La educación argentina transita, desde no hace mucho tiempo, en una experiencia que plantea una nueva forma de abordar los conflictos en la escuela. Jujuy es una de las tres provincias en las que más avanzó el programa, denominado de Mediación Escolar, y sobre el que gira esta extensa entrevista con la coordinadora pedagógica a nivel nacional Marta GarcÃa Costoya, la secretaria de Educación de la Provincia, Teresa Jure, la mediadora Alicia Misral y el referente provincial, Jesús Cogneta.
-¿A partir de qué consideración surge la creación y aplicación del programa?
-GarcÃa Costoya: Se lanza en noviembre del 2003 con una jornada donde se hicieron talleres de difusión, en la que participó Jujuy. En 2004, hicimos la primera capacitación en Buenos Aires con los equipos técnicos de las provincias que habÃan deseado incorporarse al programa. El propósito principal es ofrecer oportunidades para que en las escuelas, tanto los docentes como los chicos, puedan adquirir y desarrollar lo que la Organización Mundial de la Salud llama habilidades para la vida; la posibilidad de una comunicación eficaz, la de poder ubicarse en el lugar del otro y considerar distintos puntos de vista y perspectivas; analizar y tomar decisiones informadas y todas las habilidades que tienen que ver con la resolución de conflictos para construir mejores relaciones, que insten a la gente con más amplitud de miras, que puedan trabajar en conjunto, en lugar de un enfrentamiento que cada vez escala más, como bien lo refleja nuestra sociedad lamentablemente. Ese tipo de habilidades necesitan tiempo para desarrollarse y escenarios que las favorezcan. El programa surge para eso. Y además, porque en realidad, los que estamos en educación sabemos que más allá de que cuando hay un episodio de violencia, genera mucho impacto en los medios, la escuela suele ser depositaria de cosas que vienen de otras instancias sociales. Nosotros no podemos olvidarnos que nuestro paÃs, en la década del â90, fue una década para algunos sectores muy bonita, pero de hecho produjo que el 60 por ciento de la población quedara debajo de la lÃnea de pobreza, más del 30 por ciento en la indigencia y eso es violencia, es lo que se llama violencia estructural. La escuela es un lugar que recibe a todos los chicos; la verdad que suponer que pudiera mantenerse fuera de un escenario que se estaba haciendo muy crudo para todos los demás, era ilusorio.
-Y ahà es donde surge el programa...
-Asà es por que la idea es que los chicos que vienen creciendo, muchos de ellos con padres que han sufrido la exclusión y la ausencia del Estado, no están aprendiendo cosas que otras generaciones aprendÃamos, tema que plantean mucho los docentes en los talleres: que ellos se formaron para enseñar historia, matemática, etc, y no pueden. Nosotros a veces decimos que hoy en dÃa, si queremos volver a ese sueño que tuvimos cuando nos formábamos, hay que enseñar a ponerse en el lugar del otro, escuchar lo que le pasa, compartir con él; el programa de Mediación lo que pretende es eso: desarrollar un proceso a través de un consenso del equipo institucional de la escuela, un trabajo con todos o la gran mayorÃa de los profesores, la capacitación, que es lo que está haciendo el equipo provincial; que los profesores después puedan trabajar con los chicos y recién al final formar mediadores, para ir instalando algún cambio en el orden institucional, en el trato cotidiano. Si uno escucha las cosas que los chicos dicen, por ejemplo estos estudiantes de la escuelas jujeñas pareciera que se está logrando.
-Si bien fue creciente, la violencia tuvo expresiones terribles en los últimos tiempos en la escuela.
-Jure: Hay que recuperar la memoria. Hoy conviene aclarar que de pronto comenzó a ponerse a la escuela como originaria de la violencia, frente a lo que surgió la convocatoria del ministro Daniel Filmus a encarar el tema con otra lógica, entonces se firman convenios con la Universidad para crear el Observatorio de Violencia en los establecimientos. El 2000-2001 aceleraron procesos negativos que venÃan de antes y permanentemente se ponÃa a la escuela como generadora de violencia, de adicciones, de desintegración. Hay, aparte, que impulsar acciones que permitan revisar los actos de intolerancia y sus motivaciones, sobre todo entre y por parte de los adultos.
-¿Cómo es la mediación entre adolescentes?
-Misral: Tienen conflictos, por ejemplo, de rivalidades, de competencias. Entonces se trabaja sobre ese tipo de situaciones, que son cotidianas y que se dan en las escuelas, en las familias o en otras instancias sociales. Lo que intentamos es que ellos vayan pudiendo escuchar de una manera distinta y de ir ubicándose en el lugar del otro; que busquen entender lo que sucede. De esta manera, a los chicos, que generalmente no tienen los prejuicios que tenemos los grandes, les resulta mucho más viable ubicarse en esos lugares distintos; lo entienden en seguida.
-¿Hay lugares en el paÃs donde este programa haya mostrado ya una segunda o tercera etapa?
-GarcÃa Costoya: Desde el programa nacional no; sà hay experiencias realizadas desde distintas Ong que han trabajado a pedido de escuelas privadas o municipios; en realidad Jujuy es una de las tres provincias pioneras. Forman mediadores en San Juan y en Mendoza también, porque como la incorporación al programa fue voluntaria, no todas las provincias entraron en la primera tanda, aunque esperamos que la experiencia se extienda por todo el paÃs..
-Pregunta un docente qué bibliografÃa existe sobre el tema
-GarcÃa Costoya: El tema de la mediación escolar se viene desarrollando en distintos paÃses desde hace bastante tiempo, pero lo que no suele haber es bibliografÃa a disposición de los docentes. Es por eso, precisamente, que una de las lÃneas de Nación fue, por un lado, capacitar equipos provinciales y, por el otro, producir material bibliográfico. Hasta ahora se editaron cuatro cuadernillos sobre el marco teórico general, los fundamentos y técnicas básicas de mediación, diseño e implementación del proyecto y de actividades para el aula, para que cualquier docente pueda trabajar acciones vinculadas a la resolución de conflictos, a la escucha activa, a técnicas para comprender, a cuestiones de derechos humanos. Hemos entregado material impreso a los equipos técnicos pero también está todo en el sitio web del Ministerio, de donde lo pueden bajar.
-A pesar de todo lo que sucedió en nuestro paÃs, la escuela se mantuvo en pie...
-GarcÃa Costoya: Desde el estado es la única institución que siguió sosteniendo un discurso de integración. En esos tiempos en que la sociedad se paralizaba cada vez más, la escuela -sobre todo el nivel medio- incorporó un 20 por ciento más de matrÃcula. O sea, fue la única institución que pudo quedarse en pie, muy deteriorada porque obviamente se recargó de un montón de funciones que antes no tenÃa, pero la verdad que es bastante heroico el trabajo que han hecho los docentes, porque con muy pocas herramientas sostuvieron multiplicidad de cosas que antes no eran de su competencia.
-Es que la fragmentación social fue muy fuerte...
-Jure: Hay que ubicar un poco el contexto porque si no se escucharÃa como que los jóvenes, a partir de ser mediadores, serán los que podrán resolver conflictos que son responsabilidad de los adultos. Despejando esto, es necesario aclarar también otras cuestiones. La escuela media y sobre todo la primaria, en el 2000-2001, mantuvieron las puertas abiertas; se trabajó con UNICEF, los docentes fueron padres, madres, en fin contuvieron todo lo que pudieron. Pero desde la década del â90 se instalaban proyectos como el del polimodal totalmente fragmentado en sà y en su aplicación, sin decisión desde las bases con una estructura curricular elaborada por equipos técnicos solamente y que también impactaba en el desarrollo de la formación docente. Entonces, en la escuela media ,ue históricamente era para unos cuantos, habÃa con el efecto de la exclusión, una cuestión muy interesante, que es la heterogeneidad. Con eso, ingresó una matrÃcula que históricamente estaba excluida. En esa matrÃcula, aparece la heterogeneidad de clases sociales, aquellos con los cuales mantenÃamos y mantenemos grandes deudas. Ante esa aula heterogénea, estaba el docente con una formación disciplinar, lo que te enseñaba la vieja Escuela Normal sobre los modos de relacionarme con el otro y no contra el otro. La Mediación es un aprendizaje de vida y para la vida, porque plantea qué cuestiones tengo que tener en cuenta previamente antes de poder tratar tal tema. Y eso también le sucede al joven, sabe reconocer los rasgos, sabe en qué momento puede intervenir, hablar, cómo tiene que escuchar al otro. Esto que pareciera tan fácil, realmente es muy difÃcil porque hemos perdido la capacidad de mirarle el rostro al alumno. Nosotros sacamos en el 2003 un decreto instituyendo en la Provincia los sistemas del Consejo de Convivencia Escolar para la Escuela Media, porque veÃamos que era tan importante hacernos cargo de esa deuda tan grande que tenemos en Educación, que es la democratización dentro de la institución, lo que significaba recuperar el delegado por curso, el docente elegido por los alumnos, los padres en asamblea, pero
para constituir los consejos de convivencia hace falta tiempo. PodrÃamos decir que de 60 instituciones, en 15 vamos logrando el proceso de elección, para que ellos acuerden sus propias normas, los alumnos puedan opinar sobre deberes y derechos.
-¿Cómo se ha trabajado en Jujuy?
-Cogneta: durante el 2005 trabajamos capacitando a los docentes y alumnos en tres escuelas de la provincia y en el 2006, incorporamos cinco establecimientos más. Y ya hay 90 mediadores escolares. Puedo decir que es una experiencia notable, en la que docentes y alumnos se entusiasman, aportan ideas, surge una creatividad natural en todos. Pienso que a mediano plazo va a dar resultados muy importantes en la comunidad educativa que, por supuesto se trasladarán a la sociedad.
|