Laura Barberis
Hace pocos dÃas, como parte de la agenda de la Feria del Libro del Autor al Lector, los medios nacionales reflejaban que el historiador Tulio HalperÃn Donghi decÃa en una disertación que âen la sociedad argentina se acabaron los ciclos de ilusión y desencantoâ y agregaba, palabras más palabras menos, que Kirchner hace revisionismo, pero en una sola dirección, y que si otros sectores polÃticos y sociales también lo hicieran, quizás se propiciarÃa en la mente colectiva argentina, un cambio de rumbo profundo que podrÃa permitir potenciarnos con más estabilidad y permanencia.
Â
Claro, enseguida pensé en Jujuy y la multiplicidad de cosas: solidaridad, mezquindades, falencias, altruÃsmo y todo lo que vimos en los dÃas que se rompió el acueducto y la comunidad reaccionó mostrando como funcionamos en y ante una contingencia tan fuerte, tan grave. Hasta ahÃ, no hubo sorpresas, por lo menos para mÃ, sabemos que somos buenos y malos, egoÃstas y generosos, eficientes e inútiles, o sea que somos como todos, en cualquier parte del mundo.
Sà me dejaron atónita buena parte de las conductas polÃticas de los unos y los otros y sobre todo de aquellos que nunca se sabe bien dónde están, pero que siempre ocupan ambiguos espacios de poder que son un fin en si mismo y de los que raras veces se van por las buenas. Bah, en realidad es raro que se vayan. Se pusieron al rojo vivo internas miserables; se vio tipos (y tipas), manejarse con la velocidad de las aves de rapiña para aprovechar la coyuntura (de una gravedad social quizás nunca visa en Jujuy) y sacar réditos en la lucha por los espacios actuales y futuros y cuando digo âespaciosâ quiero abarcar varias cosas: manejo de cargos, manejo de dinero, manejo de punteros, manejo de organizaciones, manejos de los peores.
Me acordaba de aquellos personajes de GarcÃa Márquez, tan desencontrados en sus realidades, que uno estaba pintando artesanÃas un jueves a las 10 de la mañana, mientras el otro, al mismo tiempo, se acostaba a dormir porque era martes a las 12 de la noche.
La gente, mucha gente, estaba sin agua; el acueducto se rompÃa una y otra y otra vez; y mientras tanto habÃa que organizar una efectiva distribución de agua para más de cien mil personas; prever epidemias; interrumpir las clases, etc. y, sin embargo, el sector de âlos que te jediâ de la UCR y el PJ se ocupaban de rosquear, pegar, tejer y, en fin, cuanta acción se les ocurriera para llevar agua (¡perdón!) para su molino, que si algo tiene es que no es ni será de viento, sino de estiércol. La falta de sutileza de sus cometidos es tan absoluta y son tan rudimentarios e impunes sus movimientos que a los demás se nos paraliza el pensamiento; desde hace varios años nos cuesta entender lo que está pasando y, a favor de la lentitud de reacción que se nos instaló, fueron ganando âespaciosâ, compartidos por supuesto.
Quizás algún lector piense: âuh, siempre los mismos temasâ pero la verdad es que, al igual que mucha otra gente, sobre todo otros sectores de funcionarios, legisladores y dirigentes de la UCR y el PJ, no puedo dejar de preguntarme como es que âlos que te jediâ lograron encaramarse y crecer en los andamiajes del poder visible y del invisible, sin tener votos, sin tener estructuras polÃticas propias, sin tener siquiera la inteligencia de hacer las cosas con un poco más de disimulo; un poco nos engañaron con esa sinergia de llorones y chupamedias, con esas caritas de âme maltratan todo el tiempoâ que a uno hasta le da pena. No digo que no trabajen y tengan permanencia en los lugares que se supieron conseguir, al contrario, están siempre, no vaya a ser que en un descuido alguien atraviese el muro que supieron construir. Ah, quiero rectificarme, ya no me dan pena, pero si me la daban, por que a veces parecÃan tan indefensos. Con esto del acueducto terminé de entender cómo venÃa la mano, cómo funcionan y cómo han hecho que la polÃtica se convierta en la provincia en algo tan confuso y desconcertante, sobre todo por como se desaprovecha la mayorÃa de las posibilidades de crecimiento y recuperación, con la negación sistemática de todo lo que la polÃtica fue..
Encima tienen buen cuidado, de frente o con artimañas, de estar todo el dÃa murmurando en el oÃdo, por ejemplo de Fellner, cosas como que del vice gobernador incluido para abajo todos, pero todos, en la estructura del peronismo, le serruchan el piso, no lo quieren, son traidores, sobre todo aquellos que tienen alguna historia en el PJ, ¡o que han leÃdo libros!, o que de verdad comparten las polÃticas nacionales. A Gerardo Morales le pasa lo propio: rara vez permiten que lo rodeen aquellos que interpretan en serio la vieja e intensa llama radical, o que tienen miradas más lúcidas, más realistas, sobre la realidad actual de la UCR. Y esa es la peligrosa sociedad a la que hay que temer; no aquella otra con la que siempre se condena a los dos referentes, cualesquiera sea el momento que viva la provincia e, incluso, la realidad del poder y posibilidades que tienen cada uno.
Esta cuestión del agua desnudó hasta la impudicia total una calaña de cosas que asusta, pero de verdad asusta. Por ejemplo, lo de la CTA, y cómo es manejada y direccionada por âlos que te jediâ para sus fines. Y no es barato, claro que no. Pero ¡qué importa! Si la plata es del Estado; en realidad mejor, mirá si esos recursos los empieza a usar gente que tenga proyectos polÃticos serios, que crea que hacer polÃtica tiene que ver con el bien común, con la comunidad organizada y con que el pueblo viva mejor.                  Â
Siempre se acusó y se acusa a los âentornosâ de todo tipo de tropelÃas, pero aquà y ahora, si hay algo transparente es cómo operan âlos que te jediâ, hablando de entornos. ¿Le parece que simplifico? Pero es que hay que advertir que, para entender a âlos que te jediâ, tenés que simplificar todo, sino es imposible. PodrÃa poner infinidad de ejemplos sobre lo que está pasando a partir del accionar de esta gente, pero tengo alguna aprensión ¿por qué no decirlo? Entre la ilusión, que fue fuerte y el desencanto, que es mucho, también aparecen los temores y las reservas por que nos sentimos despojados.
A medida que el gobierno de Fellner fue rescatando la institucionalidad y la estabilidad, ¿quién en Jujuy, no ha tenido ilusiones respecto del futuro provincial?. ¿No habrá llegado la hora, para poder conducir la continuidad de ese proceso, que se instale un criterio revisionista; nada complicado; pequeño y a no demasiado largo plazo. ¿Quiénes son y quiénes fueron los peronistas? ¿Cómo hicieron las cosas y por qué? ¿Quiénes son y quiénes fueron los radicales? ¿Cómo hicieron las cosas y por qué? ¿Qué pasó con los partidos provinciales y por qué? Alguna lÃnea de pensamiento y de interpretación de los hechos que nos ayude a entender por qué en los dos partidos mayoritarios, tienen un innecesario poder algunos que son muy ignorantes, mezquinos y desesperados, de esos, que por que no entienden nada, le niegan un vaso de agua a un sediento.
|