Historia Esencial de Peronismo completa una trilogía en la que Oscar Sbarra Mitre se adentra en las diversas etapas de construcción del movimiento peronista. Con FORJA. El destino es un camello ciego, bucea en los inicios del movimiento; con Memoria e identidad (Cultura y pensamiento), analiza la etapa de consolidación de la idiosincrasia colectiva. En Historia esencial de peronismo historiza sobre los valores que el peronismo incorporó a la política argentina. Lo que sigue es la presentación que Ariadna Tabera hizo del libro, recientemente, en el ámbito de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNJu.

      El estilo de Oscar Sbarra Mitre es inconfundible, su pertenencia indiscutible al peronismo y su amor están en cada página; su forma de escribir permite un diálogo con el lector, un demorarse en las ideas, que se intercala con la profusión de citas sobre los más variados temas, que también hablan de su amor por el conocimiento.
      Este libro no sólo acerca la posición de Sbarra Mitre sobre la axiología del peronismo, sino que también brinda herramientas para otras interpretaciones, ya que en el Apéndice del trabajo, se agregan una serie de documentos que abren esas posibilidades, desde la Constitución Argentina de 1949; la Constitución Política de la República Argentina de 1853 y sus reformas desde 1860 a 1898; Conferencia del presidente Perón en el primer Congreso Nacional de Filosofía; discurso del general perón en la Escuela Nacional de Guerra y declaración Universal de los Derechos Humanos.
Las fotografías que componen la portada del libro enmarcan su contenido. Las dos figuras centrales del movimiento -muy jóvenes y con actitud alegre pero digna- están intercaladas con imágenes del protagonismo del pueblo. La serie se inicia con una fotografía del entonces teniente Juan Domingo Perón, escribiendo en su despacho; continúa con la conmovedora imagen de la gente el 17 de octubre de 1945 en Plaza de Mayo, refrescándose en la fuente, como fondo la Casa Rosada; seguida de una foto de Eva Duarte y se cierra con una foto del 22 de agosto de 1951, en Avenida 9 de Julio, que muestra la tristeza del renunciamiento y el fervor del pueblo.
      En Historia esencial de peronismo el autor aborda el sistema de valores que el peronismo incorporó a la política argentina, valores que cimentaron la identidad nacional, y los contrasta con la realidad actual, en el contexto de la globalización (otro de los nombres del imperio), ante la necesidad de resistir a los cambios en el paradigma axiológico, pero no perder “el tren de la historia” es decir,  que nos sea posible incorporar a la globalización nuestros propios valores, esos que el peronismo introdujo irreversiblemente a la política argentina, y que comenzaron a desdibujarse 30 años atrás, cuando la cultura del trabajo y la producción, basada en la solidaridad y en la sensación de un futuro posible, en la equidad y la justicia, devino en un modelo de especulación, que promovió la corrupción, el éxito como un fin en sí mismo, la competencia contra el otro en lugar del trabajo con el otro.
Pero además, plantea como escenario de la incorporación de esos valores doctrinarios, de su implementación en la práctica, el protagonismo del pueblo en lo que para él constituye la edad de oro del peronismo, que comienza el 17 de octubre de 1945, cuando Perón le dijo sí al pueblo, y termina el 22 de agosto de 1951, cuando le dijo no al protagonismo de ese mismo pueblo, con el renunciamiento de Evita.
      El acompañamiento del pueblo, su participación, su lealtad, como expresión culminante de la solidaridad entre las masas y su conductor, fue lo que permitió que la utopía, la política, se transformara en realidad, en historia. Y a la vez, es en el peronismo donde los límites entre historia y leyenda, se enciman, porque para el autor, “el peronismo es una filosofía de vida, es más litúrgico que histórico, más espiritual que material, más legendario que político, su vigencia tiene que ver con sus principios, con lo permanente y lo trascendente”.