René Cortez
En pleno mundial de básquet y habiendo vivido la posibilidad de festejar un nuevo tÃtulo, los jujeños estamos como siempre. Los mismos nombres de jugadores y dirigentes, las mismas canchas, los mismos torneos, la misma realidad. A pesar de los grandes avances del básquet argentino a través de la Liga Nacional y con la participación de muchos jugadores de nuestro paÃs en clubes extranjeros, el baloncesto del Norte no avanza en Jujuy. En este sentido es palabra autorizada el ex entrenador de Atenas de Córdoba, Pablo Coleffi, que visitó recientemente nuestra provincia. El técnico dice que a la problemática hay que atacarla rompiendo viejas estructuras, ya que no se ve un trabajo organizado ni planificado, por lo tanto no surgen jugadores, entrenadores ni dirigentes nuevos.
Desde hace años en Jujuy se juega el mismo torneo y con una escasa cantidad de equipos. No se puede creer que un torneo de barrios tenga más jugadores que el verdadero campeonato oficial organizado por la Asociación. En realidad en Jujuy hay muy poca actividad, aquà se juegan 20 partidos al año, en otras provincias más de 100. Y que no digan que es por la cantidad de habitantes; el problema pasa porque los actuales dirigentes están muy cómodos en el lugar que ocupan desde hace muchos años.               Â
Esos mismos dirigentes dicen descaradamente que el básquet de Jujuy está progresando; mi pregunta es ¿cuál es el crecimiento? Parece que jugar un torneo regional durante dos meses, con equipos del Norte que recién se inician. Si ese es el crecimiento del que hablan estamos fritos, porque en otras provincias a las que sà les interesa el básquet juegan el torneo regional con juveniles y no como lo hacemos en Jujuy, donde los entrenadores convocan a los jugadores de siempre. Pero atención, no tienen la culpa los Vaquera, Ramos, Tarifa y compañÃa. Al contrario el básquet deberÃa agradecerle a estos muchachos que son los que siempre ponen la cara, jueguen en el equipo que jueguen, roten en el equipo que roten y se sacrifiquen en el equipo que se sacrifiquen. Los jugadores que aman este deporte y dejan de lado varias horas de su tiempo y su trabajo, no viven del básquet, entonces sólo le pueden dedicar a su equipo dos horas por dÃa. Pero qué pasa con los que tienen aptitudes para este deporte y les gustarÃa inscribirse en alguna institución, ¿cuántos son los que llegan a cumplir con su objetivo? muy pocos por cierto. Si hacemos una encuesta, la mayorÃa de los futuros players nos van a contestar âfui al club y no habÃa nadieâ, otro responderá âlo que pasa es que no tenemos un lugar en donde entrenarâ alguno dirá âyo entreno pero también quiero jugarâ y ahà está el problema, se juega muy poco.
La cuestión también viene desde mucho más arriba. En Jujuy tenemos una Federación de Básquet que se utiliza más para espectáculos musicales u otras actividades que para un verdadero torneo deportivo. ¿Acaso no serÃa bueno ver los torneos entre selecciones o clubes de distintas ciudades, que se reúnan todos los fines de semana en el estadio para jugar por una plaza a la difundida Liga C? ¿No estarÃa bien que en ese mismo escenario se organizara un torneo anual de básquet de divisiones inferiores, para que los jugadores desde chiquitos tuvieran incentivo y aprendieran a ser competitivos. Claro que estarÃa bien, nadie me va a negar que el Estadio de la Federación sólo se habilita cuando viene un grupo empresario o determinada organización que pueda pagar la luz, o correr con los gastos que demanda el mantenimiento del único lugar que se utiliza para todo, menos para jugar al básquet, salvo en raras ocasiones cuando ya no queda otra que utilizarlo.
¿Y los dirigentes dónde están? A ellos también hay que buscarlos con lupa, no se encuentran esos señores que trasladaban en su propio vehÃculo a los chicos a los clubes Castañeda, San MartÃn, Independiente o los que quiera recordar a modo de ejemplo. En este sentido podemos decir que los dirigentes también son los mismos y están cómodos, porque no reciben presión de otros que podrÃan ingresar a determinada asociación o federación.
Entonces los apellidos de siempre y que conocemos de memoria se instalan durante años en la silla y se siguen quedando con el protagonismo del que no deberÃan adueñarse, pero como dice la abuela âsi los dejan...â. Es más, esta nota podrÃa servir de ayuda para algunos representantes polÃticos en el tema de la Reforma Constitucional, ya que los muchachos del básquet estudiaron bien y saben mucho del tema. Si no hubiese sido asÃ, no se entenderÃa cómo una misma persona ocupa el lugar número uno del básquet provincial desde hace más de 10 años, lapso en el que sólo un club de la provincia por esfuerzo propio como lo fue Ciudad de Nieva, pudo llegar a representarnos a nivel nacional. De ahà en más, Jujuy no volvió a tener un representante en una Liga A o B, sà lo tuvieron los tucumanos, correntinos, cordobeses y otros equipos del paÃs. Tampoco se creció en infraestructura; la Federación es el único estadio que mÃnimamente puede ser utilizado para una competencia regional, las canchas de básquet están todas despintadas, con aros sin redes, sin tribunas y sin dirigentes que puedan pensar un poquito más allá de sus propios intereses.  Â
Es decir, que si es cierto que el básquet está creciendo en Jujuy, que lo demuestren, sino que nos digan la verdad, como por ejemplo que en la provincia somos bajitos, el básquet no es nuestro fuerte, somos malos dirigentes, no está en buenas manos, etc, etc. Si estas últimas frases son muy duras, que demuestren lo contrario y asà como en el fútbol tengamos algún equipo de Jujuy en primera.
No estamos hablando del béisbol, sino que nos referimos al segundo deporte del paÃs. Hace dos años fuimos oro olÃmpico en Atenas; en el anterior mundial sub campeones con óptimos resultados, con seis jugadores en la NBA, con más de trescientos jugadores en Europa y con una Liga Nacional muy fuerte gracias al visionario Najnudel, de la cual salieron los Ginóbili, Noción, Oberto, Hermán y demás, porque no salieron de las Federaciones o Confederaciones. Por todo esto, el básquet de Jujuy debe despertar, porque no caben dudas que puede ser un gigante dormido con mucho potencial. Nos estamos quedando afuera de la evolución del básquet, y no debe ser por cuestión de distancias ya que Comodoro Rivadavia está mucho más lejos de Capital Federal y sin embargo tiene un equipo en la Liga Nacional.
Pablo Coleffi dijo que Jujuy debe pelear con otras provincias y no entre jujeños o en un torneo de barrio, la plaza de Jujuy tiene que trascender a nivel nacional , afirmó. Estas palabras son muy ciertas pero de nada servirán si no se toma conciencia del nivel de básquet que tenemos. Si seguimos estancados es por culpa de los dirigentes atornillados al cargo y por los que siempre critican y nunca se animan a confrontar en serio. Es tiempo de cambiar, Coleffi mostró el camino, hay que empezar a recorrerlo.   Â
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