos cafés reunió a los jóvenes con los protagonistas de la película, Gastón Pauls y la adolescente purmamarqueña Marina Vilte; el director Alberto Lecchi y casi todo el elenco de actores de Jujuy, la mayoría de ellos chicos, que participaron del rodaje.
      Durante la presentación, Lecchi destacó que Purmamarca -a través del filme- será conocida en todo el mundo, mientras que Pauls agradeció a ese pueblo “que durante un mes y medio nos cobijó, nos soportó y nos dio parte de su paz. A toda la gente de Purmamarca -subrayó- quiero agradecerle habernos permitido contar esta historia”. Lo más interesante de la experiencia vino después de la proyección de la película, cuando los jóvenes espectadores, actores y director participaron de un intercambio de impresiones sobre la historia y los entretelones del rodaje.
      â€œEn Buenos Aires, todo el mundo me preguntaba si eran actores y yo a todo el mundo le decía que sí, que no trabajo con gente que no sea de la profesión. Detesto eso; creo que el trabajo de un director es agarrar un actor y hacerlo actuar de ese personaje y que vos te lo creas. El caso de Marina, dirán que no es actriz, pero ella había hecho cursos de teatro en el colegio y entonces tenía una experiencia y todos ellos son actores; que no vivan de la actuación porque en Jujuy debe ser muy difícil, es otra cosa, pero son actores. Lo que quiero decir es que para actuar hay que estudiar de verdad. Y para mí fue un orgullo muy grande que me preguntaran eso porque eso quería decir que todos estaban bien y que mi trabajo también estaba bien al estar detrás de ellos y lograr que la abuela dijera que se lave el pelo con coca y aceite y ustedes lo creyeran. De eso se trata”, comentó Lecchi.
      Gastón Pauls confesó “Cuando vi la película estaba en un festival, en otro lugar del mundo, y lloré mucho, me emocionó mucho lo que habíamos hecho, y me siento muy orgulloso de ser parte de este equipo. Lo vuelvo a decir: cuando venía a filmar la película estaba muy entusiasmado porque sabía que iba a trabajar con actores a los que no conocía y hubiese deseado hacer muchas escenas más todavía con ellos”.
      Marina Vilte, que con sus 13 años encarnó a Estela en la película, confió que “esta historia me ayudó a dar un paso a la adolescencia. Me agarró justamente en esa época que le pasó a Estela, de jugar al fútbol, de jugar con sus amigos, de tener otro tipo de vida y a pasar a la adolescencia. La película muestra una transición a la adolescencia y a las chicas creo que eso es lo que más les va a interesar porque es algo que nos llega al corazón de otra manera”.
      La secretaria de Educación de la Nación, Alejandra Birgin, consideró que Una estrella y dos cafés es un filme que debe verse y pensarse, “plantea el tema del diálogo cultural en una sociedad como la nuestra, donde a veces es difícil encontrarnos entre distintas generaciones, entre los jóvenes, entre los alumnos... La verdad que la posibilidad de encontrarnos entre distintos y la posibilidad de enriquecernos es una de las cosas más fuertes que tiene la película. Estar participando de este hecho cultural –añadió- tiene que ver con un modo que pensamos lo educativo. Lo educativo no es sólo lo que pasa en la escuela. Cuando ustedes van a los CAJ o participan de los núcleos lectores, en todos esos casos lo que estamos pensando es un modo más abierto de trabajar lo educativo, entendiéndolo como la trasmisión de la cultura y lo que los grandes le pasemos a los jóvenes -la cultura- no es sólo que ustedes conozcan aquello que otros más grandes produjeron, sino también que tengan las herramientas para ser ustedes mismos críticos de aquello que ven y productores”.

OPINAN LOS
JÓVENES
      En una segunda jornada -realizada al día siguiente del estreno- con el encuentro de 600 estudiantes de los CAJ, se analizó la experiencia vivida en torno a la película. “Para nosotros es un privilegio poder ver un estreno. Es sorprendente cómo se desenvolvió Marina Vilte en la película, que nos pareció muy buena; tendría que haber una segunda parte, porque la historia no está terminada”, coincidieron alumnos de la Escuela Normal de Tilcara, de la Escuela Agrotécnica de Perico y de la Escuela de Comercio de Perico.
      En cuanto a la instancia de intercambio con los protagonistas y el director, un estudiante de la Escuela Agrotécnica de Perico reflexionó: “me pareció interesante porque nos daba la oportunidad de preguntar sobre cómo se hacen las cosas detrás del “escenario”, qué sentían al hacer la película, cuál fue la inspiración del director; más allá de que algunos se animaron a preguntar y otros no, porque además había muchísima gente y ellos se pusieron las pilas para responder”.
      Chicas del Bachillerato N° 9 de El Talar, Secundario N° 5 de Palpalá, de la Escuela de Comercio N°1 de San Salvador, Comercial “José Ingenieros” de San Pedro rescataron en primer lugar la oportunidad de conocer a Gastón Pauls en persona. “La película -opinaron- nos pareció muy linda, porque además muestra la belleza de Jujuy”.
      â€œMe pareció que Marina estuvo muy bien; me gustó porque me dejó que hay que ser bueno y no hay que tener vergüenza y ser uno mismo, como el personaje de Marina”, opinó una alumna del Colegio Éxodo Jujeño de San Salvador de Jujuy. Y un estudiante de Pampa Blanca sintetizó con su respuesta el sentimiento que dejó flotando Una estrella y dos cafés: “la película estuvo muy buena, y después pude aprender mucho más con la charla. Lo que me dejó como mensaje es que hay que valorar a las personas por lo que ellas son”.

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