Detrás del cuarto en donde escribo,
del otro lado del rÃo,
todas las noches desaparece la montaña
y queda solamente un lugar pequeño
bajo los arbustos, bajo los cielos,
donde se acuesta a dormir
una niña perdida.
Y toda la noche se escucha
el murmullo del agua.
Las cosas ocurren:
tantos hombres solitarios
donde se acuesta a dormir una niña perdida.
Tantos hombres bajo esos cielos lejanos,
donde viene a morir todo lo que no existe.
Pablo Baca, Cuentos de la mujer y el solitario.
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