Cuando todos creíamos que Gimnasia había aprendido la lección y los hinchas soñaban con una campaña sin sobresaltos. Cuando la llegada de los refuerzos y la continuidad de los ídolos máximos hacían pensar en un equipo competitivo que pelearía el torneo en la mitad de la tabla. Cuando el propio técnico Omar Labruna destacaba que su plantel estaría entre los mejores siete del torneo. Cuando nombraban como refuerzos a jugadores de jerarquía internacional y las noticias decían que se quedaban Carranza, Desvaux, Ramasco, Gómez o Luna. Cuando todos esos pensamientos promovían a ser más fanáticos del Lobo que nunca, dos cachetazos letales despertaron del sueño a los sufridos simpatizantes y no les quedó otra que ubicarse en la realidad.
Otra vez Gimnasia de Jujuy arrancó el campeonato como la Cenicienta del torneo. Boca, sin Riquelme ni Palacio, demostró en su propia cancha porqué es uno de los candidatos a ganar el Apertura. Después de un primer tiempo dominado por el Lobo, con claras situaciones de gol que no fueron aprovechadas por Calandria, Carranza y Pieters, Ischia hizo dos cambios y llegaron los cuatro goles de jugadores con jerarquía como Palermo, quien se puso el equipo al hombro y se convirtió en el crack de Boca.
En la segunda parte Gimnasia no fue el mismo y chocó ante un “Xeneixe” avasallador que se encargó de gritar cuatro veces y hasta pudieron ser más si no hubiese sido por el “bueno” de Nereo, otra vez figura, igual que en el torneo anterior. Pero a pesar del resultado y que era previsible perder ante el candidato de siempre, nadie esperaba una goleada, aunque todavía era muy pronto para hablar de una catástrofe.
La gran sorpresa llegó cuando el equipo recibió otros cuatro goles en contra y encima con atención a domicilio. De esta goleada se encargó Colón, equipo que fue muy efectivo y vapuleó al Lobo que pasó por momentos de reacción pero una vez más los errores le costaron caro. Gimnasia llegó en varias oportunidades y hasta en los primeros minutos del primer tiempo y la mitad del segundo, contó con situaciones claras que no pudo concretar, para abrir el marcador y después igualarlo, sin embargo Colón que si convirtió a base de efectividad y espacios que el local le regaló, se quedó con el partido y con un merecido triunfo.
Llama la atención como Labruna descuidó el mediocampo de su equipo, dejando solo a Ramasco en la contención y quedándose con tres hombres atrás como lo hace habitualmente. Esa decisión del entrenador fue aprovechada por Boca y Colón que se adueñaron de la mitad de la cancha de manera increíble, con Ramasco amonestado en los dos partidos y una molestia en los gemelos.
Esa es la primera señal a la que el entrenador debe prestarle atención; no hay dudas que por ese sector comienzan los problemas del equipo y repercute en una defensa con tres hombres que no son tiempistas y tienen la puerta abierta para el que quiera pasar, salvo algunas negativas de Nereo que siempre paga los platos rotos. Los equipos del fútbol argentinos dirimen sus fuerzas en el mediocampo y es muy difícil que los delanteros rivales le lleguen tan claro y cómodo como le pasó a Gimnasia en estos primeros partidos. Pero los resultados están puestos y ocho goles en contra en dos fechas, no es un hecho para dejar pasar.
Ese es el fútbol, todo bien hasta hace dos meses cuando Gimnasia se quedaba en primera y todo mal ahora y aunque es bueno que hayan llegado refuerzos, los que deberían jugar de entrada son los que formaron parte del equipo anterior, caso Mateo, Luna o Arraya. Esto no quiere decir que Gimnasia compró mal, sólo falta que los refuerzos se adapten al juego de Labruna y a sus nuevos compañeros; si hasta hace pocos días en la calle sólo se escuchaba decir qué bien se reforzó el equipo.
Hoy los resultados no acompañan, pero la reacción tiene que llegar cuanto antes, porque nadie quiere pasar lo del campeonato anterior ni sufrir hasta el final para quedarse en primera. Eso si, Gimnasia debe comenzar a sumar cuánto antes, principalmente de local. Los hinchas esperan.
Los refuerzos.
Gastón Pezzutti - arquero.
Ariel Franco - defensor-volante
Sebastián Rocco - defensor.
Juan Ignacio Lapietra - defensor
Ariel Montenegro - volante
David Ramirez - volante
Claudio Fileppi - volante
Fernando Federico -volante
Pablo Calandria - delantero
Mauricio Ferradas - delantero.
Se fueron y volvieron
Nereo Fernández - arquero
Gabriel Loeschbor - defensor
Diego Mateo - volante
Walter Busse - volante
A la cancha
La dirigencia de Gimnasia espera recapturar al hincha y convencerlo que tiene que ir a la cancha para acompañar al equipo. Es por eso que en los partidos de local y hasta la quinta fecha habrá sorteos destinados a los simpatizantes que vayan a la cancha. La televización de los partidos incide en la llegada del público a la cancha y Gimnasia comenzó a sentir que es necesario recaudar más. Llegaron jugadores de trayectoria y se quedaron hombres fundamentales, que aumentaron el presupuesto de un club saneado, pero que ahora tendrá algunos desacoples en su economía.
Por eso los hinchas deben acompañar en las buenas y en las malas, renegando, opinando y disfrutando, pero pagando la entrada.
